La iglesia

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El timbre de la puerta sonó tan fuerte que juraría que su intención era echar la casa abajo, quien llamaría que raro, no recordaba la última vez que ese asqueroso trasto había sonado de esa forma.
- abres la puerta así a todo el mundo- dijo una vos claramente masculina justa al abrir la puerta, como si de un reflejo se tratara mire hacia el espejo de la entrada y vi que lo único que llevaba puesto era una camiseta un poco larga
- cállate Nick aquí nunca llama nadie- dije mientras andaba al interior de la casa - que quieres??- le pregunte
- tengo que tener motivos para querer ver a mi novia - dijo poniendo una de esas sonrisas de niño perverso que hacia que se me fuera la cabeza- vístete y nos vamos a la iglesia- me propuso
- no me gusta esa iglesia Nick es siniestra- mientras hablaba se acercaba a mi poco a poco hasta quedar a pocos centímetros
-eres demasiado alto- susurre mientras alzaba un poco la cabeza para poder mirarle a los ojos
- eso ya lo sabias Hope- me susurro al oído mientras sus brazos comenzaban a rodear mi cintura, se acerco poco a poco hasta que sus labios quedaron a escasos centímetros de los míos - venga vámonos porfa- suplico
- vale esta bien, me visto y nos vamos- el sonrió se había salido con la suya como siempre, puso otra de sus sonrisas y me beso, despacio como si quisiera quitarme hasta  la última gota de oxígeno.
Le di un suave empujón para poder ir a vestirme pero el no me lo puso fácil, parecía no querer soltarme
-te quiero hope- dijo dándome un último beso antes de soltarme, me fui a cambiarme pero cuando estaba llegando al pasillo me di la vuelta y lo observe, tan guapo como siempre con ese pelo alborotado por toda la cara,
- que miras- dijo sin dejar de mirar la pantalla de su móvil
- a ti estúpido - le dije mientras entraba en mi habitación.
Abrí el armario, que coño me  pongo yo ahora para ir a esa asquerosa iglesia abandonada, por que no podía ser un novio normal y llenarme a Venice , un día de playa eso si que me apetecía de verdad, mire una y otra vez la ropa colgada, al final me decidí por unos banqueros cortos y una blusa blanca, salí de la habitación a toda prisa y cogí el bolso que estaba encima del sofá
- nos vamos??- le dije a Nick mientras miraba que llevaba en el bolso, el asintió y salió detrás de mi
- vamos en mi coche no??- le pregunto mientras cerraba la puerta con llave
- claro, yo no tengo recuerdas- bromeaba mientras me pasaba el bazo por los hombros, era increíble el buen humor que estaba Nick hoy la verdad me encanta verle así.
- ponte el cinturón Nick- le dije cerrando la puerta del coche
- menudo coche tienes, Huerfanita- dijo en tono divertido, sonreí, Nick era la única persona en todo el mundo que le permito bromas de esas, si me lo dice otra persona le tiró del coche en marcha.
Conducía por las calles de los Angeles, era un día precioso el sol brillaba no había ni una nube amenazando con arruinar el día a nadie, los pájaros cantaban tan felices como siempre y la gente andaba por las calles inmersos en sus problemas.
Aparque en una calle muy cerca de la iglesia, baje del coche y fui hacia la acera, Nick me esperaba con una gran sonrisa, le cogí la mano y caminamos hasta el callejón donde solía estar el camello amigo de Nick.
-quédate aquí, ahora vuelvo- dijo dándome un beso en la mejilla, me quede observando como se alejaba de mi, odiaba acabar en esa iglesia, pero Nick siempre conseguía convencerme de ir, me decía "que no pasaba nada" o "que era la última vez " y yo picaba como una estúpida, pero un ruido a mi espalda me saco de mis pensamientos y me obligo a darme la vuelta perdiendo a Nick de vista.
- hope Dios mío cuanto tiempo, te acuerdas de mi, soy gloria, fuimos al instituto juntas- dijo una chica extremadamente delgada no podría pesar más de 40kg y eso que podía tener mi edad perfectamente igual un poco más joven, tenía la cara muy pálida y las ojeras muy marcadas como si llevara varios días sin dormir o estuviera enferma.
- claro que me acuerdo de ti gloria- la dije sonriendo - no te veía desde que deje el instituto -
- a sí me dijeron que murieron tus padres que putada - dijo la chica pasando la mano por su pelo Rubio intentando colocárselo, pero no logró.
- os conocéis chicas - dijo Nick que se había colocado a mi lado sin que me diera cuenta
-hola - dijo gloria pasando un mechón del pelo por detrás de la oreja, anda mira la niña resulta que le gusta mi chico, por eso se colocaba el pelo hace unos minutos por que ella sí podía ver como se acercaba, se la veía nerviosa, tartamudeaba y sonreía sin parar y la verdad me estaba empezando a sentar un poco mal la forma tan descarada de tirarle la ficha a Nick.
- adiós gloria - dije cogiéndole la mano a Nick y tirando de el para hacer que se apartarse de ella
- adiós- nos dijo la chica sin quitarle la vista a Nick
-te has puesto celosa - bromeo apretándome más la mano
- de que conoces a gloria - le pregunte para cambiar de tema
- alguna vez nos hemos metido juntos, es una chica agradable-
- si y la tienes loca perdida - dije en tono un poco enfadado, el paro en seco y se puso enfrente de mi, puso sus manos en mi rostro y me obligo a levantarlo para que pudiera mirarle directamente a los ojos
- te quiero a ti hope y si crees que te cambiaría por otra es que estas completamente loca- dijo mientras me besaba suavemente quitándome cada preocupación de la cabeza.
- yo también te quiero Nick- dije mientras volvíamos a caminar, y en un abrir y cerrar de ojos estábamos enfrente de la pequeña puerta trasera de la iglesia abandonada, Nick hico un un movimiento indicándome que entrara, yo le hice caso y pase delante del el.
- es por aquí- dijo el cogiéndole la mano
- no es la primera vez que vengo-
-ya lo se pero e cambiado de habitación por decirlo de alguna manera- dijo sonriendo, como odiaba ese lugar, había colchones con mantas por las habitaciones y jeringuillas usadas tiradas por el suelo, pero lo peor de todo lo que menos podía soportar era la gente tirada en el suelo con las jeringuilla todavía el el brazo, se me ponía muy mal cuerpo.
- ven, es por aquí- me apretó un poco más la mano, seguro que se había dado cuenta de que me había puesto nerviosa, comenzamos a subir unas escaleras, era la primera vez que subía a esa parte de la iglesia.
Al llegar un escalofríos recorrió mi cuerpo entero, era una pequeña sala, un lado entero de la habitación era una eromme barandilla de madera como una especia de balcón desde donde se veía lo que antiguamente había sido el altar de la iglesia, justo en la pared de enfrente una gran vidriera de colores, y en el suelo un colchón con cuatro cosas y un par de mantas
- acaso duermes aquí- le pregunte a Nick, temiendo la respuesta que me iba a dar
- si, me fui de casa hace unos días- cuando dijo eso, me vino la imagen de Nick en ese colchón por la noche totalmente sólo, muerto de frío y de miedo.
- Nick puedes venís a mi casa, no hace falta que pasas la noche en esta mierda de sitio- le dije casi enfadada por que no se le había ocurrido venir a mi casa, o igual prefería quedarse aquí, o igual gloria la hacia compañía Durante la fría noche, quite ese pensamiento de la cabeza a toda velocidad o me acabaría volviendo totalmente loca
- de verdad puedo ir a tu casa - me pregunto viajando la mirada
- claro que si, no seas estúpido- dije dándole un suave golpe en el estómago
- pues recogeré mis cosas- dijo en tono triunfal.
me senté en el colchón justo a su lado, el comenzó a rodeas mi cadera y a acercarme más a el, hasta que quedo tan cerca de mi que podía notar a la perfección su respiración contra mi piel, comenzó a besarme, cuando quise reaccionar ya me había tumbado en el colchón y el estaba encima de mi observándome con esa sonrisa, me levantó ligeramente la camisa hasta dejar mi ombligo al descubierto, comenzó a hacer círculos con su largo dedo.
No pude evitar soltar un pequeño gemido al notar sus suaves labios sobre mi piel, no tardo en quitarme la blusa por completo, no se que tenía ese chico para volverme tan completamente loca, le comencé a quitar la camiseta dejando al descubierto su delicada piel, dando un pequeño giro quede encima de el, teniendo así todo el control, comencé a besarle el Cuello y poco a poco hice un camino de besos que llegaba hasta donde comenzaban los vaqueros.
- te molestan, me los puedo quitar- dijo divertido
- no estaría nada mal- le conteste, el obedeció al momento, pero para mi sorpresa Nick dio un giro volviéndome a dejar debajo de el que fastidió.
- creo que tus vaqueros me molestan-bromeo mientras tiraba de ellos para quitármelos, le bese de una forma apasionada, ya no podía aguantar más, escuche el pequeño click que hacia mi sujetador al desabrocharse, en cuestión de segundos la poca ropa que teníamos estaba desperdigada por el suelo.
Se me erizó el pelo de la nuca al notar con Nick entraba en mi, le acaricié el pelo mientras su ritmo iba acelerando poco a poco, era la sensación más maravillosa que había experimentado en este mundo, Cuando su ritmo era jodidamente rápido no pude aguantar más y de lo más profundo de mi salió un fuerte orgasmo acompañado de su nombre, mi propio orgasmo provoco el de Nick.
Nick se tumbó a mi lado todavía con la respiración agitada, y me tiró su camiseta para que me la pusiera.
-gracias- le dije poniéndome la camiseta, en lo que yo me la ponía el se puso los banqueros y se volvió a tumbar en el mismo sitio, le mire y puse una de esas sonrisas de estúpida, me tumbe a su lado apoyando la cabeza sobre su pecho, se podía notar su respiración y lo que era mejor se podía escuchar el sonido de su corazón.
-espera un momento- dijo el levantándose y rebuscando entre las cosas
- no, Nick vuelve aquí un rato más- casi se lo supliqué, hasta que pude ver como sacaba una jeringuilla y toda esa paz y relajación que había invadido mi cuerpo hace apenas unos minutos desaparecieron y fueron sustituidos por miedo.
-que es eso Nick- le pregunte temiendo la respuesta
- le e comprado a Calvin una heroína que te cagas, quieres- me dijo tan tranquilo - no pongas esa cara Hope, no pasa nada- intento tranquilizarme, se sentó a mi lado.
- ni se te ocurra pincharte esa mierda conmigo delante- puse un tono firme, pero para que sabía perfectamente que iba a hacer lo que el quisiera.
- me gusta que te preocupes por mi- dijo y al segundo se clavó la aguja en el brazo - te quiero- dijo antes de caer sobre el colchón.
Odiaba con toda mi alma que Nick se drogara me hacia sentir realmente mal y aterrorizada, lo que peor llevaba era que un día no se despertará de aquel trance o que dejara de respirar, no podía imaginarme mi vida sin Nick era lo único que me quedaba, empece a notar las lágrimas salir de mis ojos, me hacerque a Nick le di un suave beso el la frente y me tuve a su lado volví a apoyar la cabeza contra su pecho pero esta vez lo que se escuchaba era muy distinto, su respiración era mucho más lenta que la que tenía hace apenas unos minutos, y su corazón latía despacio intentando luchar contra el poderoso sedante que Nick se había pinchado, mis lágrimas no pararon hasta que me quede dormida.

Fear The Walking DeadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora