Capítulo 5

1.6K 121 18
                                    

Todos los personajes pertenecen a Suzanne Collins

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Capítulo 5

PoV Eve

Me despierto porque escucho que algo se cayó en el pasillo asustada me levanto a ver que pudo ser. Aun traigo la ropa porque me quede dormida de tanto que llore, me doy cuenta que mi Papá me quito los zapatos y me cobijo. Abro la puerta y me asusto al ver a mi Papá tirado en el piso junto a la meza que adorna el pasillo, ahí tenemos nuestras fotos y un pequeño jarrón que se rompió.

-- Papá- corro a su lado.

-- Perdóname Eve no quería despertarte- me dice intentando sonreír- Estoy bien, tranquila- Me doy cuenta que no es cierto porque veo una de sus manos sangrar, se la levanto para ver que tanto daño se hizo.

-- Es una cortadita, se ve más grande de lo que en realidad es- dice.

Lo ayudo a levantarse y puedo oler el aroma a alcohol en él. Siento como me quiere apartar para levantarse, pero cuando lo veo temblar decido ayudarlo a ir a su cuarto. Lo dejo en su cama para correr por el botiquín de primeros auxilios, le limpio la sangre, para colocarle un curita.

-- Mi pequeña enfermera-dice- Pero falto mi beso para que se me cierre la herida-Cuando era pequeña y me caía o me lastimaba él me daba un beso diciendo que con eso dejaría de dolerme o se curaría mi herida. Con una gran sonrisa le doy un beso en su mano-Gracias- me acaricia la mejilla.

-- Ahora duerme- le digo cobijándolo.

Me siento a su lado para acariciar su cabello, igual que él lo hace cuando me ve triste. Nunca lo había visto tan triste como lo veo en este momento, usualmente mi Papá sonríe y siempre está animado y feliz, me siento molesta porque se quien es la causante de que mi Papá se haya puesto así...nuevamente.

Cuando tenía unos nueve años, unas niñas mayores comenzaron a molestarme diciendo que mi Papá era un borracho como Haymitch. En ese momento ya no aguantaba que me dijeran cosas, así que termine golpeándolas y aunque yo era más pequeña logre hacerlas callar. En la noche le pregunte a mi Papá porque decían eso, él me conto que cuando mi Mamá se marcho intento olvidarla y esa fue su manera, pero me aseguro que nunca ha vuelto a tomar, hasta esta noche.

-- ¿Puedo quedarme a dormir?-le pregunto.

-- Estoy bien, no tienes porque, preocuparte.

-- Claro que no estoy preocupada por ti- digo- solo que hoy no quiero dormir sola, creo que escuche ruidos en mi armario.

Mi Papá sonríe y me hace un espacio para que me acueste dándome una almohada, me cobijo y tratamos de dormir. Sé que ambos tenemos a la misma persona en la mente, Katniss Everdeen. Estoy molesta porque su regreso abrió la herida que mi Padre y yo habíamos cerrado. El verla nos sacudió porque ambos creíamos que nunca volveríamos a saber de ella. ¿Qué piensa? ¿A qué regreso?, seguramente sus intenciones son egoístas como todos sus actos, nunca ninguna acción de ella ha sido de buena voluntad, lo único decente que hizo fue dejarme con mi Papá y ahora lo arruinaba regresando. Aquí ya no la necesitamos, pienso, ojala que se fuera. Cerré mis ojos decidida a ir a verla mañana para enfrentarla y decirle lo que pienso.

Sentí la barba rasposa de mi Papá en mi frente dándome un suave beso. Abrí los ojos para encontrar su mirada aun triste.

-- Sigue durmiendo, es muy temprano y es sábado- me dice suavemente.

-- ¿Vas a ir a trabajar?- pregunte.

-- Sí.

-- ¿Te sientes bien para ir?

Regresando a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora