Capítulo 8 | Renacer.
(P.D.V. de Peter)
── Buenos días joven ¿Cómo ha estado su viaje? ── dice con voz monótona la asistente personal de mi tío, que cabe resaltar que no está nada mal, para la edad que tiene.
── Buenos días Fernanda, mi viaje ha sido verdaderamente agotador, es bueno estar en casa después de estar tanto tiempo fuera. ── Aunque solo pienso en todas las cosas que me hará hacer mi tío ahora. ── ¿Mi tío está en la oficina?
── No joven, puede pasar directo a la mansión, el Señor lo estará esperando allí. ── dice con su tono profesional.
── Muy bien, pasemos primero por un café, el viaje me dejo sumamente cansado y necesito cafeína para despertarme un poco. ── Es extraño que mi tío el obseso por la empresa familiar este en casa y más siendo días laborables, esto me huele mal. ── Además no me quedare en la casa, por hoy estaré allí, en la mañana me iré al departamento ── digo en un tono brusco pero autoritario. Recibiendo de ella un solo asentimiento de cabeza.
Después de comprar el café, nos dirigimos a la gran casa que mi abuelo les dio por heredad a sus hijos, de los cuales mi tío tomo regencia por ser el único que tomo las riendas de la gran empresa familiar, puesto que mi madre se fue por especialidades culinarias ── pero solo una cosa está en mi mente ── nos dirigimos directamente allí. Estando en el automóvil le hago una serie de preguntas a su secretaria.
── ¿Por qué mi tío no está en la empresa? ¿O es que acaso me espera uno de esos sermones que él me da cada vez que le visito aunque desde ahora será permanente?
── El señor me pidió le informara que esta fuera por dos semanas de la empresa puesto que se tomara unas vacaciones, también me pidió que le señalara, mientras el este en sus vacaciones yo seré su secretaria para tenerlo al corriente de todo lo que ha ocurrido en las empresas mientras usted no a estado. ── dice en tono monótono que pasa a un nuevo nivel de aburrimiento, tal vez ella necesite más las vacaciones que su tío.
── Entonces...
Pero se ve interrumpido abruptamente por Fernanda ── Señor no tiene permitido quedarse a dormir en la casa de huéspedes puesto que la he comprado. ── escuchando eso se queda paralizado momentáneamente puesto que él desde los 17 años no se ha quedado a dormir en la gran casa de la familia, asiendo de esa casa que está dentro de los terrenos se la gran mansión su propio refugio.
── Señora debería preguntar el por qué ha comprado el lugar donde yo particularmente me quedo cuando todavía no está listo mi departamento o peor cuando no me dejan ir a este para recoger mis cosas ── dice muy enfado hasta caer en cuenta de algo importante. ── ¡¿Que ha hecho con mis cosas?! Si las...
Levantando la mano Fernanda reclama la absoluta atención del joven ── Señor, le informo que todas y cada una de sus pertenencias están en su departamento pero por órdenes de su tío. Si fuera por mis todas esas cochinadas estarían en una pila quemándose.
── Fernanda ── dice tomando con sus dedos el puente de su nariz conteniendo su muy mal humor.── La cosa que siempre le tendré y nunca le faltare es el respeto pero con esas declaraciones usted se ha degradado así misma pero lo que nunca aceptare que le diga a las cosas de mi madre y de mi padre que deberían estar en una pila de basura, aprovecho la ocasión para decirle que su actual esposo es una mierda. ── Terminado de decir eso ninguno de los dos se habían percatado que el auto estaba estacionado en la entrada de la casa por más de cinco minutos hasta que el conductor abre la puesta de Peter y antes de salir dice finalmente. ── Sé que me tiene rencor, no sé porque, pero que se meta con lo único que me ha quedado de mis padres es muy inhumano hasta para usted que ha sufrido más perdidas que yo, solo espero que su linda hija encuentre a alguien rápido para salir de sus garras.
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Mi Segunda Oportunidad de Amar
Teen FictionEllos son la causa de que piense en el Amor Verdadero, ese que te espera aunque se estén muy cerca o aquel el cual sin medir en las circunstancias de las personas se aman de verdad con un sincero sentimiento de afecto y amor, la confianza que se gan...