Capítulo 32.

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-La latina- Capítulo 32.

- ¡Es todo mío! –Le gritas saliendo y Ana ríe-
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Narras tú:
Por fin la fila avanzó y era por tiempos, las primeras 30 se estaban un ratito con ellos hasta que terminaba su tiempo y luego siguieron, hasta que seguiste tú con otro grupo que era el último.
Tenías tantos nervios, tanta felicidad acumulada que en cualquier momento podrías explotar, literalmente. Cuando llegaste, corriste con ellos y al primero que viste fue a Kendall, así que pudiste abrazarlo y felicitarlo bien.

- Feliz cumpleaños mi rubio preferido –Lo abrazas- te amo tanto –Le dices y luego lo ves a los ojos- feliz cumpleaños, feliz feliz feliz cumpleaños Kendo
- Oh gracias princesa, te quiero mucho –Te abraza por sí sólo y tú sonríes-
- _____ te trajo un regalo –Dice Ana entrando contigo y saca de su bolsa, un regalo que compró ella, pero dijo que tú lo compraste- ten rubio guapo –Ana le guiña el ojo y le da el regalo-
- Gracias preciosa –Kendall le guiña el ojo, haciendo que Ana se sonroje. Sin duda, nadie puede con Kendall- y gracias a ti _____, yo no he olvidado tu nombre, hermosa –Kendall te besa la mejilla y te sonrojas-
- ¿Y para mí no hay abrazo? –Pregunta Carlos haciendo puchero-
- ¡Oh, Carlos! –Corres hacia él y lo abrazas-

Los chicos estaban con muchas de ustedes, platicando. Aún no podías platicar con James, ya que estaba con otro grupo de 7 chicas y tú estabas con Dustin y así, platicando y a lo que te podía entender, te contestaba.
Después, ese grupo de chicas llegó con Dustin y James se quedó solo, y tú corriste con él y se sentaron en un sofá, también les estaban tomando fotos, que al final del M&G se las darían.

- Princesa –Dice James y te abraza- ¿cómo estás? ¿te divertiste? dime que sí
- Me divertí tanto James –Te sientas con él, aunque no te había dejado de abrazar- en serio, ha sido el mejor día de mi vida –Le dices y tienes ganas de llorar, pero no lo haces- James, jamás creí que me fuera a pasar esto, jamás pensé que te iba a conocer a mis chicos, siempre creí que iba a vivir así, pero ya no importa nada, te conocí, fui a un concierto tuyo, fui tu chica WWG, estoy aquí platicando contigo, no pido nada más, ya. Soy feliz –Le dices y salen algunas lágrimas de tus ojos, las cuales quita James-
- Pero no llores, princesa. Yo estoy feliz por haberle cumplido el sueño a muchas chicas y chicos, de conocerme, de que se alegren por lo que hago; pero sobre todo estoy feliz porque te conocí, eras la rusher más especial para mí –Dice sonriendo-
- En serio James, te amo tanto, te amo te amo, te amo y jamás me cansaría de decírtelo. Eres el ángel que me salvó

Narra la escritora:
Platicaste más con él y con los chicos y más rushers/boys, rieron, les tomaron fotos y les trajeron postre. Pues fueron los que más esperaron en una larga fila y fueron los últimos.
Platicaron mucho y llegó el momento de irse todos. Te despediste de ellos y al último de James.

- Chicos los amo, y juro que ha sido el mejor día de mi vida –Abrazas a cada uno y al último a James-
- También te amamos –Dicen ellos con una sonrisa-
- Y sobre todo, yo te amo más –Te abraza y te susurra al oído-

Una pulsera que siempre llevabas en la muñeca izquierda, para que no se te vieran tus cortadas, se te cayó en algún lugar, entonces, James vio tu muñeca.

- ¿Qué tienes ahí? –Pregunta James preocupado-
- Yo... yo... -No sabías qué responder cuando James te mira a los ojos, y sabe que te cortas-
- Oh no, mi cielo –Te abraza y lloras en su hombro- no quiero que lo vuelvas a hacer, no quiero que te cortes de nuevo, por favor, en serio, no quiero que algo malo te pase ¿okay? No deberías cortarte, eso peligra tu vida y no me gustaría para nada eso, no no no, mi _____ no, preciosa, no lo vuelvas a hacer, hasta de rodillas te ruego, que no lo hagas –Dice poniéndose de rodillas y besa tu mano- no lo hagas –Te mira triste-
- James, te amo tanto, en serio, no sé qué haría sin ti y mis chicos, creo que ya estaría tres metros bajo Tierra –Lo ves a los ojos, con lágrimas-
- No, no, no aceptaría eso. _____, eres hermosa, de buenos sentimientos, sé que eres una buena personas, y que tienes la mejor sonrisa de todas –Te sonríe- así que no lo hagas, no estaría feliz de saberlo que lo volviste a hacer
- Está bien James, no lo haré –Le sonríes y lo vuelves a abrazar. Alguien les tomó una foto y se vio tan hermosa-

Te despediste de él una vez más y saliste con Ana, a otra parte del hotel, donde les estarían entregando las fotos, pero primero tendrían que verlas para saber cuáles eran.
En eso, James sacó la carta que le diste y la empezó a leer cuando estaba en su habitación, con Peta. Se le salieron las lágrimas de los ojos al leer que tú llorabas y le confesabas que te cortabas. No dudó más y pensó en ir a buscarte y a preguntarte todo lo que sufrías y por qué te cortabas, para así ayudarte y llevarte con él.

- James, ¿recuerdas lo que dijiste hace unas horas? –Llega Peta y lo abraza por detrás, besándole el cuello-
- No Peta, espera... -Dice James intentando quitarse-
- ¿Ahora qué James? –Pregunta fastidiada, quitándose de él-
- Iré a buscar a _____ -Se levanta de la cama tomando su carísimo abrigo, luego sale de la habitación casi volando-

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