Capítulo 8

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POV Lola

La miraras por donde la miraras, la situación era incómoda a más no poder.

Pese a ser bastante sociable, la timidez le podía con aquellas personas que no conocía, sobre todo si eran chicas, y en especial, chicas preciosas que te llevan a su casa un día de lluvia nada más conocerte, te secan el pelo como si fueran tu madre, lo que te sonroja y avergüenza a partes iguales, te prestan ropa y te sirven café.

En fin, que la situación era incómoda.

No fue raro entonces que sus músculos se destensasen cuando vio que Emily tenía que atender una llamada. Suspiró, mirando el café durante unos instantes antes de bebérselo de un trago. "Ugh, qué fuerte..."

Se levantó en silencio, intentando averiguar dónde estaba la cocina. Después de acabar en el cuarto de baño y en el dormitorio, ya por descarte, entró a la cocina, dándose un golpe en la cadera con el marco de la puerta.

-¡ME CAGO EN...! -Sin saber cómo, logró taparse la boca, deseando con todas sus fuerzas que la chica no la hubiese oído.

Encendió la luz y dejó la taza en el fregadero, observando la habitación. No es que estuviera muy limpia, pero al menos era más grande que la de su piso.

Al darse la vuelta, vio unas cuantas latas de cerveza detrás del cubo de basura, escondidas. Se mordió el labio inferior.

"Joder, ya que llevaba dos días sin beber...", se lamentó, intentando levantar la mirada y salir de la cocina. Pero su cerebro tenía otros planes.

"No, no está bien, esto no es tuyo. Levántate y conserva la dignidad y la impresión de niña buena e inocente que ella tiene de ti", se dijo, viéndose agachada al lado de aquellas relucientes latas verdes de Amstel, recubiertas de perlas de agua, que parecían recién sacadas de una nevera con hielo...

Lola, para. Ya.

- Eh...¿Buscas algo? -Resonó una voz a sus espaldas.

Mierda. Tan ensimismada estaba en sus pensamientos que no se había dado cuenta de que Emily ya había terminado de hablar con quien fuera con el que estuviera hablando y había vuelto al salón, y al ver que no estaba, se había dirigido a la cocina al ver la luz.

- ¿Eh? Ah, no, nada en especial, solo, eh... -Venga, di algo rápido, cualquier cosa- Solo estaba fijándome en que estas losas son igualitas a las del pasillo de mi casa, je je...

"Muy elocuente. Gilipollas..."

- Ah, ¿en serio? - Preguntó tras un momento de vacilación, apoyándose en el marco de la puerta.

"...¿Me está siguiendo el rollo?" Aquello era nuevo.

- Sí, aunque quizás sean un poco más claras- Dijo levantándose, metiéndose las manos en los bolsillos de la sudadera para no empezar a gesticular como de costumbre y darse otro porrazo con el resto de objetos inanimados de la habitación.

Tras un leve asentimiento de la muchacha, la habitación se llenó de un silencio incómodo.

-...Bueno, suelos aparte, ¿dónde están tus padres? No creo que les hiciera gracia volv...- Dejó de hablar al instante al ver cómo Emily miraba al suelo y tamborileaba los dedos sobre el marco de la puerta, incómoda.

"Es para pegarte. Un tiro en la frente"

-V-Vaya, lo siento...No debería haber tocado ese tema - En aquel momento, deseó que se abriera el suelo enlosado bajo sus pies y que la mandara a la cocina de la vecina del quinto. Sería menos incómodo que...Que toda aquella tarde, básicamente.

-No pasa nada, estoy acostumbrada a que me lo pregunten - se apresuró a contestar, aliviando un poco a la chica- Vivo sola.

-Ah.

Y con eso, el cuarto volvió a quedar en silencio.

-Creo que esta amainando - Soltó Lola de repente, mirando por la ventana de la cocina- Será mejor que me vaya...

- Eh, sí... - Su tono era poco menos que extraño, entre el alivio y la decepción.

- Bueno, voy a por mi ropa a cambiarme y eso... - Dijo, empezando a andar hasta la puerta, pero un leve tirón en la muñeca la paró. Se giró, creyendo volver a ver la sombra de un sonrojo en las mejillas de Emily.

- Tu ropa seguirá mojada, es mejor que te quedes con la que te he prestado...Y-Ya me la devolverás.

Durante unos instantes, se planteó rechazar la oferta educadamente, ponerse su ropa y salir corriendo. Desechó la idea de inmediato al verse reflejada en aquellos ojos azules que parecían capaces de taladrarle las pupilas si así lo quisieran, y supo que no aceptaría un no por respuesta.

-...Está bien, pero te la devolveré lo más pronto posible. No soy de quedarme con algo que no es mío por mucho tiempo - Desvió la mirada mientras se rascaba la nuca, resignándose. Juraría que vio de reojo una sonrisa triunfante en los labios de la chica- Voy a por mi ropa.

Salió de la cocina, dándose cuenta de que Emily no le había soltado la muñeca en todo ese rato, avergonzándose, y recogió su ropa, estirada en una silla del salón. Esta vez si la vio aparecer en la habitación. Lola decidió decir algo antes de que otro silencio incómodo se adueñara de la casa.

- Muchas gracias por todo, siento haber aparecido de repente ahí, en el portal. No sé ni cómo he acabado ahí - Se pegó la ropa al pecho, soltando una risa nerviosa, y siguió hablando- En fin, ha sido un placer conocerte, Emily... -Sonrió ampliamente, algo roja por la vergüenza.

-I-Igualmente...- "¿Estaba tartamudeando? Parecía como si poco a poco, ella también... No, Lola, no, ella no. Imposible."

Después de todos sus esfuerzos,aquel horrible silencio había vuelto a inundar la estancia.

"Qué...Incómodo."

Sin pensarlo dos veces, porque si no, no lo hubiera hecho, miró a la chica a los ojos, que aún seguía abochornada, y le dio un corto abrazo.

Justo cuando iba a separarse, sintió unos brazos rodeándole el cuello.

-B-Bueno, hasta luego... -Susurró separándose, notando cómo se le subían los colores.

Deshizo el abrazo casi con pena y dio media vuelta, saliendo de la casa tan repentinamente como había entrado.

Una vez abajo, en el portal, miró su reloj. Eran ya las dos y media, si se daba prisa, llegaría a casa antes de que su madre volviera de los exámenes de recuperación.

Empezó a correr, mirando atrás unos instantes para ver que Emily no estaba en el balcón. Al menos tenía una excusa para volver a verla.

Quizá la lluvia no fuese tan mala, después de todo.

Amor muertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora