-La latina-
Narras tú:
Buh, son las 5:00 am y es muy temprano, tengo que ducharme y arreglarme para ir a la escuela, y poder tomar el autobús a buena hora y llegar temprano a la secundaria. En fin, me levanté de la cama con mucho frío, mi cama era calientita, pero me daré una ducha rápida y así se me quitará el frío y el sueño, bueno, supongo.
Primero llegué a lavarme la cara para quitarme el sueño y así que todo se me haga más fácil y después cepillé mis dientes, abrí la llave del agua caliente y salía tibia, así que en eso me quité toda mi ropa, para entrar y que ya se encuentre más agradable el agua. No me tardé más de diez minutos cuando ya estaba afuera con una toalla enredada a mi cuerpo y una en mi cabeza, para que así secara más rápido. Salí del baño y entré a mi habitación para ponerme mi ropa interior y mi uniforme, sí, usaba uniforme y era lo que no me gustaba, pues llevaba falda este día, okay, ya, tengo que ver las cosas buenas de este día y no andar quejándome por alguna cosa insignificante. Tomé mi falda, mi camisa blanca y mi suéter, después me puse mis calcetas y zapatos. Tomé la secadora y la pasé por mi cabello, luego lo cepillé y me hice una coleta, dejando el fleco de un lado. No me maquillé, pues sólo lo hago cuando voy a trabajar.
Cuando terminé, arreglé mi cama y bajé a hacerme el desayuno, fui a la cocina y en la pequeña barra me encontré a Daniel dormido, y en la mano con una cerveza a medias, me dolía ver a mi hermano en ese estado. Así que como pude lo llevé caminando hasta su habitación y lo recosté, tiré su cerveza y bajé nuevamente a la cocina, para ahora sí poder hacerme el desayuno.
No me tardé quince minutos, cuando ya estaba en la barra, desayunando algo ligero, pero mi madre bajó con dolor de cabeza y un poco enojada, de seguro algún chico o señor que trajo, la dejó o algo, qué mal.
- Buenos días mamá, ¿quieres que te prepare algo antes de irme a la secundaria? –Preguntas gentilmente, con una sonrisa-
- Cállate y tráeme una cerveza a mi habitación, te espero allá –Dice subiendo las escaleras-
- Mamá, pero la cerveza ahorita te hará daño y…. –Tu madre te interrumpe-
- Te estoy ordenando que me traigas una cerveza y no me estés jodiendo, haz lo que te digo y tráeme una cerveza a mi habitación
- Sí mamá –Asientes levemente, tu madre sube y te da un poco de tristeza ver que así era tu vida diariamente. Derramaste algunas lágrimas-
Narra la escritora:
Terminé de desayunar y rápidamente fui a la nevera por la cerveza que me pidió mi mamá y se la fui a dejar a su habitación, en su pequeña mesita de noche que estaba, ella estaba acostada.
- Aquí está tu cerveza mamá –La dejas en la mesita de noche- me tengo que ir a la secundaria o se me hará muy tarde, ¿necesitas otra cosa?
- No ya vete –Toma la cerveza-
- Está bien mamá, que tengas un buen día –Le sonríes tristemente-
- Mi día comenzaría bien si comenzaras por irte ya –Señala la puerta y tú asientes, sólo sales y cierras la puerta-
- Te quiero –Dices saliendo de ahí y vuelves a bajar-
Vas a la sala por tu mochila y tomas algo de dinero de tu alcancía, donde tenías mucho dinero ahorrado, para el gasto de la comida, de la casa, de tu secundaria y lo demás que necesitabas, ah, y claro, para las borracheras de tu madre y tu hermano.
- Hola _____, te veo muy cansada, ¿cómo estás? –Se sienta tu mejor amiga Anastasia, pero le decías Ana-
- Hola Ana, estoy bien, no te preocupes –Vuelves a escribir en tu libreta-
- ¿Otra vez haciendo las tareas aquí? Sabes que no deberías –Cruza los brazos-
- No tengo tiempo, en el trabajo no puedo porque salgo tarde y en casa tampoco puedo, tengo que hacer las compras, la limpieza y lo demás, no me queda de otra más que hacerla aquí, sólo llego más temprano y la hago y fin –Sonríes cansada-
- Ay amiga, te admiro demasiado –Te sonríe- verás que todo se te va a recompensar por todo lo que has hecho, ya verás
- No necesito una recompensa, con tener a mi madre y a mi hermano a mi lado, que estén vivos y con tenerte a ti, es más que suficiente. Aunque sí me gustaría divertirme un poco, no sé, tal vez ir al concierto en un mes de mis chicos –Sonríes- pero no creo que me alcance para el boleto, ni siquiera en última fila –Haces una mueca-
- Tal vez no vayas este año, tal vez vayas el próximo y tal vez en primera fila y con Meet and greet y toda la cosa –Te anima-
- Eso espero –Sonríes-
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La latina
RomanceUna chica latina, aquella chica que creía que era ordinaria. Aquella que creía que su vida siempre iba a ser miserable y viviría muerta en vida. Aquella chica que no sabía que le podía esperar, que no sabía que todo el esfuerzo y valdría la pena has...