El accidente

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Tengo una noticia emocionante que daros y es que La institutriz saldrá el 29 de marzo a la venta de la mano de Nova Casa Editorial y estará en las librerías para que podáis tocarla, olerla... y llevárosla a casa para disfrutarla tantas veces como queráis. 

Aunque llevo años publicando libros, a los que les habéis dado mucho amor siempre, trabajar con una editorial era una asignatura pendiente y ahora puedo decir que lo he logrado. Y trabajar con los integrantes de Nova Casa ha sido una experiencia increíble.

Así que, ¡¡os espero a partir del 29 de marzo en las librerías!! ¡¡Besos mil!!

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Angus se había convertido en la sombra de Blair. Si antes era persistente con ella en su intento de seducirla, desde el encuentro con su primo, parecía haberse propuesto seguirla a cada lugar donde iba. Ya ni se molestaba en fingir que había algo más detrás de su comportamiento.

Una tarde, después de dos interminables semanas, Blair decidió enfrentarlo. Si todavía tenía dudas sobre ella, pretendía aclarárselas de una buena vez para que la dejase en paz. Si volvía a encontrárselo junto a la puerta de su alcoba al salir por la mañana una vez más, se volvería loca.

-Dejad de seguirme - lo miró desafiándolo, con las manos apoyadas en sus caderas - No soy ninguna espía.

-Yo nunca he dicho que lo seas.

-Pues no lo parece.

-Sabes que no puedo resistirme a tus encantos - se acercó a ella mirando sus labios.

-En Edimburgo, jamás he salido de casa sola - le dijo ella ignorándolo - Podéis preguntarle a vuestra hermana. Permanezco con los niños gran parte del día. Cuando estoy sin ellos, todo el mundo sabe que puede encontrarme en la sala de lectura. No tengo nada que ocultar, Angus.

-Blair.

-Estaba dando un paseo - lo interrumpió - Oí las voces y traté de localizarlas para irme en dirección contraria. Lo último que deseaba era encontrarme con un grupo de hombres en un lugar tan aislado y sin nada con qué defenderme. ¿Os dáis cuenta de lo ridículo que suena que yo sea una espía de Jacobo?

-Blair.

-No quiero volver a oír hablar de ello - lo interrumpió de nuevo - Decidle a vuestro primo que no voy a delataros. No tengo nada en contra de los habitantes de las tierras altas. Y Jacobo no es de mi agrado, lo sabéis bien.

-Sé que no eres una espía - le dijo él en cuanto supo que no lo interrumpiría más.

-Pues dejad de seguirme.

Angus se acercó más a ella, haciéndola retroceder hasta toparse con una pared. Colocó sus manos a cada lado de su cuerpo para aprisionarla. Había avidez en su mirada.

-Sólo ha sido una escusa, querida Blair - le susurró al oído - Mi intención sigue siendo consegir tus atenciones.

-Angus, por favor - intentó alejarlo, empujando con sus manos el pecho de él.

-Me vuelves loco - ronroneó - Tus evasivas sólo aumentan mi interés por ti.

-Apartaos - ya no rogaba. Era una exigencia y así se lo hizo saber con una fría mirada.

-A cambio de un beso.

-A cambio de no abofetearos.

Angus rió. Blair se crispó. Lo empujó de nuevo con fuerzas renovadas y logró apartarlo. Había bajado la guardia.

Cuando se disponía a alejarse de él, Angus la detuvo, sujetándola por la muñeca. La obligó a enfrentarlo y la atrajo hacia su pecho. Blair trató de separarse, en vano. Era mucho más fuerte que ella.

La institutriz (Viaje por las Highlands 1) // Disponible en todas las libreríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora