Capitulo 4:¿Qué nos sucede?

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La fiesta había iniciado a las tres de la tarde, sin embargo estaba prolongada hasta el amanecer, pues eran las doce y media y los mayores parecían no tener ganas de terminar aquello temprano.

Corbin, su esposa y su hija menor se fueron a la casa y dejaron al resto en la fiesta que parecía ser más de ellos que de Milagro. El tono empezaba a subir poco a poco y cuando menos se dieron cuenta, el alcohol comenzó a hacerlos mostrar a los imperfectos que tenían dentro de ellos.

Anaél siguió a Oscar, quien le quería mostrar algunas estrellas, de todos, eran los que menos habían tomado y que no estaban disfrutando del todo la fiesta porque no estaban tan tomados como para reír por todo.

Elibel se había marchado con el pretexto del viaje a España y André había salido justo detrás de ella para recoger a la mujer que le había llamado antes.

-¿Estas aburrida?- dijo Argus a su esposa- Aun no me has dicho porque llorabas cuando te encontré.

-Estaba emocionada por tu regreso- dijo jugando con la copa entre sus manos.

-Tampoco has bebido, durante estos días he sido paciente, pero poco a poco comienzas a molestarme, no entiendo porque rayos estas molesta o que hice.

-Es un poco lo que sucede con ella- dijo mintiendo- he pensado en que soy una intrusa, me metí entre ella y tú. Seguramente ahora serían una linda y feliz pareja.

-¿Por qué sacas el tema después de cuatro años?- ella tomo la copa y dio un gran trago.

-Porque es momento de decir lo que realmente tengo en mente. Ya no quiero quedarme callada, mirando como destrozo tu vida- él le quito la copa.

-No lo has hecho- ella miro hacia otro lado y él espero a que volteara pero no lo hiso.

-Recuerdo que estaba ilusionada cuando me pediste ser tu novia y después... vino la boda... entonces pensé que tenía demasiada suerte, que era lo mejor que me había pasado. Entonces fui muy egoísta atándote a mí. Te quise a mi lado sin importar el que, simplemente aproveche el momento.- se levantó- Estaría bien si planeamos el siguiente paso.

-¿Y cuál es ese?- dijo mirándola, entonces ella comenzó a caminar y él la siguió lentamente hasta llegar a la entrada de la casa.

-El divorcio- él se detuvo, aquello no era para tanto, simplemente estaba alejándose cada día más y no entendía la verdadera razón o no quería hacerlo pues entre sus hipótesis estaba su hermano quien pasaba más tiempo con Victoria.

-Es divertido que lo digas ahora, justo cuando me confiesas que te interesa alguien más, puedo estar equivocado, pero lo que más se acerca a la realidad es tu gusto por alguien más.

-¿De qué hablas?- se quedó abriendo la puerta y él le tomo del brazo.

-De tu nueva conquista, de ese estúpido a quien de verdad quieres, ese imbécil por el que me estas cambiando.- ella se quedó sollozando mientras él se regresaba a la fiesta.

Cannelle iba emocionada tomada de la mano de aquel hombre moreno, llegaron hasta su habitación y cerraron con seguro, estaba tan bebida que tuvo que detenerse de la silla frente a su tocador, él simplemente continúo su andar hasta la cama, en donde se sentó.

-Me robas un beso, me miras todo el día, ahora ¿piensas violarme? ¿Abusaras de mí?- ella soltó una sonora carcajada que termino en cuanto se dio cuenta de que su padre la escucharía.

-Estoy segura de que no podría abusar de ti, más bien tengo tu consentimiento, quiero que me tomes por la cintura y me hagas el amor- él simplemente se divertía con lo que decía y sus movimientos tan sugerentes y descoordinados, entonces se levantó por ella y cuando la iba a besar, simplemente la observo huir al baño.

PROMETO AMARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora