Pasaron más de 10 minutos desde que me recosté en la camilla, aún no podía conciliar el sueño.
Aunque, una pequeña parte de mí me decía que no lo hiciera, pues temía que volviera a aparecer en mis sueños.Pues bien tenía muchas dudas y sí, tenía curiosidad, pero al mismo tiempo tenía miedo.
No importa cuantas veces lo haya visto yá, aún me sigue dando desconfianza.
Y como no, si la primera vez trató de matarme.
Y por su culpa me hice paranoica, no podía dormir bien, siempre tenía ojeras, mis amigos me ignoraban hasta el punto en que ya no existía para ellos, dejé de comer bien, a tal grado que bajé mucho de peso.Ahora que me tomaba el tiempo para pensarlo, él había sido la causa de todas mis desgracias, y ahora, en este momento, puedo decir que lo odio, lo odio con todo mi ser.
Puedo sentir la ira correr por mis venas, haciendo a un lado el miedo, al recordar todos los días en los que me sentía miserable.
Pues, Dênis tenía razón, si me quisiera muerta, hace yá mucho tiempo tuvo la oportunidad de hacerlo, y aún sigo viva.Y si era cierto lo que había visto, yo sería la compañera de este "ser".
Y mi nombre real sería Mania, qué clase de nombre es Mania?.
Tal vez esté equivocada, pues por eso, para salir de mis dudas, debo preguntarle.Es una estupidez lo que haré, pero igual, ya estoy cansada, y quiero saber el por qué de todo esto.
No quiero seguir viviendo el día a día con miedo, pues eso no es vivir, quiero saber la verdad, quiero saber quién es él, qué es lo que quiere de mí, y por supuesto, qué pasará conmigo después de que lo sepa.Me restregue la cara, acto seguido me senté en la camilla.
En un impulso de ira y desesperación grité lo que creí que era su nombre.
- Mantus! - Mi garganta sintio como si ese nombre fuera de fuego.
Al no ver resultados volví a gritar.
- ¿Qué estás esperando bastardo?! - Grité con mi garganta ardiendo del dolor.
De repente escuché un agudo zumbido.
Mis oidos dolían.Voltee a todos lados, del espejo se veía una silueta.
Me acerqué gimiendo del dolor.
Ya que estaba frente al espejo, lo ví, ahí estaba, viendome con esos ojos que parecían sacar fuego, de fondo se veía un lugar oscuro.
Ahí estaba por fin, con su rostro lleno de furia, observandome.- ¿Qué es lo que quieres? - Preguntó con tono firme.
Muy bien Alex, ya esta frente a ti, no te quedes muda ahora.
Pero al parecer estaba teniendo una lucha interna por no quedarme en shock.- ¿Quién eres? - Pregunte casi en un susurro.
Pareció no entender al principio, pero después de 5 segundos su rostro reflejaba enojo y preocupación.
- ¿ De verdad no sabes quién soy? - Preguntó con esa voz grave.
Cuando terminó la pregunta, noté que, en realidad no daba tanto miedo, almenos no como lo recordaba. Tal vez sea porque ahora veo un rostro y no solo una silueta con ojos rojos.
Se veía triste, derrotado.
- ¿Debería hacerlo? - Pregunté con desconfianza.
Su mirada estaba fija en mí, como si buscara algo en mi mirada que en realidad no estaba.
- No - Dijo, tratando de convencerse a sí mismo - Yo soy todo aquello que los humanos temen - Terminó, respondiendo a mi pregunta, reincorporandose con orgullo.
- A qué te refieres? - Ahora estaba un poco confundida.
- Yo, Soy a lo que muchos llaman el señor de las tinieblas, se me conoce con muchos nombres - Pausó - Satanas, Diablo, Lucifer, Beelzebub, Beheret, Bile, y muchos otros nombres más, que la raza humana me ha dado - Terminó.
- También te hacen llamar Mantus? - Pregunté de manera brusca.
Al decir ese nombre, mi garganta volvio a arder, esta vez con mayor intensidad.
Gemí del dolor.
- No deberías pronunciar ese nombre - Dijo con superioridad.
- Por qué? - La curiosidad era demaciado visible.
Me observó con una media sonrisa.
- Los humanos no deberían conocer esa palabra - Pausó - Cualquier humano que lo haga, le vendrán tres castigos en la vida, pues ese es mi verdadero nombre. - Terminó.
Me quedé helada, si bien, ese era su nombre, entonces él creía que yo era Mania?.
- Quién es Mania? - Pregunté con temor.
Al instante su rostro pareció melancólico, pero sólo por dos segundos, después fue como si la realidad le diera una cachetada.
Me vio con ojos filosos.
- Eres tú - Dijo, con los ojos traspasandome.
- No - Dije casi en un grito - Yo no soy ella - Dije tratando de convencerlo.
- Claro que lo eres - Dijo con el seño fruncido - Sólo que aún no lo recuerdas - Terminó
- No, por supuesto que no lo soy - Dije - Me estás confundiendo.
- NO! - Al decir eso salió del espejo tomandome entre sus brazos - Escuchame bien, TÚ, eres Mania, quieras o no. Y pronto vas a recordar todo nuestro pasado juntos.
Mientras lo escuchaba, intentaba soltarme de sus brazos.
- Suéltame maldito bastardo - Dije con toda la ira que me recorría en ese instante por mis venas.
- Jamás - Dijo apretando su agarre - Pronto vas a recordarme, y volverás a amarme como antes - Dijo forcejeando conmigo.
- Nunca podría llegar a amarte - Grité - Lo único que siento por ti es odio - Dije desgarrandome la garganta con los gritos.
Al parecer le dolio lo que le dije, pues al instante me soltó, haciendome golpear la boca en el piso.
Pude sentir el sabor metálico de la sangre en mis papilas gustativas, para después darle paso al sabor amargo del dolor.- Te odio - Dije con los dientes apretados.
Lo observaba con el rostro totalmente desfigurado de rabia y dolor.
Me veía desde lo alto como si no fuera nada para él.
- Sé que ahora no eres Mania, porque no recuerdas nada - Comenzó - Pero pronto lo harás. - Dijo volteando hacia otro lado.
Me vió una última vez, para después esfumarse en el aire.
- TE ODIO MALDITO BASTARDO! - Grite con todas mis fuerzas.
Mi cabeza comenzó a doler, veía todo borroso.
Traté de ponerme de pie, al principio creí que me caería, al final pide estar de pie y caminar bien.
Me dirijí hacia la puerta, de alguna manera, la puerta ya no estaba cerrada con llave.Me dispuse a caminar fuera de la habitación, apoyandome en las paredes para no caer.
No había nadie en el pasillo. De pronto me sentí demaciado cansada, caí de rodillas, con mi cabeza dando vueltas.
Con mi vista borrosa, alcanzé a observar que a lo lejos un enfermero se hacercaba a mí.
Lo último que recuerdo fueron sus brazos alrededor mío.
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Locura
ParanormalMi nombre es Alex, Oliver Parker.. soy una chica de 17 años y a los ojos de la sociedad, soy una enferma mental, actualmente me encuentro en un hospital psiquiatrico, aunque no siempre estuve aqui, yo era una niña feliz, tenia a mi familia, tenia am...