Capítulo 20

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Luego que el abogado vino y habló sobre algunos asuntos de la pensión de Sunake, se retiró pero no sin antes ofrecerme su ayuda. Mi día de trabajo no fue muy diferente a los demás y no me quise quedar en la oficina. Tomé mi cartera y con toda la intención de irme fui detenida por la presencia insoportable de Osaki.

Jenni: Ahora que quieres – pregunté

Osaki: Una cita – respondió

Jenni: Que – exclame con todo mi sentir – ni loca – dije sin guardarme lo que pienso

Osaki se fue acercando y me tomo de uno de mis brazos. Prácticamente me obligo a bajar hasta el primer piso y allí darle órdenes a mi chofer. Me zafé de las manos de Osaki y le puse las cosas muy claras.

Jenni: Primero que todo – dije – usted no tiene que darle ordenes a mi chofer – añadí – segundo, yo soy tu prometida porque los accionistas lo eligieron por mí – seguí – tercero, yo no siento nada por ti y no quiero salir a ninguna cita – continúe – cuarto, estoy cansada y me quiero ir a mi casa – dije para culminar

Osaki: Siempre lo estas – respondió

Jenni: Es parte del trabajo – dije – si me disculpas, traigo prisa – añadí

Sin dejarlo hablar me dirigí hasta donde sé que está el auto. Me subí y le pedí que primero me llevara a comprar unas flores. Me baje en la floristería y compre un arreglo florar. Luego me dirigí al auto y le dije que me llevara al cementerio. Al llegar, allí me bajé y el chofer me dejó sola para ir a visitar la tumba de mis padres. Camine hasta la tumba y allí me arrodille para luego poner el arreglo florar.

Jenni: Ha pasado mucho tiempo – dije – perdón por no haber venido los pasados tres años – me disculpe – pero ya deben de saber que estaba en los Estados Unidos – explique – mamá – llame – estas feliz de volver a ver a papá – pregunté – y papá – mencioné – estas feliz de volver a ver a mamá – volví a peguntar para dejar caer unas lagrimas – mamá, papá – llamé – creen que puedan ayudarme a estar Hyunseong – pregunté – creen que sea lo que me merezco luego de todo lo que ha estado pasando – añadí a mi preguntar

Seguí hablando con mis padres hasta que no tenía nada más que decirles. Me levanté y antes de irme hice una pequeña reverencia para luego regresarme hasta donde está el chofer. Allí lo vi comer un helado y me acerque.

Chofer: Señorita – dijo al verme

Jenni: Tranquilo – dije – cómelo tranquilo y luego nos regresamos a la casa – ordené

Chofer: Claro, señorita – dijo

Una vez que el chofer terminar su helado, se subió al auto y lo puso en marcha. Al llegar a la casa, no dije nada luego que estacionó el auto. Me baje y entre a la casa luego que no tuviera nada que hacer.

Nana: Llegaste temprano – dijo – te pasa algo – preguntó

Jenni: Solo me duele la cabeza – dije – traigan unas pastillas con agua a mi habitación, por favor – pedí

Nana: Claro – dijo – estaré allí en unos minutos – notifico

Subí hasta mi habitación y me quite los trapos que tenia. La nana entró seguido para darme las pastillas que había pedido. Tome el vaso de agua y las píldoras para tomarlas.

Nana: Te pasa algo – preguntó

Jenni: Nada – respondí – si Osaki viene por aquí no lo dejen entrar a mi habitación – ordené – me siento mal y quiero descansar – comenté

Nana: Como ordenes mi niña – respondió

La nana se retiró y me acosté para intentar conciliar el sueño. Tarde un poco en dormirme, pero pude dormirme para descansar.

Conociendo el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora