Cap. 6: Resiliencia

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-Amor, ¿vamos al cine? -me decía con una enorme sonrisa sin mostrar los dientes.
'Sólo trata de que acepte', pensaba mientras giraba mis ojos.

Marcelo intentaba ponerme de ánimos mientras yo empezaba a pensar que era un error aceptar que venga a verme.

- ¿Y a comer helados? -empezaba a creer que aquella sonrisa era fingida, que sólo era para ponerme alegre, pero que él no estaba disfrutando el hecho de estar rogando.

Había pasado tres días desde 'ése día' y no me sentía todavía bien.

Mis padres al verme así a la mañana siguiente, se preocuparon, me pensaron enferma y como siempre mi mamá me regañó suponiendo que era producto por no haber cenado; pero cuando notaron que los dos siguiente días seguía igual, comenzaron a tomar conciencia que ésta vez, no era capricho mío.
Al final de cuentas no era algo que interrumpiera sus días. El hecho de que me enferme no afectaba en nada pues igual seguía sin cosas interesantes que hacer.
Ellos no recibieron explicación alguna por mi parte y tampoco la obtuve de Ezel. No se presentó ni siquiera para hablar sobre lo sucedido. Sus cortinas se mantenían cerradas, a veces la ventana abierta, pero sus cortinas siempre juntas; de vez en cuando escuchaba alguna música de Linki Park, Green Day o Skrillex, otras veces de Fall out Boy, pero sólo obtenía eso de él. Su presencia no la sentía, no escuchaba su voz, era como si él no viviera ahí, sólo veía salir a su madre a hacer las compras y al escuchar el sonido del auto salía a asomar la ventana por si lograba verlo, pero sólo se encontraba su padre y nadie en el asiento del copiloto.

"Será divertido" su sonrisa pícara circulaba por mi mente ¿a qué se refería con eso? ¿qué tenía planeado hacer? ¿a caso salir juntos o molestarme con alguna broma pesada? ¿qué quería decir con 'divertido' ?
No lo sabía.

-Mi amor -me decía con una sonrisa de lado y ojos tiernos- por favor ¿si? -se me acercó, acarició mi mejilla, yo cerré los ojos y sentí sus tiernos besos en mis labios, no pude evitar sonreír- Vamos.

¿Cómo pueden existir personas así? Personas que hacen tanto daño a los demás, que son terriblemente malvadas y sólo dañan a los demás sin importarles lo que él otro siente por ellas. Yo me encontraba dentro de ese tipo de personas, pero yo no quise hacerle daño a Marcelo, yo de verdad lo amo y no puedo cambiar todos estos años a su lado por un estúpido momento que tuve con otro chico. ¿Cómo iba yo a decírselo? ¿Qué palabras saldrían de mi boca cuando llegue el momento?
¿y cómo se pondria él?

Cerré nuevamente los ojos más fuerte que antes contuve las ganas de llorar y empecé a temblar. No soportaba la más mínima idea de separarme de él o que terminemos.

Sentados en la cama como estábamos, se acercó y me abrazó.

-Mi amor, mi amor, ¡Hey princesa! ¿Qué pasa? ¿Qué sucede? -notaba el tono de preocupación que salían junto con sus palabras- mi amor, cuéntame qué es lo que pasó.

Yo sólo abrí los ojos y al verlo a él mirando cada facción de mi rostro los volví a cerrar. "Él se merece algo mejor que esto"
Y con los labios aún temblando sentí la compañía de los suyos, tan suaves y delicados como siempre lo fueron conmigo.
"Ezel..."
Sentí una leve repulsión y no pude evitar que un par de lágrimas se escapen de mis ojos. Mi mente era mi peor enemiga siempre en estos momentos.
Se separó de mí y secó mis lágrimas con unos besos tan tiernos como sólo él sabía hacerlo.

-Esta bien, vamos al cine y luego a comer helados. -sonreí y no es necesario que me lo dijera,pues sabía que notó que era fingida.

No estaba planeando ir y contarle lo sucedido, pero que mejor manera que distraerme saliendo con él.

Entre Dos Amores  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora