Teleférico | Diego Villacís [TERMINADA]

Capítulo 6

[...]

Ya era media noche, todos se estaban yendo a sus casas. Al final solo quedaron Julissa, Richard y mi querido Diego, el cual ya estaba dormido en el sillón.

—No se vayan, por fis. –Hice puchero.

—Ya es tarde prima, mi mamá me está esperando en el auto.

—Si ya es tarde Vale, y ya tengo sueño. –Puso cara de chico Richard.

—Ya se, hagamos una pijamada entre los 4, por fis.

—Yo si quiero, pero no sé qué dirá mi mamá. –Dijo, Juli.

—Yo también quiero quedarme, pero debo preguntarle a Diego.

—Richard, tu ve a preguntarle si se quedan o no, Julissa tú vas conmigo a pedirle permiso a mis papás y a mi tía.

—Ya. –Los dos respondieron al mismo tiempo.

Eso causó una pequeña risa entre nosotros.

—Vamos.

Fuimos directo a la cocina, donde se encontraban mis papás, era obvio mi mamá estaba con sus "antojos".

—Papis.

—Di nos hija. –Dijo mi papá.

— ¿Puedo hacer una pijamada con mi amigos y mi prima? Por fis. –Hice puchero.

— ¿Segura que uno de ellos es solo "Tu amigo? –Preguntó, haciendo comillas en "Tu amigo".

Rayos, había olvidado decirle a mi papá que Diego es mi novio.

—Bueno... Diego es mi novio, desde hoy... ya le iba a decir pero, creo que alguien ya le DIJO. –Recalqué la última palabra, fue mi mamá, quien le dijo.

Mi papá soltó una gran carcajada y solo dijo:

—Disfruten de la noche y no hagan mucho ruido. –Beso mi frente, tomo la mano de mi mamá y subió las escaleras.

Vi como subían, son una pareja realmente hermosa.

Cuando estaba por caminar hacia la puerta de salida de la casa, mi mamá dijo:

—Que tengan una linda noche, jóvenes. –Se despidió con la mano y se fue.

Mire a Julissa, tenía una cara de ternura. Le dediqué una pequeña sonrisa.

—Vamos Juli.

Corrí hacia la calle, ahí estaba mi tía.

—Hola, tía.

—Hola mija, ¿Pasa algo?

—Bueno, ¿Julissa puede quedarse a una pijamada?

— ¿Quiénes estarán en la pijamada?

—Richard, Diego y Juli.

—Como me aseguras, que no van a hacer nada malo.-Alzó su gruesa y delineada ceja.

—Mis papás están en la casa. –Traté de sonar seria.

Francesca es la tía más desconfiada que tengo.

—Mmm...

—Por favor, mami. Déjame pasar tiempo con mi prima.

—Bueno, pero....

— ¿Pero?

—Valentina, mañana temprano, llamaré a tus papás a preguntar si se han portado bien.

—Mamá, ya no somos unos niños. –Habló Juli, con cara de fastidio.

—Hey, niña, recuerda que aún no eres mayor de edad, acuérdate que aun te puedo de dar órdenes.