Dolls.《Muke》

Gamma

Era el cuarto día desde que el teñido había instalado la cámara y el micrófono en la muñeca de Luke y, para ser sinceros, estaba perdiendo la cabeza.

Todas las noches, desde que comenzó la "investigación" el rubio llevaba a alguien a la cama, Michael no estaba seguro de si era siempre la misma persona o se trataba de distintos personajes, puesto que la habitación se volvía demasiado oscura como para reconocer algún rostro. Lo único que había podido anotar y analizar el teñido eran las llamadas telefónicas que, para su mala suerte, obviamente contaban sólo con lo que decía Luke, puesto que éste aunque estuviera haciendo otras cosas jamás ponía el altavoz, motivo por el cual Michael se pasaba horas analizando las palabras del rubio, repitiendo la cinta una y otra vez, como lo hacía precisamente ahora. Era sábado-el día en el que el teñido salía temprano del trabajo- y Michael se encontraba sentado frente a los monitores, tenía un par de ojeras y su barba comenzaba a crecer, Andrew lo había notado pero el teñido insistía en que era porque por más que analizara no descubría nada, sin embargo esto era cierto hasta cierto punto puesto que si se la pasaba analizando pero también había descubierto ciertas cosas. Como por ejemplo que el rubio siempre sale a la misma hora, cerca de las once de la noche, siempre se arregla bastante, siempre vuelve para tener sexo con alguien y de día éste se va por la ventana antes de que Liz anuncie el desayuno, siempre que está aburrido gusta de leer gruesos libros, maquillarse o jugar con sus muñecas, nunca llama, siempre lo llaman. Todo esto se encontraba escrito con la desordenada letra de Michael en un viejo cuaderno, situado al lado de una lata de cerveza y un plato con la pizza que se enfriaba cada vez más puesto que el teñido sólo la comía una vez que terminaba de ver las cintas.

La voz de Luke se repetía mecánicamente en la mente de Michael, cosa que lo hace notar que no está concentrado realmente, motivo por el cual decide dejar las cintas de días anteriores para después y comenzar a ver lo que estaba sucediendo en el momento. Se encontraba el rubio sentado en la cama, vestía su pijama-unos cortos shorts junto con una playera- y se encontraba tomando una taza de alguna sustancia caliente, cuando una piedrecilla llega a su ventana, provocando que éste de un pequeño saltito.

El teñido levanta una de sus cejas extrañado, toma su lápiz con mayor fuerza, dispuesto a anotar todo lo que ocurriese. Sube el volumen del audífono, pudiendo escuchar lo que dice Luke.

-T-Te he dicho que no vengas de día.-intenta sonar lo más seguro posible.

El chico que comienza a subir por la ventana lo ignora completamente, adentrándose en la habitación. Era un chico rizado, levemente más bajo que Luke.

-Puedo venir a la hora que yo quiera, rubia.

-¿Q-Qué necesitas?-pregunta, encogiéndose levemente.

-Necesito que me acompañes.

-¿A dónde?-pregunta, dejando de lado la inseguridad a un lado, como tomando confianza.

-Hay un almuerzo hoy, ya sabes, con los importantes, así que necesito que vayas conmigo, rubia.

-¿Y qué gano yo a cambio?-pregunta, de brazos cruzados.

El rizado sonríe de lado, se acerca al rubio tomando su cintura, besando su cuello, susurrando algo a su oído que lo hace reír y sonrojarse.

-Paso en una hora por ti.-alcanza a escuchar el teñido.

-Bien.-responde Luke, dejando que el rizado deje un corto beso en sus labios.

Una vez que el chico baja por la ventana, el rubio comienza a buscar algo que ponerse, pidiendo como siempre la opinión de sus muñecas.

Por su parte, el teñido se encuentra algo confundido y una sensación extraña se apodera de él. ¿Era ése el chico que siempre venía a dormir? ¿O era uno de los chicos? ¿Qué era de Luke? ¿Por qué lo besó? Esta última pregunta hace sentir aún más extraño a Michael, en el momento en el que vio cómo se acercaba el chico, cómo sus manos exploraban la cintura de Luke, una sensación le recorrió el pecho y, por un momento, deseó ser aquel chico.

______

Jujú