Capitulo 1
Samantha es nueva en la ciudad, había escuchado sobre la escuela de Ballet Sakurahime por Internet así que decidió investigar sobre ella ya que savia que se iba a mudar por ese barrio, Es muy extraño que exista ese tipo de escuelas por ahí, era un barrio muy bonito y humilde, mientras que la escuela era de alta clase y muy cara.
Samantha y Nora son hermanas gemelas, mientras Samantha buscaba una escuela de Ballet, Nora, por su lado buscaba una de Piano.
—No lo entiendo, ¿Por que tenemos que estar separadas? por que Sam no viene conmigo a clases de Piano y ya, que deje sus clasesitas de Ballet para el otro año, ¿No crees? —Reprochaba Nora al saber que tendrá que ir sola a coger clases de Piano, Nora siempre fue tímida cuando pequeña, pero ahora había cambiado y se estaba soltando un poco mas, a ella no le importaba si Sam perdía sus sueños ella solo quería que la complacieran en todo, era bastante vanidosa.
— Sabes que es imposible, Ya escucharon a su padre cada una escogiera la escuela a cual asistirán de regalo de cumpleaños, ya basta Nora — Decía su madre mientras terminaba de empacar las ultimas cosas — Listo, vamos chicas ayúdenme con estas cajas ya nos vamos — Decía su madre llevando una caja en sus manos directo al camión que las esperaba afuera.
—Bien ya esta, ¿les falta algo? —dijo mirando de reojo a Samantha ya que era la mas olvidadiza y demasiado orgullosa para admitirlo —¿Por que me miras? Claro que no deje nada, es hora de irnos —Dijo con una voz muy segura dirigiéndose a la puerta del carro en cuanto... — No puede ser —mascullo Sam y salio corriendo hacia la casa subiendo las escaleras como si algo se tratase de vida o muerte. Nora y su madre se miraron sin preocupación ya que sabían que siempre algo similar a esto pasaba todos los días.
Samantha salio de la casa totalmente agitada, con un cuaderno en manos, miraba hacia el piso totalmente ruborizada ya que sabía que de nuevo había perdido frente a su madre.
El camino fue muy largo, duraron dos horas de viaje hasta que al fin llegaron a su destino.
A lo lejos se veía una hermosa casa de dos pisos con un gran jardín, Sam nunca pensó que ese seria el lugar en donde viviría
—¿No crees que es exagerado?, esta casa es enorme, es muy raro que nuestro padre haya conseguido esta en tan poco tiempo, ¿Que crees?.... Sam.... ¡SAMANTHA! —Grito Nora muy molesta al ver que su hermana la ignoraba pero en realidad se estaba haciendo la dormida
—No la molestes Nora, déjala descansar — su madre reprochaba a Nora por hacer tal escándalo por nada.
Samantha estaba muy triste de dejar su antiguo hogar, con sus ojos llenos de lagrimas se hacia la fuerte mientras miraba por la ventanilla del auto, a lo lejos pudo observar un pequeño parque abandonado, estaba todo oxidado y pudo ver a una chica que parecía estar desmayada en aquel parque.
— ¡Para el auto Madre! — Gritaba Sam mientras golpeaba por atrás el asiendo donde estaba su madre, Ella sin saber que hacer solo bajo la velocidad preguntándose que le pasaba a su hija, Sam abrió la puerta del auto poniendo un pie en la calle, haciéndola resbalar hacia abajo muy rápido, ella se detuvo al poner sus manos en el piso, agarro fuerzas de su pie izquierdo haciéndolo hacia atrás para poder correr, corría rápido colina abajo hasta llegar al parque donde se encontraba la chica, miraba hacia todos los lados y lo vio.
Estaba totalmente frisada a lo que veía sus manos comenzaron a temblar y sus piernas no le respondían para salir corriendo del lugar, sentía que un gran frió recorría todo su cuerpo.
— E-es mentira.... ¡No es cierto! — Gritaba Sam mientras alguien le toca el hombro para empujarla hacia adelante.
Samantha sentía su garganta seca, sin saber que hacer al mirar esa cosa que la perseguía incluso en sus sueños.
Cuando Sam era pequeña siempre tenia pesadillas desde aquel accidente, ella no recuerda mucho sobre eso ya que era muy pequeña, solo recuerda la casa envuelta en llamas. Nora había inhalado mucho humo y perdió la conciencia, Sam lloraba tratando de despertar a Nora en cuanto miro una sombra en frente de ella, ahí estaba lo que no la dejaba dormir por las noches.
No era humano, de eso estaba segura, los únicos rasgos humanos que tenía era su cabeza mientras que todo su cuerpo parecía el de un enorme murciélago, tenia cuatro brazos de cada lado pero sus manos estaban cortadas cubrieras de sangre, en sus ojos se veía algo dibujado, era como varios círculos que se hacían mas y mas pequeños.
Esa cosa cargo a Nora entre su brazo para llevársela del lugar, Samantha sin saber como reaccionar a tal espectáculo agarro un trozo de madera y se lo lanzo a su espalda gritando con furia que no se llevara a su hermana. Esa cosa volteo la cabeza completamente sin mover su cuerpo, saco su lengua sangrienta haciendo un ruido de serpiente.
Uno de sus brazos cortados se estiro hasta atravesar el estomago de Sam. Hasta ahí... era todo lo que podía recordar, sus padres le decían que solo fue una pesadilla que tuvo mientras estaba inconsciente al lado de su hermana. Pero eso era demasiado real, ella lo creía real.
Sam pudo sentir que alguien la empujaba hacia la criatura de sus pesadillas, de nuevo esa mujer estaba en frente a ella, pero esta vez con un cuerpo humana, tenía alas de murciélago y con solo dos brazos, levanto su brazo derecho para agarrar su mano con una sonrisa en su rostro.
Samantha no sabía que hacer, el miedo era bastante grande que se apoderaba de todo su cuerpo sin poder mover ni un solo dedo, ahí estaba ella mirándola con los mismos ojos rojos de aquella noche.
Se le acerco para darle un abrazo, Samantha cayo en shock, podía oler como el gran olor a sangre que salia de su cuerpo entraba en sus narices, ese fastidioso olor a hierro que le nublaba la vista
—N-no... aléjate... — eran las únicas palabras que salían de su boca, trato de ser fuerte pero no aguantaba mas, su peor pesadilla la estaba abrazando, era algo ilógico, ya se había acostumbrado a la idea de que solo fue un sueño... Hasta ahora.
— Despierta.... por favor.... despierta...
Samantha se levanto de golpe, miraba a su Madre llorar a mares mientras de lejos pudo ver al hombre que manejaba el camión tratando de buscar señal en su celular
—Gracias a Dios —dijo su Madre en sollozos mientras abrazaba fuertemente a su hija. Samantha la aparto rápidamente buscando a Nora, pensando que ese monstruo solo vino a buscarla, miro hacía arriba de la pequeña colina y ahí venía ella con un botiquín de primeros auxilios.
Mientras su madre le curaba una gran herida que tenia en su rodilla derecha, Samantha no decía media palabra, en cuanto miro hacía los arboles que se encontraban a lo lejos del parque pudo mirar a la mujer enganchada en una de las ramas como si fuera un murciélago, esta vez con una sonrisa que le llegaba de oreja a oreja, tenia la boca partida y ensangrentada.
Samantha ya no aguantaba mas, comenzó a gritar desesperadamente y a ocultar su cabeza entre las piernas llorando de desesperación y miedo, no podía creerlo, eso era real de eso no le cabía duda alguna.