Capitulo 40

26 3 0
                                    

La puerta de su auto quedo abierta para que yo pudiera entrar.
Lo primero que hice al hacerlo, fue acomodar mi mochila en mis piernas y mirar al frente.

No sabia cual iba a hacer mi proxima reaccion...

—Sabia que ibas a entrar. —Pude sentir su sonrisa triunfadora.

—¿Sabias? —frunci mi ceño.

No podia saberlo, ¿Qué se cree?

Tranquila preciosa. — su voz era calmada. — Si has venido aqui, pues tenemos que hablar.

—No tengo nada que hablar contigo.— mire directamente a sus ojos.

—Pero... no puedes olvidar todo lo que paso entre nosotros.

Y otra vez con eso... No porfavor.

No pienso responder a un tema super estupido.

Gire de mi cuerpo para mirar a la ventanilla del auto.

Derrepente empezo a hablar por telefono.

—Hola Chat, ¿Que tal?,  jajaja, eres un gilipollas. Estoy con mi novia.

Frunci mi ceño.

¿A que se referia con “mi novia”

—¡Maldito, ¿que estas diciendo? — parecia histerica.

—Chat, mejor te corto, porque se a puesto un poco molesta.... Te veo luego en el bar. —colgo. 

—¡Respondeme!. — grite.

Sonrio levemente.
Estaba a empezando a odiar esa sonrisa.

—No debes porque ponerte asi... solo es cuestion de tiempo. —volvio a manejar, mirando al frente.

—¿Pero como te atreves a decir eso?, ¿acaso lo soy?

—Lo seras. — guiño su ojo.

—Nunca, yo soy novia de Matt, ¿ok?

Movio sus ojos.
Maldito imbecil.

—No creas que te saldras con la tuya Amanda... Te hago recordar que Matt aun no sabe lo de nosotros.

Mi cuerpo se tenso al mismo instante, ademas de malo es amenazador.

Porfavor que ya lleguemos lo mas pronto posible.

(...)

—¿Nisiquiera un gracias?— pregunto descaradamente.

Claro que no, tonto.

Le saque el dedo medio y cerre la puerta.

Empece a caminar lo mas normal posible que pude, pero era algo casi imposible ya que todos me miraban como un bicho raro y extraño en la universidad.

Era verdad que no conocia a todos aquí. Pero tampoco me considero una persona antisocial.

Sin importarme, llegue asi hasta el salon.

Matt estaba molesto, se notaba.

—Hola amor. — lo salude besando su mejilla.

—¿Porque no me contaste sobre lo de tu y Patch?


Gracias por leer, votar y comentar.

 

No dejo de soñarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora