Locura

¿De qué estás hablando?

Empezaba a quedarme dormida cuando escuché que alguien daba pequeños golpes a la puerta y deslizaban algo por el suelo.

Me levanté y divisé un pedazo de papel a unas cuantas pulgadas de la gran puerta de acero.
Me tomó unos cuantos segundos en recordar lo que Will me había dicho.

O por dios, ahora hablo de él como si fuera mi amigo. No lo es, pero ahora es lo más cercano que tengo a uno.

Lo tomé y pude corrovorar que era de Will, pues su nombre estaba en la esquina superior izquierda.

Me daba miedo leer lo que había en ese pedazo de papel, no sabia si lo que estaba por enterarme iba a ser bueno, o malo (aún más), pero tenía que hacerlo, así que me dispuse a leer.

William.

Alex, no estoy muy seguro de cómo empezar a relatarte todo esto que está pasando, así que primero te diré el por qué de mi aparición aquella vez en el baño.
Bien pues, comenzaré :
Aprox. Dos semanas antes de nuestro encuentro, yo estuve soñando contigo, mas bien eran como visiones, te veía dormir, comer, hablar, sonreír y hasta podía sentir tu miedo y ansiedad cuando tenías los ataques.
Siempre me desvelaba pensando el por qué de estas visiones de una chica que concientemente sabía que no había visto jamás, y todo se me reveló cuando dos días antes de lo sucedido, mientras dormía, este ser se aparecio en mi sueño ordenandome buscarte y hacerte ir al hospital donde estamos ahora, ese sueño lo tuve de nuevo al día siguiente. Y el día del incidente fue como si algo más controlara mi cuerpo y mis movimientos, yo no quería hacerlo pero como ya dije, yo no tenía control de mí, mientras conducía solo podía pensar en esa chica de mis sueños, y sé que tal vez esto no sea muy relevante en estos momentos pero, sentía como si ya supiera todo de ti y eso me hacía sentir atraído hacia tu persona, así que cuando llegué al parque y te escuché gritar mi corazón se estrujó y corrí hacia el lugar de donde provenía tu voz, y cuando por fin vi a la persona que me hacía desvelarme por las noches, sentí una emoción enorme, asi que te tomé en brazos y te subí a mi auto, esta vez siendo yo el que controlaba mi cuerpo.
Cuando llegué a mi casa, te cargé de nuevo con delicadeza y te llevé a mi cuarto.
Estuve mas de media hora viendote dormir, cuando esta voz, la voz del responsable de mis visiones y acciones, me decía que mientras estabas inconsiente, debía llevarte al hospital, pero yo me negué, y él juró que yo las pagaría, pero aún así no quise hacerle caso y te dejé dormir.
Cuando despertaste y hacías preguntas yo estaba un poco nervioso, pues al fin te había conocido, asi que cuando decidiste irte yo no pude hacer más que llevarte a casa.
Cuando ya estabamos en el auto, después de nuestra pequeña charla agradable, escuché de nuevo esa voz, esta vez me decía que la pagaría con sangre si no te llevaba a este lugar, pero de nuevo, me resistí a los impulsos ajenos de mi cuerpo, pues lo podía sentir dentro de mí.
Ese mismo día, me dio un ataque como los que tú tenías, y maté a un adolescente que pasaba en bicicleta por la calle, pero solo atropellarlo no le bastó a la maldita cosa que estaba dentro de mí, asi que lo arrastre hasta meterlo a la cajuela de mi auto, conduje hasta mi casa, y lo arrastre de nuevo bajandolo y llendo dentro, por supuesto que varios vecinos me vieron haciendo esto así que ellos llamaron a la policía, para cuando la policía llegó, el cuerpo de este chico ya estaba deshoyado, su piel se extendía en la pared como si fuera un maldito mural, y su sangre estaba esparcida por toda mi sala mientras que parte de ella estaba en todo mi cuerpo. Era obvio que la policía no me creería si le decía que yo no lo había hecho, pero fuí un imbecil y les conté todo en un ataque de pánico sobre estas visiones y el ser que venía invadiendo mi cabeza y quien me había obligado a hacer esto.
Así que no hayaron mas opción que encerrarme en este hospital.
Entonces cuando te ví sentada en el comedor de la cafetería, no dude ni un segundo en ir y advertirte sobre la comida, pero despues me arrepentí, porque juro que hasta las paredes tienen oidos, así que no podía hablar mucho contigo, pues de alguna manera esa cosa te quería aquí. Y pido una disculpa por mi actitud, pues tenía miedo de lo que podría aver pasado si nos hubieran visto hablar.