Kuro! Kaneki Ken

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Cómo se conocen.

Silencio.

Eso era todo lo que pedías.

Estabas en el recreo, en una de las bancas de la cafetería tratando (y fallando) de bloquear el inmenso barullo que había en el lugar para leer un poco.

No te hubieses molestado tanto si no fuera por que la razón de tal alboroto era el hecho de que habían incluido un par de reglas en las hojas pegadas en los muros con el título de: "Medidas preventivas contra ghouls."

Obviamente, las reglas que estaban impresas ahí eran impuestas por las palomas de la CCG.

¿Tu opinión en esto?

No se merecían ese tipo de trato. ¿Acaso no era necesidad humana comer carne? ¿Acaso no era lo mismo que comer una gallina o un cerdo?

Los ghouls sólo atienden sus necesidades, al igual que ellos.

Hipócritas...

Supongo que por esos pensamientos no eras muy sociable. No me malinterpretes; tenías amigos, pero desafortunadamente estaban atrapados en las páginas de tus libros.

La escuela terminó mucho antes de lo que esperabas y te dirigiste a tu trabajo de medio tiempo en la veterinaria.

Rápidamente entraste al lugar y saludaste a la persona encargada del lugar; Allie.

Allie era una persona un par de años más grande que tú y ya había terminado su carrera como veterinaria. Era una persona amable y social. La razón por la cual trabajabas con ella era por que también querías ser una veterinaria como ella.

Allie inició el negocio una vez que se percató de cuántos animales abandonados habían en las calles de Tokyo y decidió abrir un lugar que les encontraría un hogar. Es una excelente persona y adora atender a las mascotas de las demás personas.

"¡Buenas tardes, (T/N)!" Te saludó de vuelta. "Tu uniforme está en el cuarto de empleados y por favor date prisa, hoy llegará un paquete nuevo de gatitos que encontraron en la calle y necesitamos revisarlos para ver que no tengan nada ¿vale?" Le sonreíste y asentiste con tu cabeza para después ir al cuarto y cambiarte.

Saliste y empezaste a asear el lugar, como siempre. De pronto, el timbre sonó y tú, como Allie salieron inmediatamente a recibir a las personas.

En las manos de esas personas había una caja con una docena de gatitos de varios colores, sin duda la vista era agradable. Allie tomo la caja en manos, agradeció a las personas y volvió a meterse.

"Parecen estar saludables. No hay heridas o enfermedades que se detecten a simple vista. Estimo que tendrán entre dos o tres años de edad." Pausó un poco. "Se ven bien, aún así les haré un estudio. Por favor cuida de la tienda y dale de comer a los perritos." Me dijo, indicando los cachorros que estaban en la entrada para llamar la atención del público. Asentiste y Allie desapareció en el laboratorio.

Agarraste un costal de la comida para cachorros y saliste sin ver muy bien gracias al costal. Caminaste un poco antes de que un chico chocara con el costal de tus manos y se cayera en el lugar de los cachorros; haciendo que toda la comida se le cayera encima y que rompiera la pequeña barda que retenía los cachorros. El chico cayó con un pequeño 'hmph' y tu reprimiste un grito de sorpresa.

Los cachorros no se salieron del amplio lugar en donde estaban y en vez se dispusieron a quitarle la comida que tenía encima el pobre chico.

La pura escena te hizo reír. ¡Era adorable!

El chico trató de quitarse los cachorros de encima, y después de reírte unos cuantos segundos le ayudaste. Finalmente le extendiste la mano y él la tomó tímidamente, haciéndote sonrojar.

"L-Lo siento (T/N)-chan..." Murmuró. Volteaste a ver al chico y reconosiste que era el chico que tuvo el accidente, Kaneki Ken.

"N-No, no. No importa. ¿Te encuentras bien?" Le preguntaste.

"Sí, gracias." Volteó a verte a los ojos y luego a la barda. Abrió su boca y empezó a sacudir sus manos. "¡Lo siento tanto! Y-Yo lo arreglo..." Dijo mientras se agachaba y trataba de componer la barda. Tú te agachaste y también le ayudaste; creando, de vez en cuando, un roce discreto entre sus manos que hacia que la cara de ambos se pusiera de todas las tonalidades de rojo a rosa.

Finalmente, con la ayuda de diurex y pegamento, la barda quedó como nueva y los cachorros ya estaban seguros y alimentados.

"Gracias, Kaneki-kun." Le dijiste. El se rascó la nuca nerviosamente.

"No hay de qué disculparse, (Y/N)-chan, yo fui quien tiró la barda en un descuido." Reíste un poco y le extendiste la mano.

"¿Nos veremos luego?" Le preguntaste, un poco más segura. Él asintió.

"Nos veremos luego." Su mano se entrelazó con la tuya y sacudieron ambas, cerrando una pequeña promesa entre los dos.

~~

¡Whoop! Otro terminado... Tarde pero terminado.

Gracias a Andrekitsune por votar.

Las peticiones están abiertas.

¡Nos veremos luego!

~ MikasaOshiete.

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