Era imposible dormir, me pase toda la noche pensando en la señora Gilbert y en el chico de la escalera y por lo pronto que empezó a haber movimiento en la casa no fui la única que no durmió nada aquella noche, excepto Pelayo que estaba dormido como un tronco
- Pelayo despierta- le dije tirando de la manta que le cubría
- Joder Hope déjame- refunfuñaba
- ¿cómo puedes dormir?- le pregunte, el se incorporo y se quedo mirándome a los ojos fijamente
- no lo pienso así de fácil- me contesto levantándose mientas se estiraba, rápidamente se puso los vaqueros y se dejo puesta la camiseta con la que había dormido ya que era la única ropa que tenía.
- odio no poder cambiarme de ropa- se quejó mientras se abrochaba los botones de los vaqueros, había que reconocer que la imagen era muy sexy.
-puedes pedirle ropa a Nick- le propuse y el soltó una carcajada
- si hombre para parecer un jonki- le mire con cara de cabreo, el sabía perfectamente que odiaba que se refiriera a Nick como "el jonki" era algo que no sabía explicar pero me hacia mucho daño.
Travis según se levantó había comenzado a llamar a su exmujer y a su hijo, pero parecía no obtener ningún resultado.
-joder, no me cogen el teléfono, igual les ha pasado algo- decía Travis caminando de un lado a otro del pasillo
- Travis, ya vete a por ellos - grito Madison, el la asintió se acerco a ella y la dio un beso.
- te acompaño - dijo Pelayo alzando la voz para que Travis le escuchará
- no hace falta que vengas, puede ser peligroso- le contesto Travis
- enserio quiero ir, puede que necesites ayuda - Travis asintió, Pelayo tampoco tubo que insistir mucho en mi opinion creo que Travis no quería ir sólo.
- no quiero que vayas- le susurre
- no me va a pasar nada ya verás- dijo abrazándome - me vendrá bien tomar el aire, aparte imagínate que pasaría si me paso todo el día aquí encerrado con tu novio- me susurro al oído
- ten mucho cuidado- le dije separándome de el, me sonrió y se fue al coche con Travis, no me gustaba nada que Pelayo se fuera, sabía perfectamente lo que había ahí fuera y aunque Pelayo es un chico fuerte, nunca sabes con lo que te puedes encontrar.
- joder cuanto ruido, no se puede dormir- se quejó Nick bajando por las escaleras, se había quitado esa horrible ropa de viejo, llevaba un pijama que se veía claramente que le quedaba pequeño, ya que la camiseta le quedaba corta y dejaba ver una pequeña franja de piel, camino por el salón y se sentó en el mismo banco en el que me había sentado ayer y me había tirado horas mirando a los vecinos.
Nick estaba muy nervioso, se le notaba de lejos, me acerque a el y me senté a su lado
- ¿estas bien ? - le pregunte poniendo mi mano sobre su pierna, el negó con la cabeza al borde del llanto.
- Nick ¿qué pasa?- le insistí acercando mi mano a su rostro y apartando un mechón de pelo castaño para poder verle mejor
- Hope, sabes que estoy apunto- paro para sorberse la nariz- de entrar en un puto infierno- acabo por decir mientras se le caía un lágrima que inmediatamente seque pasando mi dedo por su mejilla. Con todo lo que estaba pasando en ningún momento me había parado a pensar en que pasaría si Nick dejaba de consumir de golpe, le abrace y me estuve un buen rato, algo me decía que las cosas se iban a poner muy feas dentro de poco.
El tiempo pasaba jodidamente lento, estaba muy preocupada por lo que le podía pasar a Pelayo, el me mandaba mensajes cada cierto tiempo diciéndome que estaba bien pero las comunicaciones estaban fallando y el teléfono no funcionaba todo el rato.
Nick se estaba poniendo muy mal, estaba en el sillón tumbado, no paraba de sudar y de temblar.
- Hope dame la a manta- me dijo sin parar de dar vueltas sobre sí mismo en el sillón, yo la cogí y se la puse por en cima pero el se la quito dando otro giro, fui a la cocina, llene un pequeño barreño con agua fría y cogí una pequeña toalla.
- llévate esto también- me dijo Madison dándome otro barreño, yo la mire con cara de no entender nada y ella se dio cuenta
- va a comenzar a vomitar- me explico.
Me fui al salón con Nick, deje el barreño lleno de agua sobre la mesa y me senté en el borde del sofá donde Nick estaba tumbado
-shhh tranquilízate- le susurre cogiendo la toalla húmeda y acariciando su frente y mejillas con ella - esto te va a bajar la temperatura- le dije mientras le observaba.
- así no va a poder viajar- dijo Alicia asomándose desde el umbral de la puerta, no me había ni dado cuenta de que estaba ahí
- ya lo se Alicia- la contesto Madison, al parecer todos estábamos pendientes de Nick como era normal
- ¿no queda vicodina? De cuándo mis muelas - pregunto Alicia
- no, lo tire todo- la contesto resignada Madison
- pero no puede dejarlo de golpe, es peligroso- gritaba Alicia
- ya lo se Alicia - grito Madison y al minuto se le ilumino la cara - ya se - dijo para sí misma- salgo un momento-
- te acompaño- dijo Alicia
- no, puede ser peligroso- intento explicarle Madison
-mama quiero ir, es Nick- puso cara de cordero degollado - no va a pasar nada- Madison la miro y asintió.
- te importa quedarte sola con Nick- me pregunto Madison, yo la negué con la cabeza, como me iba a importar quedarme con Nick, menuda tontería.
- tardaremos poco en volver- dijo Madison cerrando la puerta de la casa.
Fui a la ventana a mirar como el coche de Madison se alejaba, Nick estaba en el suelo y ya había comenzado a vomitar
- tengo hambre - dijo, le mire me acerque al el y le di un beso en la frente
- voy a prepararte algo-
- gracias- me dijo sonriendo.
Fui a la cocina y abrí todos los armarios que había, que le preparó yo ahora, en la nevera había un poco de lo que parecía caldo de pollo, lo abrí y lo olí, efectivamente era caldo de pollo, lo calenté en un cazo y le eche unos pocos fideos que había encontrado, se podía escuchar a Nick vomitando, era un sonido realmente desagradable, mire mi móvil el último mensaje de Pelayo era de hace una hora
<<mensaje de Pelayo >>
<<el móvil va fatal, estamos bien acabamos de llegar a la casa de la exmujer de Travis>>
Le había mandado mil mensajes pero no le llegaban, que coño le pasaba a este estúpido móvil, tengo que ir a por el, se me revolvía el estómago solo de pensar en que le podía haber pasado algo.
-toma- le dije a Nick dejando la sopa en la mesita que estaba delante del sofá, el seguía tirado en el suelo.
- no soporto las cosas calientes- protesto acercándose al plato, en cuanto el olor de la sopa se introdujo en su nariz le empezaron a dar arcadas, cogió el barreño y comenzó a vomitar.
Me puse la chaqueta y cogí las llaves del coche, estaba muy dispuesta a ir a por Pelayo y a Nick no me pasaría nada por estar un par de horas solo, el no estaba tan mal y el barrio estaba muy tranquilo.
- ¿a donde vas?- pregunto Nick al verme coger las llaves del coche
- Pelayo no contesta, tengo que ir a por el- le conteste mirando hacia el suelo
- no, no puedes ir, Hope ni siquiera sabes donde esta- intento convencerme
- Nick y si le a pasado algo, tengo que ir- no le hice caso y fui hacia la puerta
- no Hope ¡¡¡te van a matar!!!- gritaba Nick, salí de la casa y Nick seguía gritando pero de repente se escucho un fuerte golpe y Ya no se escuchaba a Nick gritar.
- Dios mío ¡¡Nick!!- grite y salí corriendo otra vez al interior de la casa.
Nick estaba tirado en medio del suelo del salón boca arriba y vomitando sobre sí mismo, estaba teniendo una crisis, corrí hacia el, le puse de lado mientras le sostenía la cabeza.
- Nick joder no me hagas esto ahora - grite , el siguió convulsionando, vale tenía que tranquilizarme si me ponía nerviosa el se iba a poner peor.
- shhhhhh Nick tranquilo, no me voy a mover de tu lado- le susurre acariciando su pelo - ya esta vale, ya paso- le dije entre sollozos, la verdad es que la situación me había superado por completo y lo peor de todo es que me sentía muy culpable, había sido mi culpa, si no hubiera salido de esta casa lo más seguro es que no le hubiera pasado nada.
Cuando se le pasó le ayudé a levantarse y fuimos directos al sofá, cogí la pequeña toalla lá humedecí y le limpie con cuidado los restos de vómito que tenía en la comisura de las labios.
- lo siento - le dije mientras mis lágrimas volvían a salir
- tu no has tenido la culpa - me contesto apartando un mechón de pelo de mi cara, le abrace fuerte, le mire a los ojos y le bese.
- duerme un rato, te vendrá bien- me levanté del sillón y fui a coger algo para limpiar el vómito del suelo, cogí trapos de cocina y unos guantes típicos de fregar los platos de esos que llegan hasta el codo y tiene un horrible tono amarillo chillón.
Fui al salón donde Nick había vomitado y me puse de rodillas para limpiarlo, tuve que mentalizarme mucho para poder limpiarlo sin vomitar yo.
- ahora lo siento yo- me dijo Nick desde el sillón
- Nick no es culpa tuya-
- te equivocas, es todo culpa mía- me interrumpió
Me quite los guantes de fregar y mire la hora en el móvil, era tarde y ni Madison ni Pelayo daban señales de vida.
- deberían de haber vuelto ya- me quede mirando fijamente como los números de mi teléfono cambiaban - o por lo menos alguien debería de haber llamado-
- no les a pasado nada, Hope- intento tranquilizarme, me levanté del suelo, tire todos los trapos utilizados a la basura y me senté con Nick en el sillón, el se tumbó apoyando la cabeza sobre mis piernas y yo comencé a jugar con su pelo.
Empezó a atardecer , nadie había dado señales de vida, el móvil fallaba cada dos por tres y para colmo había cortes de luz, lo único bueno era el silencio que había en la calle, era aterrador pero te aseguraba que no había nadie fuera, los faros de un coche ilumino el salón por completo, en cuanto el destello de luz desapareció se dejo de escuchar el motor del coche, eso sólo podía significar que o Madison o Travis habían vuelto.
- ¡¡¡ las tenemos !!!- gritaba Alicia entrando en la casa dando saltos de alegría
-¿enserio? De dónde las habéis sacado- pregunte
- des instituto, ahí una armario de medicamentos- explico Madison que tenía una cara muy distinta a la de Alicia, venía muy asustada y al borde del llanto, seguramente a tenido que enfrentarse a una de esas horribles criaturas, dejo la chaqueta encima de una silla y pude ver que una de las mangas estaba llena de sangre, ella se dio cuenta y la aparto rápidamente.
Madison se fue hacia la cocina y Alicia desapareció dando saltitos por las escaleras, al minuto Madison volvió con un vaso de agua y dos pastillas blancas, Nick al verlas se incorporó rápidamente.
- la Oxicodona esta bien- dijo cogiendo el baso y aplastando las aspirinas con el - ¿cuantas hay?-
- suficientes para llegar al desierto - le contesto Madison
- y después- Madison le miro y se quedo callada
- ¡¡¡dios Nick !!! Tomate ya las pastillas- le grito Madison nerviosa al ver a Nick aplastar las pastillas
- mama así tardan menos en absorberse, no estoy tan bien - explico Nick echando el polvo blanco dentro del vaso de agua y tomando todo el contenido de golpe.
El tiempo pasaba, el sol nos regalaba los últimos rayos de luz y de calor antes de dejarnos en la más desoladora oscuridad
-mama, a los vecinos los pasa algo, les están atacando- gritaba Alicia desde la ventana.
Alicia era una chica joven pero muy valiente no tardo ni un minuto en salir corriendo a intentar ayudar a sus vecinos, pero cuando abrió la puerta dispuesta a ir corriendo, Madison tiro de ella y la cerro.
- mama que coño te pasa, son los vecinos- gritaba Alicia alterada intentando abrir la puerta
- no sabemos lo que pasa Alicia, no puedes ir- le intentó explicar su madre
- pero mama les esta haciendo daño- protestaba Alicia en vano ya que Madison no tenía intención de apartarse de la puerta.
Ya era de noche, todavía Travis no había dado señales de vida y eso se podía ver reflejado en la cara de angustia de Madison, la luz se había ido hace un rato y la casa estaba iluminada únicamente por velas que le daban a la noche un punto tétrico y siniestro, seguía reinando un silencio absoluto en la calle.
-¿que es ese ruido?- dije asustada rompiendo el silencio, se escucho como una especie de arañazos en la puerta del patio trasero, era un gran ventanal cubierto por una cortina.
- no es nada- dijo Nick levantándose del sofá a toda prisa y dirigiéndose hacia el ruido, cogió la cortina con una mano.
- cuidado Nick- grite, pero el no me escucho y abrió la cortina de golpe.
- es el perro, mirar, sólo es un perro- dijo aliviado, el perro era un enorme pastor alemán, Nick abrió la puerta dejándole entrar en la casa, y según entro se puso a tocarle como si nunca hubiera tocado un perro en su vida.
- ¿esta herido?-pregunto Alicia con casi lágrimas en los ojos, al decir eso mire al perro más detenidamente, tenía toda la pata trasera cubierta de sangre y no parecía ser suya, Nick se dio cuenta y se separó de el.
El perro salió corriendo hacia la puerta principal y comenzó a ladrar como si hubiera un demonio al otro lado, fui corriendo junto a Nick a mirar por la ventana que daba al patio delantero para ver si podíamos ver la causa de los ladridos del perro y efectivamente, había una de esas criaturas parada en medio del césped mirando hacia nosotros directamente.
- joder- susurre
- los vecinos tienes una escopeta, hay que ir a por ella- propuso Nick, Madison asintió y salimos corriendo al patio trasero, estaba todo muy oscuro, se veía fatal, Nick se subió a unas cajas y salto la valla que separaba su patio del de los vecinos, todos fuimos detrás de el, la vecina tenía montado un puto laberinto echo con enredaderas y vallas, como saliera una de esas cosas estaremos muy jodidos.
Nick parecía saberse el camino para salir del laberinto, una vez me contó que cuando murió su padre y su madre se iba a trabajar el y Alicia se quedaban en la casa de susan y por lo bien que conocía Nick aquel laberinto esa era claramente la casa de susan.
Según entramos volvió la luz, por fin se acabó la oscuridad, Nick y yo nos miramos y salimos corriendo hacia el segundo piso.
- ¿sabes donde esta la escopeta?- le pregunte a Nick una vez en el segundo piso, se dio la vuelta y me dio un empujón hasta dejarme atrapada entre la pared y su cuerpo, levanté la cabeza y sin perder tiempo el me beso, fue un beso apasionado y muy deseado ya que cuando fui a buscar a Pelayo de verdad pensé que no saldría de allí viva.
- que ganas tenía de esto- dijo bajando las manos hasta mi culo, di un pequeño salto enroscando mis piernas en su cadera, el comenzó a besarme el cuello.
- Nick- gemí - para, esta tu madre y tu hermana abajo- dije apunto de perder el control.
- chicos va todo bien por ahí arriba, habéis encontrado la escopeta- grito Madison desde el piso de abajo cortándonos el royo por completo, Nick me soltó de golpe.
- me debes una - me susurro en el oído, yo me reí, cogió mi mano y tiro de mi hacia un pequeño despacho, abrió un armario como si fuera su casa y sacó una escopeta.
- faltan los perdigones- dijo subiéndose a una silla y mirando en la parte de arriba del armario, en un momento sacó dos cajas de perdigones, los cogimos y salimos disparados al piso de abajo.
En cuanto Madison me vio con semejante arma me la quito de las manos, dando por sentado que yo no entendía de armas, pues estaba muy equivocada, mi padre era un fanático y me enseño a disparar en cuanto tuve edad para poder sostener el peso de una pistola, en caso de tener que usarla yo sería la más adecuada.
- mama alguien se ha colado en casa - dijo Alicia mirando por la ventana, no se sí a lo que estaba entrando en la casa de los Clark se puede considerar alguien o más bien cosa, se veía perfectamente como el hombre ataco al perro sin pensárselo ni un minuto, de repente se pudieron ver las luces de un coche.
- ¿es Travis?- pregunto Madison - si lo es mierda- se contesto ella misma, salimos corriendo otra vez al laberinto para regresar a nuestra casa, Madison estaba muy agobiada, esa cosa estaba dentro de la casa y Travis no se la esperaría, aparte no veo capaz a Travis de matar a esa cosa, tenía demasiados principios.