Capítulo 2

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- 4 MESES DESPUÉS -

La quimioterapia estaba funcionando muy bien, entonces mi madre decidió que debía volver al colegio. Me entusiasme al escucharla decir eso, extrañaba a mis amigas y amigos, pero no sabía como irían a reaccionar por lo diferente que me veía ahora.

Un lunes sonó mi despertador y me levanté de la cama sin pensarlo, la emoción me superaba. Me vestí con la ropa que había preparado la noche anterior y fui a desayunar.

Desayune lo de siempre un sandwich de crema de maní y mermelada con un jugo de naranja. A penas terminé tomé mi mochila y mi abrigo y fui a abrir la puerta para ir a tomar el autobús.
Cuando me subí saludé al chofer, vi que seguía utilizando la gorra de GAP que le había regalado hace mucho tiempo. Estaban todos mis amigos y amigas, yo los miré con con una sonrisa y ellos empezaron a reírse y a hablar de mi entre ellos.

En los primeros asientos había un chico de cabello negro con una remera amarilla bastante llamativa, no era un amarillo flúor era un amarillo color girasol. Decidí sentarme allí, su camiseta me transmitía alegría y además los que se hacían llamar mis "amigos" parecían no ser lo más.

Me senté y miré al chico que estaba sentado junto a mi y le pregunté:

- Puedo sentarme? - pregunté.

- Si - respondió mientras se giró para verme... Su cara me resultaba conocida, era Cameron! El hijo del doctor, el chico del que me había enamorado! No podía creerlo, iba a mi misma escuela y nunca me había dado cuenta!

- Gracias - dije con una sonrisa, y me quedé mirándolo por un segundo.

- Yo te conozco, eres Michelle la paciente de mi padre - dijo, en voz baja y sonriendo. Creo que se había dado cuenta de lo que yo pensaba, no quería que todos se enteraran que había estado internada en el hospital por tanto tiempo y que me empezaran a llamar: "Michelle la pobre enferma". Esto de ponerle apodos a la gente es muy común en esta escuela.

- Si, esa soy yo. Por favor no lo digas muy alto, nadie aquí sabe nada - le susurré al oído.

- No debes ocultarlo, esta bien - dijo sonriendo, y me dio un beso en la mejilla. Se me pusieron coloradas mis mejillas ya que el era el chico que me gustaba y era el primer amigo que me besaba la mejilla! Aunque no lo crean, si.

- Nos llevaremos bien - dije, y le devolví el beso en la mejilla.

En el camino estuve pensando que quizás fuimos un poco rápido al besarnos en la mejilla. Pero también estoy feliz de hacerlo así, creó que voy a poder vivir más si las cosas van más rápido de lo normal.

Cuando llegamos al instituto me bajé junto a Cameron y el me acompañó a mi clase. Me dijo que en la hora del almuerzo fuera debajo de la tribuna que estaba al lado de la cancha de fútbol.

Estaba ansiosa por volver a verlo, sentía que las horas de clase pasaban demasiado lento, además eran muy aburridas sin tener a nadie con quien hablar. Me pregunto que habrán dicho de mi para ser la rara de la escuela.

Hasta que sonó el timbre del almuerzo. Mi salvación, pensé.
Guardé mis cosas rápido en mi mochila y salí corriendo del aula, pero caí al suelo.
Brittany una chica morocha de ojos claros me había empujado haciendo que me cayera al suelo y mis cosas se desparramaran por todo el pasillo. Estarán pensando... La típica chica popular que es mala y le hace la vida imposible a una chica en particular en la escuela... Pues sí, están en lo cierto, ella era ese personaje cliché.

Afrontando el CáncerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora