Capítulo 11

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Diego

Hoy era martes y ya le daban de alta a mi princesa, me preocupa mucho que se haya desmayado, Fernanda y Danial saben algo y no me lo quieren decir, tarde o temprano me voy a enterar.

Entre al hospital, tome el ascensor cuando la puerta se estaba por cerrar, un bolso negro hizo que las puertas se volviesen a abrir, mire a aquella chica, cabello castaño y ojos verdes, alta y con un buen cuerpo.

-Xavier, deja de ver a esa extraña, tienes novia. –Dijo mi subconsciente

Sacudí mi cabeza.

—Hey, hola.

La mire, tenía una sonrisa agradable.

—Ehm, hola.

—Soy Alejandra, pero me dicen Aleja, mucho gusto.

—Yo soy Diego, igual un gusto. –Levante mi mano en forma de saludo.

— ¿A qué piso vas? –Preguntó.

—Al cuarto piso, y ¿tu?

—Al mismo, voy a visitar a una amiga, la trajeron ayer.

¿Una amiga?

—De casualidad, tu amiga no se llama ¿Valentina? –Pregunte expectante.

—Sí. ¡Oh Por Dios! No me digas que tú eres Diego, su novio.

—Si soy yo.

El ascensor paro.

—Vamos, corre.

Aleja me tomo de la mano y me jalo hacia la habitación de Vale.

Me incomodo mucho el gesto de ella, trate de zafarme de su agarre pero fue un poco difícil, Valentina nos vio de la mano y me dedico una mirada de tristeza.

—Amor, no es lo que piensas.

Tire de la mano de Aleja y zafe el agarre.

Corrí hacia el lugar donde ella estaba trate de darle un beso pero se esquivó.

Sentí un pequeño estrujón en mi pecho.

[...*]

Tu

No he hablado con Diego desde la mañana en el hospital, estaba de la mano de Aleja, sinceramente no me cae bien, me dolió mucho verlo así.

Quizás ya se cansó de mí. Trato de hablar conmigo pero lo esquive todo el tiempo.

Estaba tan centrada en mis pensamientos que había ignorado por completo que en mi celular sonaba "Sorry" De Justin Bieber.

Es una magnifica canción, mire la pantalla y era un número desconocido.

— ¿Acaso Diego ya se cansó de ti? –Preguntaron de la otra línea.

De nuevo esa voz.

— ¿Qué quieres?

—A ti conejita, solo te quiero a ti. Pronto nos veremos.

—Eres un desgraciado.

Fue lo último que dije antes de escuchar el sonido del teléfono colgado.

Decidí dormir y no darle más vuelta al asunto.

[...]

Desperté por el sonido de la alarma de mi celular.

Me levante pesadamente y me metí a la ducha, luego de unos minutos salí y me puse lo primero que encontré.

Bajé y me encontré a Fernanda y a Danial en la sala, con una cara de preocupación.

—Hola chicos. –Les dediqué una pequeña sonrisa.

—Hola peque. –Danial me abrazó.

—Hola mi castaña preferida. –Dijo Fer, mientras trataba de forzar una sonrisa.

Me pareció raro que ellos estén aquí y con unas caras que para nada me gusta.

— ¿Pasa algo? –Los mire detenidamente.

—Ehm, bueno... -Danial paso su mano por su cabello.

Fernanda, le dio una pequeña patada en su pierna, Danial trato de no quejarse.

—No nada. Tu mami nos pidió que te acompañemos al colegio.

—Qué raro, bueno vamos.

Camine hacia la puerta pero unas grandes manos, me tomaron de la cintura y me llevo hacia la cocina.

—Usted señorita, no se va a ningún lado sin desayunar.

—Pero... no tengo ganas

Hice puchero como niña pequeña

—Nada que no tengo ganas, come eso.

Mire la mesa y era un plato de cereales con leche.

—Es en serio... Cuidado se quemen las manos por tanto cocinar. –Reí irónicamente.

—Si, ahora tu trabajo es comer y el de nosotros hacerte compañía.

Obedecí y me acabe el plato de cereales. Corrí a lavarme los dientes.

—Ahora si, vamos.

[...*]

Pasamos todo el día en clases, ya estaba cansada de tanto estudio.

Estaba por quedarme dormida en clases de Anatomía.

—Señorita Doblas, dígame ¿Cuáles son los conductos que unen a los conductos de Havers?

—Ehm... -Mire a Fer pero estaba igual o peor que yo.

—Vamos, la estamos esperando.

—Bien... Los conductos de Havers están interconectados con los conductos de Volkmann.

—Muy bien, pero para la próxima, más atención.

Asentí.

Sonó la sirena de la hora de salida.

[...*]

Llegué a la casa y me encontré con un gran ramo de rosas rojas, y detrás Diego con un gran cartel de "Déjame explicarte"

Sentí unas inmensas ganas de llorar pero me contuve, Diego se acercó y me abrazó, acepte su abrazo y me susurró en el oído un "Perdóname"

—Quiero que me lo expliques todo.

Lo mire fijamente.

—Ella me encontró en el ascensor del hospital...

Diego me conto todo.

Ahora más que nunca me cae muy mal Alejandra.

Luego de pasar toda la tarde juntos, Diego tuvo que irse a su casa, subí a mi habitación y fui directamente a mi cama y me dormí inmediatamente.

Teleférico | Diego Villacís [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora