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Mi hermosa se separo de mi de inmediato es gracioso como escondió mi cuerpo detrás de de ella. Yo estaba frisado tenía seis personas delante de mí y podía percibir el peligro que corríamos mi amor y yo.

- Padre ¿Que hacen ustedes aquí?

- Eso debería de preguntártelo yo a ti. ¿No crees?

El hombre estaba dolido y no lo podía ocultar por mas que se hacia el indiferente, y ya yo iba entendiendo algo.

- Padre dile a todos que se vayan y lo hablaremos tú y yo. Todo lo que he hecho tiene una explicación.

- Pero si no has hecho nada amor solo estas luchando por lo que sentimos y el no te puede obligar a casarte con quien no quieres.

Todos me miraban con cara impaciente y algo me dice que no saldré con vida de aquí.

- No mi amor hay algo que no te he dicho.

- Ni puedes decirle.

Grito su padre esta vez.

- Queridita sabes que él tiene que morir hoy.

- Sobre mi cadáver y lo sabes estúpido.

Vaya por fin muestras tu verdadera cara queridita. Le contesto el imbécil del prometido de mi reina y yo estoy aquí parado sintiéndome fuera de lugar como si la cosa no fuera conmigo o mejor dicho como si estuvieran hablando en clave.

- ¿Mi amor que está pasando?

No me pude aguantar quiero saber que sucede. Miro a mí alrededor y todos están en posición de ataque.

- Ya te explico.

- No hija, no te condenes sabes que el único que va a morir es el.

La voz de su padre sonaba preocupada pero lo único que me serenaba era la tranquilidad en la voz de mi reina yo sabía que ella lo tenía todo bajo control.

- ¿No lo has entendido padre? Yo sin el estoy muerta. ¿Acaso no recuerdas como fue este año sin él?

- Mi amor me estoy impacientado cuéntame.

Ya no podía mas con el suspenso y mi instinto de supervivencia hicieron que mis colmillos salgan.

- ¿Ves hija, eso es lo que quieres? Sé que sufriste pero ya lo estabas superando o eso me hacías creer. ¿Quieres estar con un ser maligno?

- No lo juzgues sin conocerlo padre.

Ella se giro para estar frente a frente a mí. Vi la angustia y el miedo en su mirada, ella puede engañar a todos menos a mí.

- Quiero que me prometas que pase lo que pase vas a confiar en mí, no importa lo que veas, ni lo que escuches. ¡Prométemelo!

Su tono suplicante me estaba matando pero más me mataba saber que algo la esta torturando.

- Te lo prometo cielo.

- Ok, no me interrumpas. Y padre solo les pido a todos que antes de tomar una decisión me escuchen y escuchen mis razones. Y sobre todo para que todo sea más fácil deben jurarme que pase lo que pase dejaran que el salga con vida de aquí.

La verdad es que ya yo no estaba entendiendo nada pero no me gusta el rumbo que está tomando la conversación.

- Júrenlo todos o saben que no saldremos ninguno con vida de aquí. Pero si todo sale como lo acordado tendremos la mejor oportunidad para vivir nuestras vidas plenamente, todos hacemos lo que vamos hacer por un bien común.

Mas allá de los tiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora