DE HOMOFOBICA A HOMOSEXUAL

CAPITULO 7

Es un largo día y sin duda alguna, hasta ahora a logrado ser el mejor, gracias a Nicole.

Me ha contado de ella, sobre sus gustos, su historia y su edad que es de 19, parece de 15. Quizá ella toma esta conversación como algo normal, sin sentido, una hetero, amiga de su futura novia, le habla, es normal para ella y mi corazón por el contrario salta de alegría con cada palabra que leo de su parte.

-Oye, Sofia ¿por que me hablaste? Escribe dudosa.

¿Que le digo? Un frío recorre en absoluto todo mi cuerpo logrando acelerar de inmediato mis latidos. ¿Que hace esta chica para ponerme así por una absurda red social?

-¿la verdad? Respondo repentinamente, con el fin de asegurarme si debo decirle lo que me sucede por ella, o si es mejor ignorarlo.

-¡Obviamente! Pero antes que nada, quiero que sepas lo mucho que me alegró ver ese mensaje de tu parte, tu saludo, alegro mi día.

Miles de sentimientos hermosos chocando en mi pecho, en mi cuerpo, en mi alma, en todo mi ser, logran mostrarme lo que debo de hacer. Así, segura de lo que le daré a conocer a Nicole, empiezo a relatar de la forma mas acertada que encuentro, cada cosa hermosa que logra en mi y gracias a esto ella me da a conocer que también siente muchas cosas por mi, desde que me vio. ¿Que más le puedo pedir a la vida?

Han pasado varios días, Nicole me trata como su novia, aunque hay una chica de por medio, pero yo no le doy mucha importancia a esta, pues desde dicho día no he tenido el valor de verla de nuevo y se me estremece el cuerpo de solo pensar en eso, pues lo mas probable es que en dichoso momento nos besemos. ¡NUNCA HE BESADO A UNA MUJER!

No le he comentado en lo absoluto a nadie, pues no me siento preparada para esto ¿Que pensaran de mi? ¿Una lesbiana? ¿Y lo que decía yo donde queda? ¿Ese nunca con una mujer? Miles de dudas me atormentan de inmediato cada vez que se me viene la idea de contarle a alguien sobre Nicole. Es absurdo, no lo diré, nunca, nadie se tiene que enterar, así todo sera mas sencillo.

Steven llega un día sin avisar a mi casa, tocando muy fuerte a mi puerta. Abro ésta, asustada sin saber que sucede y el, solo entra pidiendo que tome asiento, para que hablemos seriamente. El miedo se apodera de mi, lo único que se torna en mi mente es si sabrá algo de Nicole y yo.

- ¡Tengo un secreto! No te enojes si no te lo conté Sofia, deberás entender que no es sencillo el hecho de saber que tan mal amigo soy, eres mi mejor amiga, mi hermana, estos años de amistad has demostrado no ocultar nada, siempre hablar con la verdad y yo de patético escondiendo cosas, así no es.

Calmo mi miedo, sintiendo una culpa inmediata por el pensamiento que me ha dado a conocer Steven que tiene sobre mi, así que decido dar un poco de tranquilidad a esta conversación tan paranoica.

- ¡Embarazo! Casi que no, anda, como lo llamaremos- reímos los dos por mi ocurriencia- cuentame, sabes que puedes confiar en mi, deja la tontada- digo tomando su mano, colocándome en la posición adecuada para escucharlo.

- Dejare los rodeos. ¿Recuerdas a Mauricio? Obviamente lo recuerdas, que tonto soy- sonríe con miedo. - Estuvimos juntos en casa de Deimy, ella salio de viaje con sus padres y el quedo encargado de su vivienda. Fui un día a pasar un buen rato, pedí que te llamara y no accedió, todo sucedió muy rápido, fue producto de su seducción, o la mía, pero estuve con el novio de Deimy. Ya, tenia que decirlo. - Termina su relato a la espera de mi respuesta.

Sorprendida, pero gratamente satisfecha por saber que mis sospechas eran ciertas hacia Mauricio, le doy paso a una larga y profunda carcajada, soltando mis mas sinceras risas.
- Lo sabia, el es gay, es un gay reprimido. - sigo riendo sin control.

Steven se torna mas tranquilo, como si hubiese contado su mas profundo secreto y me abraza, yo lo suelto de inmediato, confesándose mi secreto. Le conté cada sentimiento, cada conversación, todo muy detalladamente.

-¿Y? ¿No dirás nada Steven?- Digo al finalizar mi relato, con un poco de terror sin saber su respuesta ante esta fuerte noticia.

Steven después de unos minutos grita y llora sin control, no lo puede creer, no sabe si regañarme o si alegrarse, esta sorprendido ¿Quien esperaba esto de mi? Nadie, en lo absoluto. Me abraza, me transmite todo su apoyo, hace de este momento el mas añorado para mi, me siento protegida en sus brazos, se que con el a mi lado, no estaré sola en el resto de mis días. Es lo mejor que el cielo me ha podido dar.

Pasan los días y Nicole se siente orgullosa de mi, pues ya enfrente a la primer persona cercana, pero ella le teme al que dirán de mis padres, yo no me preocupo por ello, se que no se les pasa nada por la mente, ni se imaginan, lo se, los conozco.

- Oye, estaba pensando y me gustaría verte bonita.- Recibo este mensaje de Nicole en mi móvil, me emociono de inmediato, y acepto el vernos.

- 5:00 pm en tu casa ¿Te parece?- respondo rápidamente a su texto. Ella accede.

Tocan a mi puerta, es Steven, pues acabo de entrar en una crisis nerviosa así que le llame, por Dios, no se que hacer, me llena de emoción y de terror al mismo tiempo el hecho de verla, pero no faltare. De eso estoy segura.

Arreglo mi cabello, me visto con la ropa mas hermosa que encuentro en mi armario, coloco un poco de maquille en mi rostro, cepillo mis dientes con mucha emoción y... Me agarro fuerte de de la cama.

- Me niego a salir ¡Maldicion! Llama y cancela, no soy capaz, tengo miedo Steven.

Steven toma su celular en las manos y yo volteo de inmediato fijando mi mirada en su rostro, sin saber claramente que piensa hacer con este.

-Hola, podrías enviarme un taxi a esta dirección, te agradezco.- Corta la llamada con una sonrisa llena de malicia - No faltaras, lo he decidido.- dice con seguridad.

Llegó el taxi, siento que mi corazón saldrá del pecho, no quiero bajar las escaleras de mi casa, me tiemblan las piernas, siento un zoológico en mi estomago, porque aseguro que no son las famosas mariposas.

Han pasado mas de cinco minutos y Steven nota que en verdad no seré capaz de bajar, así que sube por mi. Toma mi cabello con sus manos, riendo con maldad, me tira prácticamente al taxi, pide que me lleven a dicha casa, y se despide de mi.

Me siento morir, cada vez estoy mas cerca de ella ¿Y si la beso y me gusta? ¿En definitiva me gustan las mujeres? ¿Que sucederá? Las dudas y los nervios acompañan el transcurso del taxi, desde mi casa hacia la de ella.