Capítulo 1| Hola, mi nombre es Athenea.

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Capítulo 1 | Hola, mi nombre es Athenea.


Quería comenzar con una breve historia de cómo a mis 13 años de edad me robaron la ilusión del amor, el patán tenía intenciones malsanas conmigo, y de cómo todos sabían de eso pero nadie me lo quiso decir, pero en otro momento lo haré todo a su debido tiempo. El 22 de Marzo azotó con fuertes ventiscas y torrenciales lluvias, mientras tanto una niña de extraordinarios ojos dorados, piel pálida como la nieve y señales de que sería la joven más hermosa que se hubiere visto.

A mis dos años de edad ya sabía los colores caminar y decir una que otros palabras, toda esa información está avalada por mi madre, esta misma decía que tenía grandes dotes para ser artistas ¿Y a esta mi edad de 19 (casi 20) años como un bebé de dos años puede dar indicios de ser artista?

Mientras pasaba el tiempo y mi madre me enviaba a estudiar piano, de vez en cuando aún estudio de danza para saber desenvolverme en muchos géneros, a la edad de 10 años sabía tocar muy bien el piano, sabía hablar muchos idiomas entre ellos español ── que es mi lengua madre ── francés e inglés. Me encantaba aprender otros idiomas hasta que mi madre decidió casarse otra vez.

Cuando tenía la edad aproximada de cinco a seis años mi amado padre murió en un accidente de auto, eso destrozó a mi pequeña familia, poco después del accidente mi madre descubrió que estaba embarazada, pero esos dos niños murieron por causas que aún a esta edad desconozco; solo tenía a mi madre y a mis lobos siberianos: Luna y Paddy ── y un tercero que por los momentos prefiero no nombrar ── a mis 10 años llego a mi vida la persona que he odiado por mucho tiempo, él no fue en nada parecido a mi amoroso y amado padre, se le notaba que solo quería tener una relación con mi ingenua madre por el dinero que mi padre nos dejó a ambas. Para mis 13 años fui testigo de cómo todo lo que quería o lo que hubiese querido tener se esfumó en el preciso instante en el cual firmaron los papeles y respectivas actas de matrimonio.

A los días de haberse casado con Adolfo ── a veces me pregunto, si es ironía como cosa rara del destino o un mal chiste que su nombre sea este en particular de que fue mi vida a partir del momento preciso en el cual ese hombre entró en mi casa ── en un abrir y cerrar de ojos este estaba instalado en la habitación de mi Padre, usando la ropa que le ajustaba a él, al igual que los zapatos; ese infeliz quería reemplazar a mi padre pero nunca lo iba a lograr. Porque mi padre amaba, no golpeaba.

Al llegar la fecha de mis 15 años todos estaban locos por los preparativos, pero no de mi fiesta sino de la milagrosa llegada de mi hermano el cual tampoco llegó a vivir mucho de igual manera que los gemelos, por las mismas razones. Mi madre estuvo por mucho tiempo en estado depresivo y más cuando el doctor le menciono que era una niña ── Mientras Fernanda estaba en reposo por decisión del doctor ── Adolfo me llevaba a todas las clases que tenía, al liceo después al conservatorio donde practicaba el piano los viernes y sábados, luego se disponía a llevarse los lunes y miércoles por la tarde al estudio de danzas y los martes y jueves al centro de idiomas.



Hasta que un día se cansó y le reclamo a mi madre por qué tenía que ir a todas esas clases que para nada me iban a servir en un futuro ──  ¡Pero qué hombre más inculto se pudo haber buscado mi madre! ──   Al principio se pelearon muy fuertemente p...

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Hasta que un día se cansó y le reclamo a mi madre por qué tenía que ir a todas esas clases que para nada me iban a servir en un futuro ── ¡Pero qué hombre más inculto se pudo haber buscado mi madre! ── Al principio se pelearon muy fuertemente pero después de unas cuantas largas charlas decidieron que era hora que dejara algo o me transportará por mí misma, así que para mi cumpleaños número 16 pedí un carro, mi dulce abuela ── a la cual nunca le agrado Adolfo ── me compro una versión moderna del escarabajo ── como he amado ese carro desde el día que me entregaron las llaves──. Pero el muy ingrato y envidioso de Adolfo al ver que me habían regalado un carro ── que era mucho mejor del suyo propio ── decidió comprarme un bicicleta y hasta que no cumpliera los 17 años, no me iba a dejar usar mi carro que está a mi nombre.

No me moleste al comienzo, se puede decir que me pareció una buena idea, hasta el momento en que mi madre volvió a trabajar, su trabajo consistía en estar de 15 a 20 días fuera de casa porque era la secretaria personal de uno de los magnates más "jóvenes" ── aunque él era unos pocos años mayor que mi madre ── del Estado por consiguiente tenía que estar con él casi todos los días, y si tenía que salir de viaje la mayoría de las veces se iba con él, antes que se casara con Adolfo me llevaba a esos viajes pero después del nefasto matrimonio me tenía que quedar en casa con ese ser.

Un día después de haberse ido mi madre de viaje con su jefe a uno de los trabajos que tenían en otra parte del continente; él me llama para que le haga la cena ──pero estando yo ocupada en mis tareas del liceo── mientras escuchaba música con mis audífono no me di por entendida y él tampoco se cercioro si lo había escuchado.

Mi Segunda Oportunidad de AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora