PDV HOPE
El canto de un pájaro que se había colado en mi terraza me despertó, me incorpore perezosamente, Nick no estaba en la habitación, donde se habrá metido.
- Nick- grite pero nadie me contesto, gire la cabeza y pude ver un pequeño papel doblado por la mitad encima de la almohada donde había dormido Nick, cogí la pequeña nota y comencé a leerla
<< Hope salgo un momento, tengo que solucionar una cosa, luego te llamo te lo prometo, no te preocupes estaré bien. Te quiero Nick>>
Le mato de verdad que esta vez le mato, a donde se había ido, a solucionar que, es lo que más me molestaba de Nick cogía desaparecía y mi siquiera te decía donde estaba, me daba mucho miedo que un día no volviera y no saber donde buscarle.
Desayune aunque era ya muy tarde, como podía haber dormido tanto tiempo, me senté en el sofá y me puse a ver la tele un rato, pensé en llamar a Nick pero me acorde de que no tenía su teléfono habitual por lo tanto no tenía su número, estupendo .
Eras como las 18:00, me había pasado todo el día pegada a la televisión, pero de repente mi móvil comenzó a soñar, le cogí y respire profundo, por favor que sea Nick y que este bien.
-Hope - susurro Nick, menos mal era el
- Nick, ¿estas bien? Por qué te has ido esta mañana y encima dejándome esa estúpida nota- le grite, estaba enfadada, pero sobre todo estaba preocupada
- tienes que venir a mi casa vale haz la maleta- se le escucho por el altavoz
- Nick no entiendo nada-
- Hope por favor, haz lo que te he dicho, te lo explicare te lo prometo- me corto se le notaba un poco alterado, estaba claro que algo estaba pasando.
- vale, hago la maleta y voy- le conteste sin entender nada, para que tenía que hacer la maleta, a donde nos íbamos
- te quiero- me dijo provocándome una de esas sonrisas tontas
- yo también te quiero tonto- le dije antes de colgar.
Me levanté del sofá y me fui a mi habitación, saqué una maleta grande y comencé a meter todo lo que pensé que me podría hacer falta, nunca me había gustado hacer la maleta y mucho menos sin saber a donde voy, mi teléfono comenzó a sonar otra vez, le cogí sin mirar quien era ya que supuse que era Nick para darme algo más de información de este repentino viaje.
- que quieres Nick - dije con tono de burla
- no soy Nick, necesito tu ayuda Hope- era la voz de un hombre y me resultaba muy familiar
-¿Pelayo?- pregunte muy sorprendida
- si, soy yo, por favor Hope, te necesito-
- ¿qué te pasa ?- le pregunte
- tienes que venir a mi casa, Hope, mi vecina se a vuelto loca, ha intentado morderme- me contesto entre sollozos
Joder, le ha intentado morder eso me recordaba a Gloria y al incidente de la carretera, el miedo se estaba empezando a apoderar de mi cuerpo, pero tendría que sacar el valor de donde fuera e ir a salvar a Pelayo.
- si voy ahora mismo, no te muevas- le intente tranquilizar
- vale, no tardes, por favor- dijo y colgó.
Pelayo era mi mejor amigo de toda la vida, le conocí en una fiesta del colegio cuando teníamos 5 años y desde ese día siempre hemos estado juntos, ahora estábamos un poco más distanciados, el pasaba muchas horas estudiando y encima no le caía muy bien Nick, cuando estaban juntos siempre se estaban lanzando pullitas el uno al otro.
Metí las últimas cosas en mi maleta a toda velocidad y la cerré, cogí el bate de béisbol que guardaba mi padre para "emergencias" como el decía, me hubiese gustado ver que hacia con el bate, salí de mi casa hacia donde aparque el coche, metí la maleta en el maletero y el bate le deje en el asiento del copiloto, bien cerca de mi por si acaso, me subí al coche y justo cuando fui a arrancar mi móvil volvió a sonar, joder como estábamos hoy con las llamaditas si normalmente mi móvil apenas sonaba.
- si- dije nerviosa
- Hope cuanto tardas en llegar- esta vez el que estaba al otro lado del teléfono era Nick
- tengo que ir a ayudar a Pelayo, dice que su vecina se a vuelto loca- le explique
- no, Hope, no puedes ir a por el, te van a matar - gritaba histérico
- Nick no puedo dejarle tirado lo entiendes, el es como mi hermano- le conteste un poco alterada
-por favor ten mucho cuidado, te espero en mi casa -
- vale, no te preocupes- le dije intentando tranquilizarle
- te quiero-
- yo también- le conteste, desde el accidente de la iglesia Nick había estado más pegajoso de lo normal, cada vez que me decía "te quiero" con ese tono un escalofrío me recorría todo el cuerpo, como si fuera la última vez que fuera a escuchar su voz, quite esos pensamientos de la cabeza y pise el acelerador a fondo, había muchísimo tráfico, tarde como dos horas en llagar al apartamento de Pelayo.
Baje del coche con el bate de béisbol en la mano, algo me daba muy mala espina, cerré el coche y me metí en el portal del edificio, llame al ascensor, había un silencio un poco tétrico y era muy raro ya que en el edificio solía haber siempre música y gente hablando, pero ese día había un silencio absoluto.
Le di un pequeño empujón a la puerta de la casa y se abrió de par en par, entré, estaba todo desordenado había algunas sillas tiradas por el suelo, que raro.
- Pelayo ¿dónde estas?- le grite
- Hope vete corre - le escuche decir a Pelayo desde una habitación, no le hice ni caso y comencé a ir a donde me había parecido que procedía la voz de Pelayo, pero de repente me tropecé con la pata de una de las sillas que estaban tiradas y caí al suelo, muy bien Hope un diez por tu torpeza, alce la cabeza para levantarme cuando vi unas zapatillas rosas justo delante de mi, era la señora Gilbert, la vecina de Pelayo, me levanté de un salto con el bate en la mano.
- señora Gilbert ¿se encuentra bien?- la pregunte pero de sus labios sólo salieron unos gruñidos, empezó a avanzar hacia mi muy despacio, tenía la mirada perdida como si no mirará a ninguna parte, su piel estaba más blanca de lo habitual y de su boca salían pequeños hilos de sangre.
- no se acerque más, por favor, o la golpeare- la chille, estaba muy asustada no sabía que hacer, la señora Gilbert siguió avanzando hacia mi sin detenerse, ignorado mis advertencias.
Alce el bate dispuesta a darle, pero no podía, era una señora mayor y era buena persona siempre me ofrecía comer en su casa cada vez que venía a ver a Pelayo ya que decía que me veía muy delgada, comencé a llorar como una loca.
- por favor, no se acerque- la supliqué, pero ella no respondía lo único que hacia era gruñirme como un perro apunto de atacar, de repente la señora Gilbert cayo al suelo dejándome ver a Pelayo detrás de ella sosteniendo un palo de madera.
- tenemos que salir de aquí- me grito Pelayo, salto a la señora Gilbert a toda velocidad, cogió mi mano y salimos corriendo, pero otra de esas cosas nos frenó el paso por las escaleras,estaba unos escalones más abajo de donde nos encontrábamos nosotros y se estaba comiendo lo que parecía el cuerpo de una chica, era un chico de no más de 20 años, tenía toda la ropa y la cara llena de sangre, Pelayo sin darse cuenta hizo un pequeño ruido llamando la atención de la criatura que se estaba levantando con intenciones de ir hacia nosotros, parecía que íbamos a ser su postre.
-¿estas bien?- le pregunte al chico que se acercaba despacio a nosotros, pero la respuesta fue la misma que nos dio la señora Gilbert, el mismo gruñido de perro hambriento.
Joder estaba ya muy cerca de nosotros, no sabía que hacer, estaba muy asustada,
- no te acerques más - grito Pelayo, pelo la criatura no se detenía extendió el brazo y estuvo a punto de coger a Pelayo, alce el bate y sin pensármelo dos veces le di un fuerte golpe en la cabeza y el joven cayo muerto al suelo, la verdad no creo que el golpe sea la causa de la muerta, el y la señora Gilbert ya estaban muertos cuando yo e llegado.
Seguimos bajando por las escaleras sorteando el cadáver medio devorado que había en el suelo, joder todo esto parece una de esas pesadillas en lo que todo parece demasiado real y que al despertar deseas que nunca vuelva, pero estaba claro que no era una pesadilla.
- joder Pelayo, le he matado, he matado a ese chico- dije una vez en la calle
- Hope tu no has echo nada vale, ese chico ha intentado atacarnos, ha sido defensa propia, vale- intento tranquilizarme, pero no lo logro, me estaba empezando a encontrara muy mal todo me daba vueltas, me puse de rodillas en el suelo ya que no me veía capaz de seguir de pie sin caerme, empezaron a darme arcadas y la boca me sabía a bilis, no pude evitarlo y mira que lo intente pero comencé a vomitar, Pelayo me cogió el pelo rápidamente.
- ya esta, ya ha pasado todo, vale -dijo mientras me extendía un pañuelo de papel para que me limpiara la boca
- gracias - le dije poniéndome de pie, comenzamos otra vez a caminar hasta que llegamos a mi coche, deje el bate en los asientos traseros.
- ¿puedes conducir?- me pregunto preocupado
- si no te preocupes, estoy bien- le conteste subiéndome al coche, metí la llave en el contacto y arranque, cogí la autopista que me llevaba a la casa de Nick y como no ¡¡¡atascó!!!, Pelayo comenzó a trastear con la radio, pero en todas las emisoras estaba el mismo anuncio del gobierno.
<<<por favor. Les recomendamos que no salgan de sus casas si no es extáticamente necesario, si tienen que salir por favor eviten coger el coche o los medios de trasporte públicos para evitar aglomeraciones en la entrada y salida de las ciudades muchas gracias >>>
-esto se esta poniendo feo - dijo Pelayo, yo le mire de reojo y seguí conduciendo, si a esto se le puede llamar conducir, se suponía que estaba en una autopista y mi coche no pasaba de los 20km/h.
- de verdad tenemos que ir a la casa de tu novio- protesto Pelayo
- dime que otra opción tenemos, yo vivo sola y tus padres están de viaje, por lo menos con ellos no estaremos solos- le explique para que dejara esa conversación por que sabía que tarde o temprano iba a acabar atacando a Nick
- no me cae bien el yonki- ya estaba tardando
- Pelayo, ya , no le llames así vale- le dije alzando la voz
-pero que he dicho, si es la verdad- insistía, había veces que Pelayo podía ser muy pesado
- ya esta bien - grite dando un golpe al volante
- vale tienes razón, perdona, me portaré bien - dijo mirándome fijamente
- así me gusta - le conteste sonriendo, nunca había sido capaz de enfadarme con Pelayo y eso que era muy insistente cuando el tema era meterse con Nick.
Por fin llegamos a la salida de la casa de los Clark ya por las calles normales no había tanta gente, no tardamos ni cinco minutos en llegar a la casa, la camioneta de Travis estaba aparcada donde siempre, menos mal eso significaba que estaban todos en casa, aparque mi coche justo enfrente de la casa, me baje del coche y camine a través del jardín delantero.
Nick abrió mucho antes de que yo llegara a la puerta, salió de la casa y me abrazo muy fuerte
- menos mal que estas bien - me susurro al oído, no me digas por que pero en sus brazos me sentía a salvo, me separe de el ligeramente y le bese.
-joder pensé que no te iba a volver a ver - le dije
- ¿por qué? Hope ha pasado algo- pregunto con cara de preocupación
- no, no ha pasado nada, no te preocupes- le intente tranquilizar, no le iba a contar nada de lo que había pasado en la casa de Pelayo para no preocuparle, no quería que Nick viera esos seres, igual con el tiempo se soluciona y Nick se evita ver una de esas cosas.
Pelayo miró de arriba a abajo a Nick, analizando hasta la última prenda de ropa que llevaba puesta.
- pareces mi abuelo, nick- dijo Pelayo burlón caminando hacia la casa, entro sin más miramiento, como si fuera su casa la verdad es que había veces que Pelayo se cogía demasiadas confianzas con la gente que no conoce.
- le voy a pegar- susurro Nick
- ni se te ocurra- le dije cogiéndole la mano y tirando de el - venga vamos dentro-
Me encontraba sentada en un pequeño banco que tenía Madison colocado en un precioso ventanal del salón, desde ahí se podía ver toda la calle, los vecinos de enfrente estaban celebrando una fiesta para su hija pequeña, tenían la música alta y en medio del jardín había un castillo hinchable donde se podía ver a una niña rubia saltando y riendo como una loca, estaba ella sola pero no me estraña nada con lo que estaba pasando en la ciudad ninguno de sus amigos había venido, Nick se sentó justo a mi lado, paso su brazo por mi cintura y apoyó la cabeza en mi hombro.
- ¿que miras?- me pregunto Nick dándome un beso en el cuello
- mira tus vecinos - le dije
- ¿qué les pasa?- pregunto haciéndose el tonto como si no supiera perfectamente lo que estaba pasando
- venga ya Nick, algo esta pasando realmente jodido y míralos están ahí de fiesta como si no pasara nada-le conteste un poco alterada.
Me queda ahí mirando hasta que anocheció, la casa parecía normal como si estuviéramos preparando una cena entre amigos sin ningún problema, Alicia se había cambiado de ropa y no se separaba de Pelayo ni un minuto y a el parecía no molestarle la atención que le daba la hermana pequeña de Nick, Travis estaba inquieto andaba de un lado a otro, llamando a su hijo y a su exmujer para que vinieran a la casa con nosotros y así poder irnos todos al desierto, que era el plan original, pero ninguno le contestaba.
- tengo que ir a por ellos- insistía Travis, era muy tonto si tenía intenciones de salir de casa por la noche
- ahora no puedes salir, cariño sería una locura- le intentó convencer Madison, el asintió dándola la razón
- iré a por ellos mañana - dijo, ella sonrió y le asintió aunque no creo que a Madison le haga mucha gracia que venga la exmujer de Travis.
Por fin era hora de dormir, yo en un principio iba a dormir en la habitación de Nick, pero Pelayo me pidió que durmiera con el, poniendo unos enormes ojos de cachorrillo y claro le dije que si, estábamos los dos tumbados sobre unos incómodos sacos de dormir en el suelo del salón.
- mañana nos iremos al desierto- dijo Pelayo soltando el aire que tenía en los pulmones - ahí estaremos a salvo-
-que tal con Alicia - le dije cambiando de tema, para reírme un poco de el
- es muy maja - me contesto
- le gustas, estúpido- le dije riéndome, el no volvió a contestarme y ahí me quede yo mirando al techo hasta quedarme dormida.
