Cayo la noche, eran las 1 y media de la mañana, Nora se había ido hace media hora. Yo me quede en mi habitación simplemente mirando televisión, de pronto todas las luces de la habitación se apagaron, y se encendió una luz amarilla en la ventana, alumbrando toda mi habitación.
—Ya estaba empezando a acostumbrarme a esto... —pensé.
Mis ventanas se abrieron de par en par y de ahí salio la mujer de ojos de color diamante y cabello castaño.
No, ya no puedo aguantar más, este sentimiento de miedo que se hacía más fuerte, ya no podía con esto.
La mujer se acerco a mi poniéndose al pie de mi cama, era la misma mujer que había visto en el bosque, pero esta vez tenía una mirada distinta.
—Samantha... ¿Donde está Nora?— dijo con una voz suave.
¿Por que me mira así?, ¿acaso estaba preocupada?.
Suspire —No tengo por que decirte donde se encuentra, ¡estoy harta! ¿Qué es lo que quieres de Nora? ¿Por que me buscas a mí? ¡DEJAME EN PAZ!— dije mirandola directamente a los ojos.
No podía aguantarlo, este sentimiento de miedo no podía volverse costumbre...
Ella me lanzo una mirada mas preocupante que antes, ignoro todo lo que dije y volvio a preguntar.
—¿Donde esta Nora?
No le respondí, en realidad tenia ganas de salir corriendo de mi habitación.
—Escucha, quizás sea difícil para ti, pero... Estoy de tu lado, la mujer que anteriormente te encontraste es mi hermana, hay una larga historia tras todo esto, pero tienes que saber que algo malo le puede pasar a ella y a ti. Necesito que me lleves a donde se encuentra Nora.
¿Escuche bien?, esta cosa ¿acaba de decir que esta de mi lado?
—¿D-de que hablas?
—Lose, se que es difícil de entender Samantha, pero tu hermana corre peligro, necesito saber donde esta.
—¿Como puedo confiar en ti?
-No tengo manera de demostrártelo, ¡Samantha reacciona! ¡Pueden matar a Nora! ¡¿Es eso lo que quieres?! ¿Donde se encuentra?
—¡No lo se!
...
—¿Que?— Dijo mirándome un poco molesta e incredula.
—Aunque quisiera decirte, es que no lose... Ella solo dijo que iba a salir con una chico y que llegaría tarde...
—¡¿LA DEJASTE IR?! —Dijo sentándose muy serca de mi, esta vez se le notaba molesta.
—¡ALEJATE! —Dije poniendo mis manos sobre su cara tratando de alejarla, obviamente no quería tenerla serca.
—L-lo siento, pero no sabes la gravedad de la situación, oh por Dios, quizás salio con ese chico.
¿Chico? ¿De quien hablaba?, no podía ser Jonathan, ¿O si?
—Espera, sea lo que sea, hay que salir a buscarla, si de verdad esta con un chico y no es nada malo si te ve se asustara, así que necesito estar ahí, ¿verdad?. —le dije con seguridad.
—Pero... Si se trata de algo peligroso, te quedaras atrás, ¿entendido?
—Entendido, deja vamos por mi bicicleta...
Tenia la mano en la perilla de mi habitación para salir a buscarla, en cuanto esta hecho una carcajada, ¿Se estaba burlando de mi?
—Querida, se te nota que no sabes de estas cosas, mira hacía tu ventana.
Avance lentamente hacía mi ventana, y pude observar a dos extrañas criaturas, ¿acaso eran aves? tenían largas alas hechas de huesos, con cuerpo de ave, pero su cabeza era solo un circulo, sin ojos, pico, o alguna otra cosa, solo un circulo.
—¿Piensas que me montare en eso?
—No lo pienso, lo harás...
Una de las grandes criaturas entro por la ventana quedando atras de mi, esperando que lo montara.
No tenía otra opción, o era montar esa cosa o quedarme en casa sin saber que pasaría con mi hermana.
Me monte en la criatura como si fuera caballo, mire por los lados haber si podía encontrar algún lugar en donde agarrarme, al no ver nada mire a la mujer con suplica. Esta le hizo una seña al animal con la mano, no se como pudo verla si el animal no tiene ojos, mejor para decir, ¡No tiene cara!.
De la nuca del animal salieron dos huesos que se unieron formando la mitad de un circulo.
Que asco.
Sin pensarlo dos veces, me agarre de ese desagradable hueso, si lo pensaba estaba segura que correría llorando a los brazos de mi madre.
La mujer estaba apunto de subir al otro animal, cuando la detuve.
—Oye espera, si quiera dime tu nombre.
—Me llamo Hana.
En el momento las criaturas salieron volando, apreté mis ojos con fuerza, la adrenalina era demasiada, no podía soportarla.
Escuche un grito, este provenía del animal en el que estaba montada, lo supe porque comenzó a vibrar a su cuerpo de la fuerza que hacia.
Abrí los ojos mirando lo alto que estábamos, contuve la respiración por segundos tratando de calmarme.
—Samantha, la encontramos.
¿Que mierda?, se notaba que esa cosa no era humana, a la distancia que estábamos no podía ver ni siquiera mi enorme casa.
—Vamos a bajar entonces —dije.
—Nada parece sospechoso, vamos a bajar.
—Espera, ¿donde esta?, no puedo verla, ¿No es obvio?.
—Oh claro, pero ella ya nos vio.
—¿Que?
Sin dejarme decir otra palabra más, las criaturas ascendieron rápidamente, antes de darme cuenta ya estaba en el parque donde me encontré con esa mujer, de lejos pude ver a Nora sentada en un columpio, sola mirando hacia el suelo.
—Samantha, observare de lejos, ve a hablar con Nora, llevatela directo a casa no puede estar mucho tiempo sola, dejala dormida después hablaremos.
—Hana, pero si dices que ya nos vio ¿cual es el problema que te vea ahora?.
—Te lo contare después, ¡Ve!.
Me baje rápidamente de la criatura y comencé a correr a la dirección donde se encontraba Nora, vi que estaba como decepcionada, me senté en el columpio de al lado.
—¿Estas bien Nora?
—Me dejo plantada, no vino...
—Siempre habrán otros chicos, ven vámonos a casa es tarde.
—Tu que sabes sobre chicos, eres una anticuada.
—¿Enserio quieres pelear sobre esto?
—Vámonos a casa.
~*~
Lleve a Nora a casa, dije que si quería dormir conmigo en mi habitación, se le notaba muy triste quizás el chico de verdad le interesaba, la deje dormida y salí al pequeño balcon que tenía mi habitación, escale las paredes y me quede exactamente arriba del techo de mi habitación.
Espere a que apareciera Hana, pero no llego...
Después de una hora exacta decidí bajar, en cuanto veo a lo lejos a Jonathan correr en dirección a Sakurahime.
No se ni que pensar, ¿Debería seguir a Jonathan?, pero.. no puedo dejar sola a Nora, además si Hana aparece...
Mientras pensaba no me había dado cuenta que ya estaba caminando lentamente hacía la dirección de la escuela, pare de golpe y cuando decidí darme la vuelta para volver a mi casa, me encuentro cara a cara con...