Capítulo 2 | El 28 de Febrero, fue donde comenzó mi verdadero calvario.

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Capítulo 2 | El 28 de Febrero, fue donde comenzó mi verdadero calvario.


Ese día el abuso de mí, me golpeo.

No le podía decir nada a mi mamá, ella estaba muy lejos como para socorrerme y estaba claro que él no iba a dejar que una niña de apenas 16 años ── casi 17 años lo inculpe de maltrato ── aun así el término justicia poética se volvió mi religión, Dios era mi mejor amigo el único al el cual podía hablar sin que me criticara por quedarme callada y me alentaba a estar de pie cada día porque Él me ama, hasta me ayudaba dándome consejo. Es tanto así que me mandó un ángel guardián el cual ahora tengo como novio, pero para eso falta mucho todavía y muchos maltratos por delante además de horas de terapia, desamores y traiciones.


Inicio del Flashback

Mientras escuchaba una canción que le gustaba mucho a mi papá, hacía la tarea de mis asignaturas y algunas de mis cursos. Percibí el ruido de una puerta abrirse a la fuerza lo que me pareció ridículo así que lo deje pasar, solo podía pensar que ya pronto me graduaría y estaría en la universidad con mis amigos la euforia no me permitía dormir en las noches en las cuales solía escribir frases o alguna que otra poesía o simplemente tocar el piano desde una aplicación, ── estaba sola con mi padrastro y mis perros que estaban afuera de la casa ── lo cual como guardianes de la gran casa y cada perro era más bravo que el otro.

Para cuando soy consciente que Adolfo está encima de mi pequeño cuerpo, propinándome golpes en todas partes, me arrebata los audífonos de mis oídos provocando me dolor en ellos mientras me grita en el oído derecho:

── ¡¿ACASO NO ME HAS OÍDO?! ¡TE HE ORDENADO QUE ME HAGAS LA CENA! ── grita colérico.

Tratando de quitármelo encima de mí pero no puedo ── a causa de su gran estatura además que el antes era boxeador ── los golpes eran cada vez más fuertes en la parte de mis pulmones y costillas mientras gritaba por auxilio de alguien, de algo, lo que fuere solo pensaba ── si me padre estuviera aquí no estuviera pasando todo esto ──. En eso llega uno de mis perros Peluche ── el cual es un lobo siberiano grande y blanco con un abundante pelaje pero lo más impresionante son sus ojos color escarlatas que espanta a todos los que le ven ── este le salta por sobre el cuello y comienza a morderlo, es así como me deja tirada en el piso de mi habitación mientras se detiene en el umbral de la puerta solo para mirarme con odio, uno muy marcado y dar un fuerte portazo, dejándome destrozada.

Fin del Flashback



Como todo  vuelve a pasar, mi madre otra vez de viaje por trabajo y yo aquí con ese animal, se preguntaran ¿las marcas o porque la madre no se da cuenta de los moretones que tiene en todo los costados de su cuerpo? La respuesta es sencilla él nunc...

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Como todo vuelve a pasar, mi madre otra vez de viaje por trabajo y yo aquí con ese animal, se preguntaran ¿las marcas o porque la madre no se da cuenta de los moretones que tiene en todo los costados de su cuerpo? La respuesta es sencilla él nunca me golpeaba lo suficientemente fuerte como para provocarme un moretón o alguna marca solo lo necesario para que el musculo me doliera, esa era mi triste realidad.

Para mi cumpleaños le pedía a mí madre que me dejara ir de viaje a Dinamarca con unas amigas de mi infancia, por supuesto él se iba a negar, pero mi madre muy astutamente le dijo ── Ella se la pasa metida en sus libros y estudios ¿por qué no puedo complacer a mi primogénita? ── Mientras se alejaba de él y se colocaba a mi lado


Pero él al escuchar esas palabras se enojó de tal manera que agarro a mi madre del brazo y la empujo contra el piso de granito blanco en cual quedó manchado de la sangre que le salía a borbotones de la nariz. Mientras ella estaba en el suelo arrastrándose para agarrar el teléfono,── pero solo podía pensar en que mi madre no me puede dejar sola con este animal,── tratando de salir de la sala siento como una mano me agarra del cabello mientras la otra comienza a golpearme el costado de mi cuerpo. Comenzó a desgarrar mi ropa mientras que con una de sus enormes manos me inmoviliza y comienza a tocarme en el proceso, lo cual al ver esto mi madre solo grito con odio y espanto.


── ¡LUCY! ── Y el gran perro negro de ojos igual de negros apareció de la nada, el perro se acerca a mi madre y la trata de ayudar pero esta no lo deja y le ordena ── Burbujas ── esa era la orden para que ataque a las personas que nos quisiera hacer algún daño ── y mi madre pensaba que llevar a uno de nuestros perros a la academia de perros policías era innecesario ── .Mientras Adolfo se reía de la orden que le dio al perro, hasta que sintió como el gran Pitbull le desprendió gran parte de los músculos de la pierna derecha y solo el ruido de tela desgarrarse y gritos a la lejanía que reconocía como míos y algunos ajenos, al mismo tiempo que el perro salió a embestir a Adolfo nuevamente, este le propino una cachetada en el hocico por consiguiente, Lucy se recomponía a lo lejos.


A lo que parecían horas me arrastro y me dirigió al despacho de mi padre pero Adolfo por su parte cerraba la puerta de la habitación mientras se dirigía a unos de los cajones y saca una correa de cuero y cuerdas; con la cuerda me ata las muñecas y los tobillos, con la correa en mano, comienza a lacerar mi pura, hermosa y suave piel al simultáneo me agarra el cabello y comienza a golpearme contra la pared cuando siento que más dolor no me puede causar, hace que me acueste de espaldas al mismo tiempo va bajando mis pantalones y sacando mi blusa, enciende uno de los cigarros que siempre tenía consigo. Dejándome parcialmente desnuda escucho como me grita, pero solo entiendo muchos improperios y maldiciones.

── Tú maldito perro me ha dejado cojo para toda mi vida, así que te daré algo para que me recuerdes. ── dice con una sonrisa malévola mientras este se acercaba lentamente con el cigarro encendido.


Al decir eso, mi corazón se paralizó y al sentir como la piel de mi espalda, costillas, piernas y glúteos eran marcadas a fuego con cada latigazo y quemadura que él me hacía, y después de atormentar mi piel, y solo siento dolor un increíble dolor que nadie reemplazará, minutos antes que me quedara inconsciente vi como un ángel se acercaba a mí.


Mi Segunda Oportunidad de AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora