'Princesa llegaré en un cuarto de hora, me esperas lista'
Sus palabras eran claras: en 15 min llegaba a mi casa para salir o simplemente pasarla aquí. Creo que prefería salir, aún tenía mucho de que hablar con Ezel, ¡toda una tarde!, como lo había planeado; aunque yo misma me emocionaba cuando recibía llamadas inesperadas de él, ahora esa llamada había malogrado mi plan.
'Vamos, él es tu enamorado y a Ezel lo podrás ver más tarde u otro día' me tranquilizaba y pesadamente me puse a buscar una ropa apropiada.
Me acerqué a la ventana para despedirme de él y decirle que tal vez cuando vuelva podríamos hablar, pero cuando llegué, ya no estaba.
Volví a buscar en mi ropero un pantaloncillo que me llegaba un tanto pasando las rodillas, un top ceñido al cuerpo y poco escotado y unas Converse lilas. Era un clima favorable y decidí no llevar chamarra. Me peine un poco, pero con un cabello corto no se puede hacer mucho, tan sólo desenredé la cola larga y ya.
No pasó mucho para escuchar el timbre.Corrí a abrir la puerta y lo vi a él. Llevaba una polera negra y remangadas las mangas de la cual en un brazo llevaba un ramo de azucenas, las cuales eran mi favorita; un pantalón gris algo suelto, nada ceñido y el cabello ondulado alborotado como siempre.
Me miró como siempre lo hacía: con una sonrisa torcida que se convertía en un 'Hola mi reina' para luego acercarse, pasar ambas manos por mi cintura haciendo que me curve hacia él y darme un beso dulce y cálido que terminaba en una pequeña mordida en mi labio inferior. Después de eso se separaba para verme de pies a cabeza y darme otro beso casto en los labios.-Te ves hermosa mi amor, muy hermosa, no me cansaré de decírtelo - y al decirlo me volvió a besar y mientras me aprisionaba entre sus brazos noté que eran unos besos de aquellos que me volvían loca.
Me cargó y cerró la puerta, apenas si me dejaba respirar. Tomé su rostro entre mis manos y correspondía a sus besos con la misma pasión con la que él me los daba y cada uno me transmitía lo que ambos sentíamos, amor puro.
- Marce, Amor... - tratababa de hablarle pero él sólo mordisqueaba mis labios - amor... Ya - le dije cuando logré separarme un poco de él.
- ¿Si? - me decía mirando mis ojos, los de él eran de un chocolate oscuro.
- ¿No vamos a salir?
- Oh, bueno... Pensé pasarla mejor acá - me dijo vacilando y con el ceño fruncido.
- ¡Am, bueno por mi no hay problema! - le dije y le besé juguetona en toda su cara mientras reía de todos los gestos que hacía. Marcelo con sus pequitas era adorable. Al final él mordisqueó mi cachete y chillé para que me soltará y así lo hizo.
Llevé las flores a la cocina para ponerlas en un jarrón de cristal.Nos decidimos por ver una película mas tarde pero ahora jugábamos con el play.
- ¡Pichung pichung! ԅ(¯﹃¯ԅ) - decía mientras disparaba a los del bando enemigo y yo me reía de él.
Obviamente yo ya había muerto y sólo le observaba a él riendo.- Si sólo voy a estar viendo, ya no quiero jugar - le dije haciendo un mohín y molestándolo para que perdiera.
- ¡Espera, espera! Ya, ganó y cambiamos de juego - decía y yo seguía empujándole. - ¡Hey! ¡Eso no se hace! - lo decía y arrugaba las cejas y con ponía una trompa que me hacía reír.
- Pero no me gusta perder ¡ya deja eso!
- ¡Ya, ya! Engreída te pones ¿no? - me lo decía riendo y dándome besitos en la cara y cuello.
- No... - le decía y me reía por los besos. Apagó el juego y puso Street Fighter.
- Ya, ya mi niña engreída, en esta vas a ganar ya - me decía riendo mientras me abrazaba, lo cual hacía que me engria más.
- ¿Y si pierdo qué?
- No vas a perder, ¡vas a ganar!- me lo decía con una sonrisa amplia y los ojos muy abiertos.
- Bueno.. - dije engriéndome más. Marcelo al notarlo me abrazo y me hizo pucheritos y me besaba, yo me reía - ¡Oye! ¡Ya no quiero jugar!
- ¡Ay, ya no quiere jugar la niñita!- y me empezó hacer cosquillas. Estos momentos me encantaba pasarlos con él. Marcelo me hace muy feliz y aunque no me guste admitirlo, me encanta todo este rollo de engreimiento.
- ¡Ya, ya! Jugaré - lo dije entre risas y al fin me soltó. No soporto las cosquillas, me hacen llorar y un dolor de barriga, pero se siente bien. Me volví a sentar en el suelo y pasó sus brazos por mi cintura y me dio un beso sonoro en mi mejilla.
El juego empezó y gané pues mi táctica nunca fallaba: ¡oprimía todos los botones a la vez!
Luego de que Marcelo se cansara de perder cuando yo por alguna combinación le hacia llaves y ganaba, decidió hacerme jugar un juego de terror. Se llamaba "Amnesia". Éste me daba demasiado miedo, se trataba que el personaje principal despertaba en una mansión sin saber porqué y tenía que huir, pero los eventos inesperados que sucedían me hacían gritar de verdad y Marcelo me tenía que abrazar, luego me besaba y me alentaba para seguir jugando. Estuvimos así un buen rato hasta que le dije para jugar otro juego de terror. Él me ofreció Outlast y éste último si tenía un buen trama y también me aterraba.
Los besos entre capítulo y capítulo me gustaban y se empezaron a poner muy apasionados que me hacían perder la consciencia del tiempo.•••
- Marce, saca una 7up de la alacena, por favor, mi amor- le dije mientras me daba vuelta para darle un pico y terminaba de hacer la canchita. Soltó mi cintura y sacó la soda de 2 litros y un par de vasos.
- ¿Ya pensaste en qué película ver?- me decía mientras me hacia tomar un poco de gaseosa.
- ¡Terror! - dije emocionada- se que me muero de miedo, pero eso me gusta, jugar con mis emociones, y además tu vas a estar a mi lado no - le guiñe el ojo - para que me des abrazos y besitos ¿no?.
- ¡Entonces pondré la mejor película de terror! - gritó emocionado y llevando la canchita a la sala con la gaseosa y vasos.
Estaba pensando en Ezel, que hoy en la mañana lo había visto y también, en si decirle o no a Marcelo. No se lo había dicho nada del beso en fin de año así, creo que se pondrá horrible y no quiero eso.
- ¡La encontré! Ésta te hará llorar de miedo mi amor - me dijo con su sonrisa torcida y mirada juguetona.
La verdad no estaba nada mala. No era ficción. Era de esas que de verdad era terror puro. Estuve soltando muchos gritos y sobresaltos que a Marcelo le causaban gracia, yo le miraba fingiendo enojo y me besaba para que se me pase.
La película terminó alrededor de las 8 pm y la verdad no entendí mucho ya que la pasé jugando y riendo con Marcelo. Terminamos la gaseosa y había cancha en el suelo.
Marcelo recibió una llamada y por lo que pude entender de sus señas, era su madre avisándole que regrese.
Limpiamos la sala y lo acompañé para que pueda salir.- Gracias amor por lo de hoy, me encantó todo y las azucenas se quedarán en mi cuarto, las cuidaré mucho - me acerqué, pase mis manos por su cuello y lo acerqué a mi para darle un tierno beso que me correspondió con unos brazos en mi cintura y un beso muy profundo. Sus labios cálidos en los míos mientras sentía la punta de su lengua jugando con la mía.
Me apegó más a él y me mordió muy fuerte el labio inferior.Se separó de mi y me miró ardientemente a los ojos. Alzó una ceja y su mano subía y bajaba por mi espalda, eso transmitía una corriente exquisita que me hacia sentir extasiada.
- Te amo Isabella.
- Y yo a ti Marcelo.
~ ñau! 3:
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Entre Dos Amores (Editando)
RomanceTras esa pequeña ventana, yo sabía que me estaba mirando mientras me cambiaba. Esos ojos color negro oscuro los sentía clavados en mis pechos y tanto era la sensación que podía sentir sus labios carnosos besando ligeramente mi espalda. Él, lo sabía...