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En tiempo record estábamos desnudos sobre las sabanas, devorándonos, probando cada parte de nuestros cuerpos que por tanto tiempo se nos fue negado y es que nuestro amor es grande y va mas allá de cuerpo es mas algo del alma.

Todavía recuerdo como las sabanas guardaban sus quejidos, la forma en que sus uñas rasgaban mi piel, todavía siento el calor de sus dedos recorriendo mi cuerpo. Rápidamente a parto esos pensamiento de mi cabeza es que todos los días de mi triste vida antes de ir a la cama la recuerdo a ella, recuerdo su valentía, la forma que tenia de amarme y como dio su vida por mí, aunque no fue lo mejor ya que me condeno al peor infierno que puede estar sometido una persona a vivir sin el amor de su vida.

Apartando esos pensamientos de mi voy caminando hacia mi despacho y tomo entre mis dedos la pintura que tengo de ella en la pared, aunque siendo sincero debo confesar que tengo cientos de ellas en mi habitación especial es una forma de mantener todos sus rasgos intactos en mi memoria aunque no necesito de un cuadro para acordarme hasta del mas mínimo detalle de mi hermosa. Para alguien como yo que lleva cinco siglos viviendo un martirio con ganas de terminar con su tormento pero que gracias a una promesa sigue adelante en algo debe de invertir el tiempo.

Tengo en mi memoria el recuerdo fresco de cómo fue la mañana siguiente de la noche que pasamos juntos después de nuestro reencuentro.

- Dormilona por fin despiertas.

- ¿Cuánto llevas mirándome con esa cara de maníaco?

La verdad es que esta preciosa, pelo despeinado que le da un aspecto relajado y natural, pero mejor aun desnuda en mi cama.

- La verdad es que casi toda la noche.

- ¿Es broma verdad?

- No, lo que sucede es que los vampiros no necesitamos dormir a veces lo hacemos pero no es una obligación.

- Ya no me agrada ser vampira, amo dormir y no creo poder vivir sin hacerlo.

- ¡Te ves tan tierna!

- Sí, tengo que tener una cara más tierna, despeinada, sin lavarme los dientes y con una cara horrorosa, debo estar desprendiendo ternura ahora mismo. Ya, hablando enserio hay muchas cosas que todavía no se de tu vida como vampiro. Por ejemplo ¿Es verdad o mito que no pueden salir al sol o es verdad que deben pasar el día en ataúd?

Tan curiosa y calculadora como siempre, me acerque a ella y le di un tierno beso nos pusimos de lado en la cama para estar cara a cara.

- Es cierto que no podemos salir a la luz del sol pero no por eso debemos de cargar con un ataúd esos son mitos, tampoco salimos corriendo cuando nos muestran cruces o ajos esas son tonterías de la gente. Somos casi intocables pero con solo una simple estaca de madera nos volvemos cenizas creo que es lo único que nos puede dañar al igual que cuando nos desprenden la cabeza. Nos alimentamos solo de sangre y tenemos que hacer cualquier cosa por ese líquido tan vital. Otra cosa es que solo entregamos el corazón una vez, cuando escogemos una persona es para toda la vida o la muerte.

- ¡Wau que intenso! Me da mucho gusto saber más cosas de tu ahora vida pero tengo ganas de besarte.

Esas son las simples cosas que hacen que me enamore más de ella. Sin pensarlo dos veces que abalance sobre mi reina y nuevamente hicimos el amor, dando todo de nosotros, entregándonos sin condiciones ni medidas. Con cada beso le transmitía todo lo que significaba para mi vida lo afortunado que era de tenerla para siempre. Nos dejamos llevar por la pasión una y otra vez, me adentraba en ella con mucho cuidado midiendo mi fuerza pero a la vez con algo de brusquedad como bien dicen: las cosas no son buenas ni tan fuertes que duelan ni tan suaves que aburran. Cuando por fin su respiración volvió a la normalidad algo me llego al pensamiento.

- Anoche me dijiste que te ibas a casar ¿Solo lo hiciste para hacerme daño verdad?

- Hace poco mi padre le escribió a su compadre Hugo ofreciéndome en matrimonio con su hijo Esteban pero claro que yo me negué para ese tiempo todavía te amaba es decir te amo, pero sabes como es mi padre de sobre protector así es que no me quedo de otra que aceptar en ese entonces no tenía motivos para pelear con mi padre pero ahora estoy más que segura que haré lo que tenga que hacer para no casarme con ese imbécil.

No podía negar que me moría de celos peor en algo si estaba de acuerdo con mi reina, sobre mi cadáver dejaba que ese matrimonio se lleve a cabo.

- ¿Para cuándo es la boda?

- Es en una semana, el lunático de Esteban se quiere casar en su mansión en la noche ya él y mi padre tienen todo preparado para el domingo.

- Muy bien, para ese entonces tendremos todo planeado.

Nunca dejaría que ningún hombre ponga sus manos sobre ella ni en esta vida ni en ninguna.

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Mas allá de los tiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora