capítulo 3

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Ah pasado una semana desde que no veo a Asdrúbal, una semana en que trato de Evitar a Rustam ya no quiero que me mienta yo pensando que lo conocía aunque un poco y no es cierto, quizás la cosas que me ah dicho sean mentira, no sé, cuantas veces me ah mentido. Por mi parte siempre le eh hablado con la verdad y no le eh mentido. Eh pensado mucho en Asdrúbal y en sus palabras, esa noche no pude dormir ya que no le pude contestar. No sé qué es lo que me está pasando con Asdrúbal, también me pasa lo que a él, esa atracción que sentí la primera vez que le vi y lo que sentí cuando roso sus labios con los míos no lo eh sentido con otro hombre, no es que allá tenido muchos hombres en mi vida, mis tíos siempre fueron muy estrictos conmigo, no me dejaban salir a esas fiestas clásicas de adolecentes, ni a mí tampoco me gustaban, siempre han estado primero mis estudios. Haci que nunca me llamo la atención ningún chico, eso no quiere decir que nunca allá besado. Me saco de mis pensamientos la campana, el tiempo se pasa muy rápido cuando estas pensando.

Tome mis cosas y salgo del salón, estaba en clase de Filosofía uno. Como adelante varios trabajos de esta materia, no tengo que preocuparme tanto por anotar las cosas que manda el profesor, gracias a dios. Hoy no me toca ir a trabajar ya que le pedí permiso a mi jefa, para ir a hacer el trabajo con Tobías en su departamento.

Salgo de la universidad y miro la melena negra de Tobías, quien parece estar esperando a alguien. No le tomo mucha importancia y sigo caminando. Voy a mitad de camino cuando veo que alguien me detiene. Me volteo y miro los penetrantes ojos negros de Tobías, le sonrió mientras me zafo con delicadeza de su agarre.

-hola Alina-me sonríe y yo le devuelvo el gesto-te he notado distraída-me mira con un poco de duda. Muerdo mi labio al recordar en que estaba pensando hace un rato.

-no, no es nada ya sabes siempre soy distraída-me rio entre dientes el me mira, pero no se ríe solo asiente-¿y tú? ¿Cómo has estado?-le pregunte mientras comienzo a caminar ya que no quiero que me deje el bus como ya varias veces me ha ocurrido.

-muy bien-asiento- ¿quieres que te lleve a tu casa?-me detuve, lo miro y con una ceja alzada-claro, claro, si tu quieres-se ríe entre dientes. No estoy muy segura igualmente el no se ve mala persona, bueno con ese aspecto de chico malo si se ve un poco malo rio mentalmente por eso. El va vestido con un jean azul marino y una camisa blanca. Hoy no hace tanto frio como los demás días hoy un sol esplendido.

-claro, no hay problema-le sonrió.

-mi carro no esta tan lejos, lo deje en el estacionamiento-asiento, mientras comienzo a caminar al lado de él. Saco mi móvil, y tengo una llamado perdida de mi Tía, no me preocupo porque me llame ya que ella siempre lo hace.

Cuando llegamos al auto, me abre la puerta susurro un "gracias", entro y veo como rodea el auto, y entra en el.

Charlamos un rato de el trabajo que aremos y me doy cuenta que es muy inteligente y le apasiona lo que estudia. Me deja en mi apartamento y se despide de mí.

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En este momento me encuentro tomando un jugo de fresa, mi favorito. Ya estoy lista para ir a casa de Tobías, son las cinco de la tarde. Pediré un taxi, mejor dicho estoy esperando que el portero me llame para ver si el taxi ya llego y como si alguien me fuera escuchado me llaman a la puerta.

Abro la puerta y justamente es el portero.

-señorita el taxi la espera-asiento, salgo de el apartamento con mi móvil, dinero, y el bolso de la universidad con todos los instrumentos para hacer un trabajo en el. El portero me acompaña hasta el taxi le doy las gracias y me monto en el taxi, le doy la dirección al taxista y me encamino haci la casa de Tobías.

Vendido Al DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora