Dolls.《Muke》

Tetha

Era lunes por la mañana y el rostro de Michael demostraba las pocas horas de sueño que había tenido.

La noche anterior se había quedado pensando hasta tarde en la imagen del rubio en el bar, le había recordado un poco a él cuando era un par de años más joven. Sí, el teñido consumía drogas no hace muchos años, y aquello lo llevó a pensar que si el consumía, Luke consumía, quizás un gran número de adolescentes consumían. Esto lo llevó a concluir que lo descubierto la noche anterior no era una especie de pista, sino simplemente un dato morboso de la vida del rubio.

Se pasa las manos por el cabello en señal de frustración, el insomnio provocaba que no pudiera atender su trabajo de la mejor manera posible, necesitaba un café con urgencia.

-Michael.-escucha llamar.

-¿S-Sí?-pregunta, saliendo de sus pensamientos.

-Ven.-solicita Andrew.

El teñido suspira antes de ponerse de pie y dirigirse a la oficina de su amigo.

-¿Qué sucede?

-¿Has descubierto algo sobre Luke?

Era cierto, Michael lo había olvidado, fuera para su suerte o desgracia, el rubio en el que se pasaba pensando parte del día y casi toda la noche, era el hijo de su jefe y mejor amigo.

-No.-miente.-Sólo se la pasa en su cuarto, no hace nada fuera de lugar.

Andrew suspira y asiente, no tarda en volver a hablar.

-Verás, Michael, ayer me llegó una carta del WGK, necesitan que vaya por el tema del nuevo proyecto.

-Felicitaciones.-dice simplemente el teñido.

-Hay un problema.-habla inseguro.

-¿Qué?-pregunta sin comprender, algo confundido.

-Sabes que la sede del WGK está en Canadá, ¿verdad?

-Claro.-dice, recordándolo en el momento.

-Quieren que vaya a la sede y Liz insiste en acompañarme, Luke debería quedarse solo.

Michael agranda levemente sus ojos. No podía simplemente contarle todo en el momento a Andrew, estaba contra la espada y la pared de un momento a otro, los segundos corrían y el teñido aún no daba respuesta. Uno, Dos,

-Em...

Tres, Cuatro

-¿Cuándo debes ir?-se zafa.

-Dentro de una semana.

Michael suspira silenciosamente.

-Aún falta bastante.

-Sí, es por eso que necesito que esta semana estés más atento que nunca, Mike, necesito que observes todos sus movimientos, conversaciones, puedes faltar al trabajo si quieres, haz lo que tengas que hacer. No puedo permitir que nada le ocurra a Luke cuando lo dejemos solo.

-Tranquilo, Andrew, déjalo en mis manos.-sonríe.

-Gracias, Mike.-el jefe del teñido toma sus manos.-No sé qué haría sin ti.

Michael sonríe y se retira de la oficina para continuar con su trabajo, tenía permiso absoluto, podría hasta desvelarse mirando los monitores que grababan los actuares del rubio, podría observar esas largas piernas horas y horas, podría verlo en el preciso momento en el que sus hermosos ojos azules se abren por la mañana. Todo esto, claro, detrás de una pantalla.