Atrapado

36.4K 3.4K 332
                                    

Como ya he dicho en el grupo de Facebook (el enlace para uniros está al final de cada capítulo) esta es la versión antigua. Si queréis leer la historia editada, la tenéis en Amazon, tanto en digital como en papel.

Iré subiendo un capítulo por día, pero si veo suficientes reacciones (me suben los seguidores) podría hacer yn pequeño maratón de varios capítulos juntos... en vuestras manos está!

Disfrutad de la lectura! Besos mil!!!
________________________________

-Kerr - Lorna lo siguió. No podía hacer otra cosa. Tenía que hacerlo entrar en razón - No te vayas, amor.

-¿Amor? - logró su atención aunque no del modo que le hubiese gustado - ¿Desde cuándo soy tu amor, Lorna?

-Siempre lo has sido - se acercó a él seductoramente.

-Yo, ¿y cuántos más? - se tensó con su cercanía.

Podía sentir su ira en cada palabra. En el fondo sabía que se merecía cada reproche. La había descubierto en brazos de Ian. Se mordió el labio con frustración. Aquello no entraba en sus planes.

-Ian no me importa - le dijo.

-Pues no lo parecía anoche.

-Sólo fue un beso. Y me lo robó él - mintió. Tenía que hacerlo si quería ser la esposa de Kerr algún día. Tampoco le importaba. Engañar para conseguir lo que quería era su especialidad.

Llevaba demasiado tiempo ansiando a Kerr y cuando creía que lo tenía, el maldito Ian había decidido reaparecer en su vida. No le disgustaba la idea pero debería haber esperado a estar casada para coquetear con él de nuevo.

-¿Cómo quieres que te crea después de lo que he visto, Lorna?

-Por que yo jamás haría nada para lastimarte, amor - se abrazó a él y la esperanza renació. Al menos no la había rechazado esa vez - Si te hubieses quedado un poco más habrías visto que lo golpeé con todas mis fuerzas.

Kerr no estaba seguro. Le había parecido que Lorna disfrutaba demasiado de aquel beso pero la duda fue lo suficientemente grande como para pensar en darle otra oportunidad. Tenía que admitir que estaba loco por ella. Por aquel cuerpo tan lleno de sensuales curvas y por sus labios pecaminosos que invitaban a perderse en sus besos. Cada vez que pensaba en ella, se sentía arder por dentro de lujuria.

-No quiero que te acerques de nuevo a él, Lorna. Ni siquiera le hables.

-Por ti, lo que sea, amor - sus labios se posaron posesivos sobre los de él.

Por un momento, Lorna creyó que lo había perdido. Estaba realmente enfadado con ella así que suspiró aliviada al ver que respondía nuevamente a sus besos. Todo se resolvería y esta vez se mantendría lejos de Ian hasta ser la esposa de Kerr.

No es que estuviese enamorada de él, no creía en el amor. Pero Kerr MacCleod era el mejor guerrero que su primo Dougal tenía y también vivía en la más próspera granja de toda la isla. Y ella jamás se conformaría con menos.

Que fuese un hombre tan apuesto había ayudado en su decisión aunque sabía que lo habría buscado igualmente. Lo admiró una vez más. Sintió sus poderosos músculos contra su cuerpo. Era alto y fuerte. Un guerrero. Sus ojos verdes destilaban orgullo y determinación. Cualidades que su primo, el laird, admiraba. A ella le serviría para ser la envidia de las demás mujeres. Tenía unas manos grandes y aunque estaban curtidas por el trabajo en la granja y la espada, podían sacarle suspiros de placer cuando la acariciaban. Su pelo rojo le disgustaba bastante pero podía obviarlo, teniendo en cuenta que todo lo demás era de su agrado.

La institutriz (Viaje por las Highlands 1) // Disponible en todas las libreríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora