Capítulo 10

31 1 8
                                    

Abrí los ojos por la sensación de humedad en mi piel. Al estirar los brazos para desperezarme me pareció como estar envuelta en algo gelatinoso. Las luces y destellos de colores me invadieron por completo. En cuanto pude mantener los ojos abiertos con normalidad, empecé a hacer un recorrido con ellos, observando y averiguando dónde me encontraba. Era evidente que había vuelto a pasar, que estaba pasando, que volvía a encontrarme en el mundo de los sueños, en otra dimensión, en mi universo interior. Entonces me sentí feliz, porque sabía que iba a vivir de nuevo una hermosa aventura, que algo maravilloso iba a pasar, que conocería a nuevos seres y que me instruirían sobre grandes misiones para la humanidad, o para mí misma.

Empecé a palpar con mis manos la blanda y transparente textura que parecía envolverme. Era húmeda y moldeable. Si apretaba mi dedo contra ella se quedaba la marca del mismo, para volver de nuevo a su estado original. Entonces fijé mi visión más allá, a través de aquella fina envoltura, y descubrí algo sorprendente y maravilloso. ¡Parecían pompas de jabón!, cientos de enormes pompas de jabón flotaban en el aire a mi alrededor, bajo el asombroso cielo multicolor que yo ya conocía. ¡Yo estaba en el interior de una de ellas! Me puse de pie con cuidado, con intención de que no explotase aquella pompa en la que yo me encontraba, ya que debajo de mí sólo divisaba nubes de colores y no veía el suelo por ninguna parte.

Me atreví a dar pasos en el interior de aquella esfera jabonosa y pude comprobar cómo podía avanzar en el aire. Con cada paso, la pompa giraba hacia abajo, como cuando un hámster corre en esas ruedas giratorias que tienen dentro de las jaulas. Pero yo, aparte de hacer girar la pompa, podía hacer que se moviera por el aire. ¡Que divertido! ¿y si corro un poquito?, me puse a correr y la esfera empezó a girar con más fuerza y a desplazarse rápidamente. Me quedé observando el resto de las pompas que pasaban ante mí. Estaban vacías, y parecían venir todas desde abajo. Había momentos en que no subía ninguna, pero de repente, aparecían un montón de pompas ascendiendo con fuerza. Daba la impresión que algo o alguien soplaba desde abajo, formando todas aquellas pompas que subían. Lo que mi visión alcanzaba a ver, eran todas aquellas frágiles bolas de jabón brillantes, que parecían no querer explotar nunca.

Intenté desplazarme hacia el lugar donde parecía que llegaban las pompas desde abajo. Sólo podía moverme hacia delante o hacia atrás, así que si me ponía encima de las pompas que subían, quizás pudiese divisar quién o qué las estaba provocando. Caminé pues hacia allí, haciendo girar mi brillante envoltura. Cuando creí estar en el lugar adecuado, me quedé quieta para que la pompa se detuviera. Miré hacia abajo, pero había demasiada distancia, casi no podía apreciar nada. Entonces vi como unos pequeños puntos blancos que parecían hacerse grandes por momentos. ¡Eran las pompas que subían directamente hacia mí! Con un movimiento rápido me puse a correr intentando desplazarme, pues si una de esas pompas chocaba contra mí, es posible que explotaran las dos. Pero no me dio tiempo.

Una de las pompas colisionó en mi esfera haciéndome caer, adhiriéndose a las paredes de mi envoltura, y cuando yo creí que lo peor iba a pasar, lo que sucedió es que las dos pompas se fundieron formando una mucho más grande. ¡Caramba, ahora estaba dentro de una super-pompa!, pero eso era más peligroso, porque ahora era un blanco fácil para todos los jabonosos proyectiles que eran disparados desde abajo, así que me puse a correr y a correr para desplazarme, ¡ahora tenía que correr más para mover la enorme envoltura que se había formado a mi alrededor! En cuanto me hube alejado del lugar de las pompas emergentes, intenté recuperar el aliento; no sabe uno lo que cansa correr dentro de una pompa de jabón hasta que lo prueba.

Vi como de nuevo, a los pocos segundos, otro chorro de pompas era proyectado, pero esta vez algo era diferente. Había una pompa que parecía más lenta, más pesada... algo había en su interior. No me atrevía a acercarme, porque si no, me volvía a poner a tiro, pero debía intentar aproximarme cautelosamente para poder ver de qué se trataba. Era evidente que lo que contenía en su interior se movía, o sea, que estaba vivo. No hizo falta que intentara moverme, porque me percaté que aquella pompa estaba desplazándose directamente hacia mí. Cada vez podía verla mejor, ¡alguien corría en su interior! ¡corría hacia mí! Yo tenía el corazón acelerado, estaba ansiosa por descubrir de quién se trataba...más que ansiosa estaba deseosa de que en aquella pompa de jabón estuviera Álex. Así nuestros sueños se harían realidad al instante. Si fuera Álex habríamos conseguido lograr algo extraordinario, algo maravilloso...¡encontrarnos y unirnos en el mismo sueño! Sería genial que nuestro experimento funcionara...

Coral y las siete leyes | #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora