Chemical Idiot

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Salí corriendo del edificio sin pensarlo dos veces. Si Oliver había encontrado a Scarlet seguramente estarían en pleno modo pareja y no quería estar ahí; sin mencionar que si veía a Oliver iba a meterle un puñetazo por dejarme sola con esas dos locas. Bastante buen amigo.

Una vez me alejé lo suficiente decidí caminar a casa, a ver si así lograba aclarar mi mente un poco, y así podía evitar las cámaras que plagaban la estación del metro y los paraderos de autobuses evitando ser reconocida por algún miembro del equipo de seguridad que le pudiera contar a mi madre que me habían visto fuera de la escuela durante el horario de la misma.

Me gustaba caminar, y por lo general convencía a Oliver y Scarlet que lo hicieran conmigo, ya fuera de regreso a casa o camino a la escuela, incluso los arrastraba a los festivales de verano y de inicio de año, aunque a esos iban siempre como pareja y me dejaban a mí como la tercera rueda, motivo por el cual solía pedirle a alguien que me acompañara, los últimos años había ido con el hermano mayor de Oliver, quien no podía salir libremente con su novio así que nos cubríamos la espalda mutuamente. Roger era un muchacho excelente, y si se sintiera atraído por las chicas ya me hubiera confesado hace tiempo.

A mitad del camino entre mi casa y la escuela había un parque, no era la gran cosa pero servía para distraerse, y en vista de que no tenía nada más que hacer, decidí ir a esconderme ahí un rato, tal vez mecerme en los columpios un poco, o construir un mediocre castillo de arena en la pequeña arenera, luego iría a comprarme algo dulce y poco saludable antes de ir a casa a esperar a mamá.

Me encontraba a algunos pasos de la entrada parque cuando noté unas figuras sentadas junto a los columpios, dos estaban en el suelo pero uno se mecía ligeramente sin levantar realmente los pies, no podía ver sus rostros pero lograba escuchar sus risas, por lo que me di cuenta de que eran unos muchachos.

Pensé en retirarme rápidamente y correr hacia algún destino seguro, pero uno de los muchachos que estaban en el suelo levantó la vista y me vio.

— ¡Hey, chica linda! — Llamó y sus compañeros giraron sus rostros en mi dirección, traté de hacerme la tonta, mirando a los lados pero el muchacho soltó una carcajada, — ¡te hablo a ti! ¡La bonita de la falda corta!

— ¡Idiota! ¡No sabes si es bonita! — lo regañó uno de sus compañeros y fruncí el ceño.

— ¡Toxic! ¡No puedes hablar así de una dama! — lo reclamó el primero, luego soltó una risa y se puso de pie, sabía que la opción más inteligente era salir corriendo de ahí, pero no encontré la motivación para hacerlo, estaba pegada al suelo.

El muchacho llegó a mi altura y sonrió.

—Realmente eres linda—sus ojos castaños brillaron cuando se encontraron con los míos, luego extendió su mano entre los dos. —Mucho gusto, Digital Zombie, para servirte.

Lo examiné de manera curiosa, tenía un gorro de lana que le cubría el cabello en su totalidad y vestía con una camiseta con un tiro al blanco en el centro, jeans negros algo gastados y Chucks clásicos llenos de manchas de pintura. Sin embargo, lo que me causó extrañeza fue su nombre: 'Digital Zombie'; sin embargo, apreté su mano entre la mía y le sonreí, si bien dudaba que debería estar haciendo esto.

—Mucho gusto, eh, Zombie.

—¡Bonita y amable! Ya no las hacen cómo tú, ¿verdad, cielo? —me guiñó un ojo y dejó caer nuestras manos, aunque en ningún momento soltó la mía. —Ven, quiero que conozcas a mis amigos. —Y sin darme oportunidad de cambiar de parecer ya me estaba arrastrando hacia los otros dos muchachos que nos miraban con curiosidad.

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