Delta

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El sonido del celular anunciando una llamada entrante saca a Michael de su merecida siesta de sábado.

-¿Hola?-pregunta algo adormilado.

-¿Michael?, soy Andrew, lamento si te desperté.

-No no.-miente.-¿qué sucede?

-Quería agradecerte todo lo que has hecho, ya sabes, lo de Luke y todo eso, ¿quieres venir a cenar hoy?

-Eh, seguro, ¿a qué hora?-pregunta mientras pasa el dorso de su mano por sus ojos.

-A las ocho.

-Bien, nos vemos.

-Nos vemos.-se despide Andrew antes de que el teñido cuelgue la llamada.

-Demonios, que flojera.-se queja el teñido antes de volver a recostarse, levantándose al notar que la brillante luz del día casi ya no entraba en la casa, toma su teléfono para ver la hora, sorprendiéndose porque había dormido demasiado y no había almorzado.

De forma perezosa se pone de pie, dispuesto a tomar un baño y cambiarse de ropa para poder ir a la cena, su pelo de estaba destiñendo, por lo que además debía escoger un nuevo color del pequeño mueble de su baño.

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-¡Michael!, el verde te queda de maravilla.-menciona Liz, sonriendo.-Pasa.

El teñido sonríe de vuelta diciendo "gracias" con tono bajo, entrando al comedor, donde se encontraba Andrew.

-Michael, gracias por venir.

-Gracias a ti por invitarme.-sonríe el teñido, tomando asiento.

La cena comienza sin mucho que decir, hasta que Liz se disculpa por Luke, diciendo que éste no había salido de su habitación en todo el día. Michael sonríe, sabiendo que aquello no era cierto.

-Luke es muy curioso, no sabía que le gustara leer tanto.-menciona el teñido.

-Sí.-afirma Liz.-Desde niño le ha gustado, siempre insistiéndole a Andy para que le compre libros.-sonríe con cierta nostalgia.

-¿Qué más has visto, Mike?-pregunta curioso el padre del rubio, al cual cada vez le dolía más la cabeza por los constantes llantos y quejas de su mujer causados por la rebeldía de su hijo.

-Habla mucho por celular, pero casi no dice nada importante.-se limita a decir Michael, sin querer confesar en realidad aún todo lo que sucedía con el rubio, quería esperar el momento adecuado y además estar seguro de lo que ocurría.

Un gran silencio se apodera de la mesa, los tres adultos se limitan a comer y de vez en cuando mirarse entre sí sin tener nada más que mencionar, hasta que el sonido de alguien bajando las escaleras llama la atención de todos.

-Liz, tengo hambre.-habla el rubio mientras baja, hasta que llega al comedor y nota que hay alguien más en la casa.

-Luke, no trates así a tu madre.-dice Andrew.-Saluda a las visitas, es Michael.

Si bien Luke había oído montones de Michael y viceversa, éstos jamás se habían visto en persona.

-Hola.-se limita a decir el rubio, algo sorprendido por el llamativo color de pelo del mayor.

-Hola Luke, ¿cómo estás?-sonríe el teñido, notando que había cambiado la ropa que utilizó para salir por su pijama.

-Bien.-responde, dirigiéndose a la cocina.

Andrew y Liz siguen comiendo, a diferencia de Michael que sigue con la mirada al rubio, fijándose en que fuera del monitor el short de Luke era aún más corto, su cabellera era más rubia y sus piernas más largas, motivo por el que muerde su labio inconscientemente.

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Me encanta Michael con el pelo verde, qdcirles.


Dolls.《Muke》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora