Locura

Hospital (parte 1)

Desperté en una cama de hospital.
Traté de moverme pero mi cuerpo estaba atado a la cama, empeze a sentir panico, pues no habia rastro de mi familia.

Un enfermero entró a la habitacion.

- Hola Alex, te sientes mejor? - Me vio con una sonrisa patentada.

- Quien es usted?, que hago aqui? - Sentí una especie de dejavú.

- Me llamo Santiago - Pausó - Soy tu enfermero -.

- Y ahora, podrias decirme qué fue lo que me pasó - Pregunté.

Esto no podía ser cierto, me estaba cansando de siempre preguntar por lo que había pasado, y de siempre tener que lidiar con que todo me esté pasando a mí.
Mientras que otras adolescentes se sienten mal por no tener el vestido, o el cabello, o la piel mas linda; yo estoy aquí, escuchando voces, tratando de lidiar con algo peligroso y con una familia que cree que lo estoy inventando todo, sin contar que mi mejor amigo es un "fantasma".
Solo quisiera ser algo más "normal", y tener los pequeños problemas de chicos, y, no lo se, solo preocuparme por lo que me pondre día a día, si, suena superficial, pero sería mucho más facil.

- Claro, llegaste aquí porque te desmayaste - Que sorpresa - Y, tus padres creen que es mejor que te internes aquí -.

Esperen, dijo, "internes"?, que acaso quieren que me quede en una cama de hospital por unas semanas??.

- Internar, dijiste - Pregunte - Y que se supone que haré en un hospital? -.

- Este no es un hospital para personas con laseraciones, o con tumores.-

- A qué te refieres?, este no es un hospital para personas enfermas? - Dios, ya me estaba asustando.

- Si, de hecho si, pero para personas con enfermedades mentales - Dijo, volviendo a sonreir, pero esta vez era una sonrisa macabra.

No me lo podía creer, mi familia, dejandome aquí, sola.
Pero que podía yo esperar de ellos, mas de mis padres, harían cualquier cosa para deshacerce de mi, se nota a kilometros que yo era un estorbo, y ahora con esto, es más que evidente.
Pero qué puedo hacer, ya estoy aquí, ahora hay que ver que es lo que tienen aquí para mi, talvez esto me ayude..

- Y me quedaré aquí acostada todo el día o qué? - Pregunté tratando de sonar fuerte.

- Bueno, en realidad no, esperarás a que ese suero se acabe - dijo apuntando hacia el recipiente que estaba a mi lado - y después vendrá una de mis compañeras a darte un pequeño tour por el internado para luego llevarte a tu habitación - Me explicó.

Yo solo asentí.

Cuando él salió, me sentí pesima.
Y no pude controlar mis lagrimas, pero de inmediato las limpié, si iba a estar aquí, debía ser fuerte, y encontrar la manera de poder salir de este internado por las buenas, y si no funcionaba, entonces vería que hacer.

Por ahora hay que adaptarme, y hacer todo lo que digan, talvez así me dejen salir más rápido.

Escuché un sonido, y al minuto entró una enfermera de piel blanca, y rojos cabellos, era hermosa, este lugar no parece un buen entorno para ella.

- Hola Alex - Me sonrio - Soy Alicia, te dare un pequeño paseo por este internado que sera tu hogar por un tiempo, pero antes, te quitare la aguja y te soltaré de esos amarres - Me explicó.

- Si, esta bien, gracias -

Primero me quito la aguja poniendome un algodón con alcohol y cinta adhesiva para que no se mueva, acto seguido me quito los amarres.

- Ahora, te pido que te cambies de ropa y me des lo que traes puesto - Me dijo dandome un uniforme gris tipo pants.

Me dirijí hacia el baño, me vi en el espejo por un largo rato, para después cambiarme y salir.

- Pensé que debía entrar por ti - Dijo en una pequeña risa - Pensé que no saldrías jamás -.

Yo solo sonreí, no tenía muchos animos, y quién en mi lugar estaría de humor.

Se aproximó hacia la puerta - Sigueme - Dijo.

Yo iba detras de ella, sólo asentía cuando señalaba una instalacion.

- Mira - dijo llamando mi atención - Sé que no te sientes bien, pero debes hacer tu major esfuerzo.

Dijo, abriendo una habitación, no me habia dado cuenta que ya había acabado el recorrido.

- Esta será tu habitación, hay una cama, una repiza, un mueble para que pongas libros o lo que sea que se te deje hacer, y un baño - Terminó

- Bien - Una debil sonrisa se asomó.

Ella me vio con mucha pena, odio que hagan eso.

- Sólo hay una regla, o mas bien un requisito, al salir de aquí debo cerrar tu habitacion con llave, es sólo por protección -

- De mí? -

- Mas bien para ti, hay muchos internos que son muy peligrosos y algunos se escapan y andan por ahí de noche - Me explicó

- Esta bien, gracias -

- No agradescas - Se veía incomoda.

Sin dejarme decir mas, se fue cerrando la habitación con seguro.
Genial, no puedo salir.