Capítulo 62.

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  -La latina- Capítulo 62.

- Hola James –Dices sonriendo y lo abrazas-

Narras tú:
En las últimas tres horas que estuve con Carlitos y Lex, estuvimos jugando videojuegos, comiendo comida chatarra y helado, a pesar del frío que hacía. Luego vimos una serie de algunos capítulos y por último jugamos a pelea de almohadas y pusimos música. Por eso nos quitamos los zapatos y empezamos a jugar, eran tan divertidos. Pasó el tiempo tan rápido que tocaron la puerta y era un James, usando un gorrito tejido, Dios, era tan sexy usando gorrito. Estaba sentida, pero no enojada. Así que no me resistí y lo abracé, no puedo con James, no, no puedo.

- ¿Cómo te la estás pasando? –Te mira sonriendo, aún sin dejar de abrazarte por la cintura-
- Pues genial, estábamos jugando a peleas de almohadas y es divertido, pero ya tenemos que irnos –Dices y sonríes tristemente-

James saludó a Carlos y Alexa, platicamos por unos minutos y nos despedimos. Luego salimos y James me abrió la puerta del auto como todo un caballero y condujo. En el camino íbamos platicando y le pedí perdón por no avisarle que iba a venir a casa de Carlos. Él también me pidió perdón, pero yo no me enojé nunca. Él tenía hambre, así que pasamos a un Auto Mc de Mc Donald's obvio, y compró hamburguesas, refrescos y nuggets, oh, amo los nuggets. Eso cenaríamos llegando a casa.
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Narra la escritora:
Conforme pasaban los días, más se acercaban los días de comienzo de clases. Llegó ese día, James te iba a inscribir a una escuela prestigiada y con seguridad, bah, tú sólo querías una escuela normal, con tan de estudiar era más que suficiente. Pero no entrarías ese día luego luego, Ana te iba a mandar tus papeles a Los Ángeles, James mandó a alguien a recogerlos y al siguiente día ya estabas en la escuela. Obvio, por ser James Maslow, iban a hacer una excepción. Al segundo día, James y tú fueron a comprar cosas para la secundaria, como libretas, una mochila y más cosas. Además de tu lindo uniforme. El uniforme era de una falda negra con una camisa blanca de manga larga y un moño en los botones, medias negras y zapatos negros. Llegó el día miércoles, ya estabas inscrita, ya ibas a ir. Los nervios te comían viva, no sabías cómo lidiar con aquellas personas, si se burlarían de ti, si harías amigas o amigos, si llorarías el primer día. Obviamente no hablarías nada de James, que vivías con él, que te salvó, todas esas cosas. Sólo dirías una pequeña mentira. La directora y maestros ya sabían que James era tu tutor, pero no lo divulgarían.

- James, James, tengo miedo –Dices mientras desayunas con él y con Peta. Luego revolvías tu cereal, tenías nervios y no hambre-
- Tranquila, todo va a estar bien pequeña –James trata de hacerte sentir bien- pasaré por ti pero no me bajaré del auto, tú sabes porqué –Te sonríe a medias- después de ir a dejarte, iré al estudio junto con Peta
- Está bien –Sonríes con miedo-

La escuela estaba un poco cercas de su colonia, así que llegaron en diez minutos y medio a la escuela. Bajaste y te despediste de James, nadie se fijó en ti o se posaron las miradas en ti. Nadie sabía que eras nueva. Fuiste a la dirección con la directora, le diste los buenos días y ella a ti, le dijiste que tu tutor era James. Ella te dio un papel con tu horario, los nombres de tus maestros, los salones, el número de tu casillero y obviamente con tu combinación para abrirlo. Te acompañó al salón donde te tocaría la siguiente clase y entraron, todos ya estaban ahí, ahora sí, las miradas se posaron en ti. La directora habló con la maestra y luego ella dijo que te presentaras.

- Emm, hola, mi nombre es _____ _____, tengo quince años y vengo a estudiar aquí, espero llevarme bien con ustedes –Dices en inglés, con todos los nervios del mundo-

Todas las miradas estaban en mí, yo era el centro de atención. Creí que por mi apellido latino o por ser castaña o algo así de mí, se iban a burlar. No, no lo hicieron. La maestra me asignó un asiento y tomé el lugar, empezamos la clase, yo seguía nerviosa. Empecé a anotar las cosas que dictaba, en inglés, mierda, ya no estaba en (Tu país), mi querido (Tu país), donde todo era más fácil. Luego de eso, todos fuimos a la siguiente clase que era español, ja ja ja ja ja, ¿es en serio? Mi día iba comenzando fácil. La maestra vio que era alumna nueva y me presenté desde mi lugar, sólo con ella. Nunca dije de dónde era, todos se llevarían una sorpresa cuando hablara o escribiera algo en español, me sentí la más inteligente del grupo. La maestra me preguntó que si podría pasar al pizarrón a escribir la siguiente frase que me indicó y así lo hice, todos me miraron impresionados. La maestra me vio con estrella, me preguntó que si yo sabía español y le dije que sí, luego me puso a hablar lo que me decía y me dijo que yo sería su ayudante ahora. Dos clases más diferentes y fui a la cafetería, era receso. James me había dado algunos dólares para comprar algo de comer, Dios, me dio suficiente, creo que en un día, me dio lo suficiente como para una semana. Pedí mi comida y me fui a una mesa bastante alejada, luego veo que una compañera mía de mi grupo, se sienta conmigo y me saluda amablemente.

- Hola –Dice en inglés, sonriendo-
- Hola –Le devuelves el gesto- ¿cómo te llamas?
- Me llamo Charlotte, tu eres _____, la chica nueva de hoy –Sonríe- ¿puedo comer contigo?
- Oh mucho gusto Charlotte, y claro, siéntate conmigo –Le sonríes-
- Esque yo la verdad no tengo amigos, me consideran la chica rara e incluso algunas veces me han molestado, tú sabes, bullying, pero sólo cuando se les antoja –Dice, como si fuera costumbre-
- Pues ya tienes una amiga –Le guiñas un ojo y sonríes- y no te harán bullying de ahora en adelante
- De verdad, muchas gracias –Sonríe tristemente- ¿no eres de aquí verdad?
- No, soy de (Tu país), un país latinoamericano –Bajas la cabeza sonriendo y luego miras a Charlotte- pero me vine a vivir aquí y es genial, además cuando vivía allá tomaba clases de inglés y ya lo sé dominar bien
- Eso es genial, enséñame español
- Oh, cuando quieras te enseño español –Dices y sueltan una risita leve-  

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