Capítulo 1

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Mi nombre es Michelle, y actualmente tengo 18 años. Me diagnosticaron cáncer a los 12 años de edad. Y estoy afrontando el cáncer desde hace 6 años.

Primero les contaré como todo comenzó.

Hace 6 años... Un día de semana por la noche, estaba reposada en mi cama durmiendo, como cualquier otra persona.

Recuerdo muy bien que ese día había sido muy agotador, había  sido el día del amigo y pasé todo el día  con mi grupo de compañeros a quienes más quería, fuimos a un parque cerca de mi casa. Jugamos, hicimos carreras, tonteamos un rato y esas cosas de niños...

Lleguemos al grano, llegué a mi cama muy cansada, y me puse a pensar en ese día tan lindo que había pasado, hasta que en un momento mis ojos se cerraron y me dormí en un profundo silencio, estaba muy agotada.

De repente mientras dormía, desperté sobresaltando de la cama por un dolor que sentí recorriendo todo mi cuerpo y lo sentía más en mi pecho y la cien, nunca antes había sentido un dolor tan fuerte como este.

Tenía problemas para respirar y se me había paralizado todo el cuerpo, sentía como si alguien de mayor peso al que yo pudiera soportar se hubiera tirado encima mío y me apretaba el pecho, en realidad no sentía que me lo apretaban sentía que mi pecho se estrujaba, me refiero a que era un dolor mucho más fuerte.

No entraba oxígeno a mis pulmones, ni podía moverme para pedir ayuda, estaba paralizada.

Traté de gritar, para que mis padres, que dormían en la habitación de al lado me escucharan, pero esto no funcionaba. Pensé por un momento... esto será uno de esos sueños de los que me contó el doctor una vez? Como se llamaban? Tenían un nombre especial... Parálisis del sueño! Eso era, quizás lo que me está pasando no es nada más que un sueño feo, así que voy a relajarme y me imagino que se me irá a pasar.

Escuché pasos que venían hacia mi. Era mi padre y se veía a mi madre detrás de él. Mi padre me alzó con sus brazos y al instante se dio cuenta de que necesitaba ayuda de un médico urgente.
Bajamos las escaleras corriendo, es decir mis padres lo hicieron por mi. Estoy segura de que estaban muy asustados, con el corazón en la boca como el dicho que solía decir mamá. Pero yo estaba calmada. Ojalá pudiera hablarles para decirles que estoy bien y que no pasa nada.
Tomaron las llaves del auto y enseguida estábamos dentro de él.

Fuimos en camino al hospital de urgencias de inmediato, recuerdo la cara de miedo y angustia que tenían mis padres. Mi madre temblaba y me miraba muy detenidamente los ojos mientras me acariciaba el cabello. A papá se lo veía más "tranquilo" por así decirlo, sé que estaba asustado, pero él nunca demostraba lo que sentía aunque esto sobrepasara el mayor susto que alguna vez había sentido.

Cuando entramos al hospital dos enfermeros vinieron corriendo hacia mi con una camilla. Mi padre me recostó sobre la camilla con mucho cuidado y delicadeza, los enfermeros les dijeron a mis padres que no podían entrar al sector de operaciones conmigo y eso hizo que ellos se angustiáran aún mas y empezaron a gritar exclamando por que no los dejaban entrar si eran mis padres los adultos responsables de su hija, luego de unos minutos lograron controlarse.

Ya estaba dentro del quirófano.

Recuerdo que estaba muy asustada, sentía que iba a morir, tenía miedo de no poder ver nunca más a mis padres. Pero a la vez pensaba que quizás no era nada grave y que era solo un sueño de los feos, pero sentía tanto dolor y miedo que descarté el caso del sueño. Trataba de pensar en otras cosas para no asustarme más de lo que ya estaba.

Afrontando el CáncerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora