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Hayley

Estoy enfurecida. Bueno, ahora mismo estoy plantada en la puerta del instituto. Pestañeé varias veces y reaccioné. Ahora si, estoy enfurecida. Miro para todos los lados a ver si encuentro a ese estupido engreído.

Entré al instituto, fui a dirección a preguntar si me podrían dar mi horario. Cuando me lo dieron salí corriendo a ver si me encontraba a... Su nombre era... Davis.

Miré cual era el número de mi taquilla y corrí a ella. Metí unos libros y me quedé con uno y mi archivador, me tocaba inglés. Mieeerda.

Caminando hecha una furia me percaté de que ya casi no quedaban alumnos en los pasillos. Me tropecé con alguien. En vez de disculparme, lo miré con odio. Era West.

-Hay, ¿qué te ha dicho Davis? ¿Te ha amenazado? ¿Te ha pegado?-Pasé de las preguntas que me formulaba West. Estaba buscando la clase de inglés que me tocaba.-¿Que te pasa? ¿Donde vas?

-Primero, no me hables por que eres un maldito hipócrita. Segundo, estoy buscando a tu amiguito del alma para romperle su linda cara y decirle que Hayley Sparcks no es de nadie. Tercero, estoy dando un paseíllo para conocer este lugar. Cuarto, estoy buscando mi estúpida clase.-Le espeté. West me miró con asombro. Es la primera vez que le hablo así a el.

-Hay, tranquilízate un poco. Deja que Davis diga lo que quiera, así se cansará y aburrirá de ti y no te molestará.-Dijo West. Yo lo miré fijamente.

-Si claro y no me respetara como mujer.-Dije suspirando.

-¿Y qué prefieres? ¿Que te deje tranquila o que te trate...?-Dijo West intentando controlarse y no gritar.

-¡Déjame en paz! ¡No me hables hipócrita!-Le grité. Los pocos alumnos que quedaban se fueron rápidamente. Que asco de gente, solo saben huir.

-El no es bueno. Con el si que no tendrás paz. Te meterás en problemas.-Me dijo.-¿Te ayudo a buscar tu aula?-Me preguntó. Me giré. Pasé de el. Puso su mano en mi hombro. Saqué el hombro con brusquedad.

-No.-Dije secamente.

Después de unos 5 minutos buscando mi aula y preguntarle a una señora de la limpieza que pasaba, encontré mi clase. Al entrar echa una furia y golpeando la puerta, me fijé que la clase estaba llena. Todos los alumnos me miraron. Yo no hice caso a los que empezaban a cuchichear. Pase por delante del profesor quien ya había empezado la clase.

-Llega tarde.-Dijo el profesor. Ni lo miré aun que su voz me sonaba de haberla escuchado antes.

-¿Se cree que no me he dado cuenta?-Le espeté mientras buscaba con la mirada un solo sitio libre donde sentarme.

-¿Sparcks?-Preguntó el profesor. Lo miré. Abrí muchísimo los ojos. Fue mi tutor de clases el año pasado en uno de los institutos de los que me expulsaron. Es un hombre joven. Tiene creo que 28 años. Charles Fitsher. Lo recuerdo perfectamente. Siempre me trató genial. Nos llevábamos muy bien por que su hermano(mula ya en la carcel) y mi madre salieron juntos.

-Guau Fitsher, no has cambiado. Sigues dejado que tus alumnos te maltraten.-Bromeé riéndome. El sin querer soltó una risita y la intentó disimular.

-No tiene gracia Sparcks.-Dijo reprimiendo la risa.-Siéntese ya.-Dijo disimulando la alegría al verme. Se que no quiere que los demás vean que tenemos alguna cosa en común.

Conozco a Charles desde que tengo 7 años. Él tenía 18 y todavía no se iba a la Universidad. Él me cargaba en brazos. El año pasado fue mi tutor de aula y los dos estábamos muy contentos de volvernos a ver, pero me expulsaron por agredir a una profesora. Él siempre me dio el apoyo que Yanette nunca me dió. Al igual que West que resultó ser un hipócrita, Denis y muchos mas.

Me senté en al único puesto que estaba desocupado. Estaba al final del aula. Me senté sin mirar a nadie. La clase comenzó. Charles le pidió a una rubia que empezara a leer. Mientras él pasaba rodeando las mesas para que nadie hablara entre compañeros, si es muy severo, pero es muy buena persona.

Pasó por mi mesa y disimuladamente dejó una pequeña hojita de papel doblada encima de mi libro. Sonreí. Lo miré y me sonrió con ternura. Abrí la hojita y empecé a leer: <<Que lindo volver a verte, Hermanita. En el reverso de esta nota, te dejo mi número. Te quiero y ya te extrañaba, Hayley. No has cambiado nada desde el año pasado.>>.

Me reí por lo bajo. Siempre tan ñoño... Yo también te quiero y te extrañaba, Hermanito. Pensé. Sin que me viera, anoté su número en mi movil y lo guardé de regreso. Me guardé la hoja en el bolsillo trasero de mi short.

De pronto, sentí como dos miradas se penetraban en mí. Me sentí cohibida. Por el rabillo del ojo y disimulando, miré mi derecha. West estaba justo a mi lado. Mieeerda. Hice caer un bolígrafo, haciendo que varios curiosos miraran. Los fulminé con la mirada y regresaron sus miradas.

Recogí mi bolígrafo y alcé la mirada para encontrarme cara a cara con la persona que me había amargado la mañana. Esos ojos negros como el carbón me miraban fijamente y miraba con detenimiento cada uno de mis movimientos hasta que nuestras miradas se encontraron. Fijó su mirada en mi como diciéndome "No me mires si no te hablo" idiota.

Aparté la mirada con desdén para que notase que no quería mirarlo. Al regresar a la lectura otra nota se posó en mi libro, pero esta vez no era de Charles. La abrí <<Hayley lo siento, no soy un hipócrita. Solo es que no quiero que Davis me degolle, solo eso.>> me reí disimuladamente.

<<Lo que tu digas West :) Creo que no aguanto sin hablar sin ti.>> Escribí rápidamente para que Charles no me viera, como ya dije, es muy severo. Le tiré la nota rápidamente.

(...)

Ya iba camino a la cafetería, por lo menos me he mantenido lejos de Davis, como se me acerque le parto su asquerosa y hermosa cara. Voy con West, contándole mi larga relación de hermanos con Charles. Entramos a la cafetería.

West me dijo que lo acompañara. Me llevo a una mesa, donde estaban todos los de la mañana. Me dijo que me esperase un momento aquí pero que no me sentara aún.

A lo lejos lo ví. Fruncí el ceño. West estaba hablando y riéndose con Davis y con otro tipo al que no me han presentado aún. Es muy guapo su amigo. Casi no tenía tatuajes pero aún así se notaba que era un malote como estos parguelas que tengo a mi lado.

Me acerqué a West y miré fijamente a Davis para que se diera cuenta de que me importaba diez mierdas sus reglas. Miré al otro chico. No me sonaba su cara. Le sonreí y me sonrió de vuelta. Sentí la mirada fija de Davis.

-Hola hermosa.-Dijo el chico. Le sonreí pícaramente. Quiero demostrarle a Davis que yo no soy de nadie, menos de el.

Ese Chico Cruel [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora