Decidí levantarme, no había manera de dormir en aquel lugar, la persiana no cerraba bien, se escuchaba cada paso que la gente daba en el pasillo cada camilla y cada carrito acompañado de un irritante chirrido procedente de las ruedas, por no mencionar al compañero de habitación de Nick, era demasiado ruidoso para poder dormir tranquilo, se escuchaba el goteo, y el angustioso sonido que hacia la máquina que respiraba por el.
Mire por la ventana, todo estaba muy tranquilo fuera, pero aquí dentro todo era distinto, no sabría decir lo que pasaba pero tenía claro que el ajetreo que tenía el pasillo no podía ser normal, se podía ver perfectamente a través de la cortina la silueta de las enfermeros y doctores corriendo por el pasillo de un lado a otro, moviendo camillas todo el rato.
Me di la vuelta y observe a Nick, estaba profundamente dormido, como podía dormir seguro que era algo que le estaban dando por la vía, me dejarían pincharme un ratito, lo suficiente como para poder dormir un par de horas.
Me acerque a el y le acaricié delicadamente la mejilla para que no se despertará, estaba tan guapo, parecía un ángel enviado a mi para corromper mi mente, para llevarme al límite, le bese con mucha suavidad en la frente.
- buenos días- dijo Nick abriendo los ojos despacio
-que tal has dormido- le pregunte mientras me sentaba en el borde de la cama y le cogía la mano, le empece a mirar la muñequera fijamente.
-no me digas que ahora te van a ir estas cosas - dijo Nick mientras se le escapaba una pequeña risa
- no estaría tan más- puse una pequeña sonrisa mientras tocaba la muñequera, me gustaba la idea de tenerle atado, totalmente expuesto, totalmente mío.
- buenos días chicos- dijo una joven enfermera que entraba con una bandeja en la mano, que bien el desayuno tenía muchísima hambre la verdad es que no recordaba la última comida que había echo.
- os he puesto un poco más, para que podáis desayunar los dos- dijo alegremente dejando la bandeja sobre la mesa.
- gracias- la conteste sonriendo
- que tal estas Nick- le pregunta mientras toqueteaba los aparatos- has dormido bien-
- si estoy bien gracias- la contesto Nick todavía un poco dormido
- por lo que veo tu no has dormido bien- dijo la enfermera mirándome fijamente -te voy a traer un café, no tardo nada- y salió zumbando de la habitación, me sorprendía mucho la amabilidad de todo el mundo en aquel hospital.
Me acerque a la bandeja, que bien comida por fin, pero cuando estaba apunto de destapar el planto para descubrir su contenido mi móvil sonó indicándome que un mensaje me había llegado mire la pantalla, mensaje de Madison, la verdad no me sorprendería nada ya que estaba yo sola cuidando de su hijo.
- quien es- pregunto Nick
- tu madre, dice que en un par de horas llegara Travis-
- genial- dijo el tirando de las muñequeras un poco enfadado
- por que te cae tan mal tu padrastro, se preocupa por ti- le dije un poco enfadada, yo hubiese matado por que alguien como Travis apareciera en mi vida después de la muerte de mis padre para ayudarme, por eso no podía entender la actitud de Nick ni de Alicia hacia el.
Pero la enfermera entro y puso fin a esa conversación que pensándolo bien si hubiéramos seguido habríamos acabado discutiendo y ni era el momento ni el lugar, la chica me entrego un enorme baso de café.
- muchas gracias - la dije dando un sorbo, ella me miro y sonrió
- Nick luego se va a pasar nuestra psiquiatra a verte vale- sonrió y volvió a salir corriendo.
- un psiquiatra- repitió muy bajito
- Nick no pasa nada- le dije apartando un mechón de pelo de su cara - no estas loco- creo que se lo he repetido mil veces, no se quien a sido el que le a metido esa tontería en la cabeza, como le pille le mato, me acerque a el y le bese - quieres desayunar- le pregunte sonriendo y el asintió, levanté la tapa que cubría el plato para dejar ver dos tostadas, huevos revueltos y un pequeño recipiente con gelatina, la cogió la mesa carrito y la puse más cerca de la cama y me senté en el borde, pulsé un botón de la cama para poder poner a Nick un poco más recto, le sonreí cogí la gelatina y la cuchara.
- abre la boca- le dije con la cuchara el abrió la boca y se lo comió, cogí otro poquito de gelatina pero esta vez me la come yo
- esta buena - dije
- lo voy a dejar te lo juro- dijo muy bajito
- la gelatina - pregunte bromeando
- no tonta, las drogas, te lo juro cuando salgas de aquí se acabó -dijo pero esta vez mirándome fijamente a los ojos
- va enserio- la pregunte poniendo la mano sobre su rostro
- siempre va enserio- me contesto, mentir sabía que en ese momento no mentía, pero una cosa era mantener su promesa estando atado a una cama, controlado y otra muy distinta era mantenerla fuera donde coger una jeringuilla era tan fácil como fumarte un cigarro.
- Hope necesito que confíes en mi- decía mirándome fijamente con esos increíbles ojos marrones
- claro que confió en ti- le dije sonriendo, necesitaba mi apoyo y es lo que tendría.
- hola chicos- saludo Travis desde la puesta - que tal habéis pasado la noche-
- bien- le contestamos los dos a la vez
- puedes irte a casa si quieres Hope- dijo Travis
- no sí da igual - le conteste entre bostezos
-vete enserio, estaré bien y necesitas dormir- me dijo Nick acariciando mi brazo, le mire fijamente y me incline hacia el para darle un beso
-te quiero- le dije abrazando le muy fuerte
-yo también te quiero, ya lo sabes- y antes de que me separara de el me dio un beso en la mejilla
Travis estaba de pie en una esquina de la habitación mirándonos fijamente con una sonrisa tonto en los labios, cogí mi bolso
- adiós, luego vuelvo- me despedí saliendo de la habitación, en el ascensor me puse a rebuscar en mi bolso, saqué las llaves del coche
- mierda - se me escapo en voz alta llamando la atención de los que iban en el ascensor, el coche, se me había olvidado, esta en el callejón de la droga justo donde la iglesia y que hago yo ahora si quiero volver a verlo no puedo dejarlo mucho tiempo.
Salí del hospital, sentaba bien un poco de aire fresco, levanté la mano y en pocos minutos un taxi paro junto a mi, haber como explico a donde me tiene que llevar.
- buenos días - dije subiéndome al taxi
- a donde te llevo preciosa- dijo el conductor mirándome desde el espejo
- sabes cual es la iglesia que esta juntó al callejón de la droga- le explique
- no estarás metida en eso mierda ¿no? - pregunto con cara de falsa preocupación, como si a el le importase lo que hago o dejo de hacer
-me deje el coche aparcado ahí y me gustaría recuperarlo- explique de mala gana, el taxista asintió comenzó a conducir, iba mirando por la ventanilla y no se como explicarlo pero algo raro estaba pasando, la gente iba de un lado a otro con nerviosismo, se llevaban todas las garrafas de agua que pudieran llevar.
- la gente está así por el video de la autopista- dijo el taxista dándome un pequeño susto
- ¿qué video?- le pregunte, no tenía ni idea de lo que me estaba hablando
- no lo has visto, enserio, debes de ser la única en todo los Ángeles que no has visto el video- dijo sorprendido
- he estado ocupada - susurre con tono triste al recordar a Nick atado a aquella cama
- mira búscalo en el móvil tienes que verlo, pon accidente en la autopista de los Angeles- insistía tanto que saqué el móvil del bolso y me puse a buscarlo, no tarde nada en encontrarlo.
- es ese, si, míralo- seguía hablando el taxista, cuantas veces se lo había visto como para reconocer el video por los ruidos del principio.
Se podía ver desde una vista aérea seguramente un helicóptero como dos coches habían chocado, había un hombre tirado en el suelo y un enfermero intentando reanimarle, pero de repente el hombre agarra al enfermero del cuello y le muerde, no podía creer lo que estaba viendo, el hombre comenzó a levantarse despacio y la policía ya alarmada empezaron a dar tiros, no paraban de dispararle en el estómago pero al hombre parecía darle igual, el seguí avanzando despacio hacia las que podían ser sus siguientes víctimas, hasta que uno de los policías le pegó un tiro en la cabeza y el hombre se desplomó en el suelo.
- Gloria - susurre muy pero que muy bajito, estaba realmente asustada cualquiera que viera el video podía creer que era un montaje, una broma de algún niñato universitario, pero ese hombre en la autopista me recordó demasiado a Gloria.
- quien es Gloria - pregunto
- nadie - dije sonriendo - cuanto es - le pregunte al darme cuenta de que el taxis se había detenido a pocos centímetro de la iglesia abandonada
- son 35$ - dijo mirando el contador, abrí la cartera y le pague- ten cuidad vale - seguía hablando el taxista
- gracias- por fin cerré la puerta del coche, en cuanto gire la cabeza pude ver mi coche, menos mal estaba perfecto, fui corriendo hacia el y me senté en su interior, me quede un rato largó pensando en todo lo que había sucedido, no paraba de venirme a la cabeza la imagen de gloria comiendo se a ese chico, los ruidos que hacia, la sangre que caída por sus labios.
Metí las llaves en el contacto y me fui, tenía demasiadas ganas de llegar a casa, lo que se veía por las calles no era para nada normal parecía que la gente se había tomado el video muy enserio, ya que todo el mundo parecía que tenía intención de abandonar la ciudad.
Tarde más de lo normal en llegar a casa había un tráfico horrible, la policía intentaba poner orden como podía pero no lo lograba la gente estaba como loca por salir de la ciudad, parecía que por el simple echo de ver alejarse los ángeles por el espejo retrovisor todo se iba a solucionar, que iban a estar a salvo.
Abrí la puerta de madera y por fin entré en casa,fui directa sin pararme a nada a la ducha, que ganas tenía de meterme en la ducha, parecía que con cada gota de agua caliente que caía en mi cuerpo borraba cada horrible recuerdo, cada preocupación.
Salí de la ducha y me enrosqué la toalla, pase la mano por el empañado espejo para poder verme, madre mía que cara tenía, tenía los ojos rojos y unas marcadas y profundas ojeras, definitivamente necesitaba dormir, me seque el el pelo y me puse mi cómodo y nada sexy pijama, nunca dejaría que Nick me viera con este pijama rosa de franela.
Me tumbe en el sillón con el móvil muy cerca por si pasaba algo, encendí la tele, no me lo podía creer todos los canales hablaban sobre tonterías nadie hablaba de lo que estaba pasando como es posible, la ciudad patas arriba y nadie dice nada por televisión, al cabo de un rato viendo un programa de cambio de imagen me quede profundamente dormida.