Ese Chico Cruel [HIATUS]

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Davis

Estábamos camino de la carretera en la que se encontraba la madre de Hayley, Yanette. Me pregunto a los cuantos años tuvo a Hayley, si ella tiene 17 años y su madre 31, siempre he sido bueno en las matemáticas pero deje de centrarme en los estudios cuando conocí mis negocios; aún así tuvo a Hayley con 14 seguramente.

Voy en mi coche con Hayley; Jepherson me preguntó por qué le tenía tanto interés a una chica, yo por su puesto le contesté, "Por que quiero y si quiero algo lo tengo, ella es mía. Aparte, cada uno es maricón a su manera." Lo sé, soy demasiado romántico.

Intenté ocultar exitosamente mi risa interior. Jepherson, es un romántico, aun que solo se las pase follandose a Alayna, a quien tampoco parece importarle solo pasar las veinticuatro horas metida en la cama de Jepherson.

Saik por el contrario es mas como yo, pero no es de perder la paciencia de la manera tan rápida y sutil como lo hago yo. En otros aspectos diría que Saik es peor que yo, es mas mujeriego que yo, la razón es por que yo ya me he follado a casi todas las chicas del instituto, menos a la que me partió una ceja y está entrada en asiento del copiloto del coche; Saik digamos que el no soporta estar sin follar.

La verdad es que desde que vino Hayley, por alguna razón que no logro entender vienen mas seguido a mi casa las tías, no es que me moleste, pero me gustaría saber la razón.

En el instituto todos me temen, pero ni siquiera saben a que le temen. Pocos conocen mi historia y mi vida, solo se contentan con saber que he tenido una vida de mierda y que deben alejarse de mi. Pocos saben todo lo malo que he hecho y se lo han guardado, entre ellos están Jepherson y Saik.

No es que me molesten que me juzguen, la verdad es que me importa poco. Se ve que a Jepherson y Saik, que los amen y los respeten les basta. A mi no. Si no me aman mejor, que me respeten y me teman me basta.

La razón por la que busco a la madre de Hayley, Yanette, es por que yo tuve una madre, no era la mejor, pero era mi madre, mi compañera, mi padre, mi amiga, lo era todo para mi. No quiero que Hayley también pierda la suya, al parecer ella tampoco tiene una figura paterna. Un día, cuando yo tenía 11 años, mi padre biológico vino a nuestra casa borracho, golpeó a mi madre.

Ese hijo de las mil... Apreté la mandíbula para no golpear el volante del coche o romper algo. Ese tipo la golpeó de lo mas feo. La dejó medio muerta, luego de eso la violó. Como mi madre no se dejaba, le pegó un mal golpe y mi madre no respondió mas y todo eso enfrente de su hijo de 11 años.

Por suerte está en la carcel con cadena perpetua, yo no respeto a un tío que venga de asqueroso baboso a violar a una mujer o besarla en contra de su voluntad. Por eso, cuando vi a Federick besando a Hayley la sangre vino rápidamente a mi cabeza en un punto de querer explotar y me lancé a matarlo al ver el parecido con mi padre biológico.

Tuve que madurar con 11 años, tuve que buscarme la vida, mi madre no tenía hermanos, mis abuelos maternos murieron y mis abuelos paternos igual; mi padre tampoco tenía hermanos biológicos, solo uno que era adoptado. Intenté contactar con mi único tío y este me mandó a la mierda.

Todos en el juicio de mi madre, se olvidaron de que era madre de un hijo, todos se olvidaron de mi, pero yo no olvido a cada una de las putas personas que me hicieron ser lo que soy.

Busqué trabajo o algo que me ayudase, nada. Pronto me encontré con Charles, un chico de Universidad que vendía droga de vez en cuando, ahora ha dejado de hacerlo. Me hice buen amigo de él. Me dejó vivir en su apartamento hasta que pudiese trabajar. Un día se metió en un lío y debía mucho dinero por culpa de su tío a quien metieron en la cartel por ser la mula de una mafia.

Charles, aun que no quiso, yo quería ayudarlo y le dije que yo también vendería, el aceptó. Me enseñó a robar, me regaló un revólver calibre 19. Luego de eso yo me compré mas. Me convertí en una persona fría y sin sentimientos. Maté a varias personas en esos 2 años. Luego no. Se me hizo un tipo de hobbit. Se hizo normal, robar, matar y pegar a la gente que no me hace caso.

Luego de esos 2 años, conocí a Denis, el me enseñó a ser ya lo peor de este mundo. Pero, un día el estaba con su novia y aunque yo no sabia que ella era su novia, la noche anterior me había acostado con ella. Denis lo tomó de otra manera y nos peleamos, el me enseñó a pelear como un boxeador callejero. Así que solo nos hicimos daño el uno al otro sin un vencedor.

Yo ni siquiera sabia por que peleaba, cuando me enteré de que era por su novia le expliqué la situación, el quedó en paz conmigo. Pero, ¿yo? Me dio igual. Pase de preocuparme a solo acumular más rencor. Charles empezó a trabajar y yo le pagaba ya mi alquiler en su apartamento. Charles se compró otro apartamento y me regaló el suyo, cuando cumpla 18 será oficialmente mío.

Nunca he querido pegarle a una mujer; que me tienten ellas mismas, como Hayley, es otra cosa, hay algo en ella que me hace querer protegerla, no dejar que nadie respire su aire, que nadie la toque, por otra parte ella me saca de mis casillas desobedeciendo mis normas.

No es como si me gustase Hayley, no me gusta, eso lo puedo afirmar. En mi corazón no hay nadie, solo hay rencor.

Solo siento una leve atracción hacia ella. Me gusta y se que va ha sonar sádico, pero ver como se le cristalizan esos ojitos grises como la misma tiniebla tornándose mas claros, cuando en su momento me miraban con odio es, no sé incomparable. Pero luego, viene mi parte humana y dejo de hacerle eso. Tampoco me gusta verla llorar, cada vez que una tía llora lo único que de hacer es maldecir.

Me gusta cuando se estremece su cuerpo casi apretado con el mío pero sin llegar a un contacto fijo. Pensar que soy de alguien me hace odiarme. ¿La razón? Ni yo mismo lo sé. Esa ingenuidad de Hayley es algo, ilógico. Se cree que yo voy a cambiar por ella. Eso en cierto modo es gracioso. Yo odio al mundo. No creo en el amor, sobre todo si siempre te lo van arrebatar.

Miro Hayley por el rabillo del ojo. Estaba gimoteando con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar. Estaba envuelta en una sábana negra que yo tenía en la parte trasera del coche. Sus mejillas estaban húmedas y rosadas. Miraba por la ventana de su asiento. Se ve tan inocente. Parece una niña pequeña.

Faltan diez minutos para llegar. Hayley está muy nerviosa. Me mira y me hago el que solo estaba conduciendo sin mirar a nadie.

-Davis...-Dijo con un gran suspiro. La miré. Mi mirada casi nunca tiene sentimiento por los que nadie puede saber lo que pienso algo.

-¿Qué?-Pregunté frustrado. Odio los camiones. Y encima de todo tengo a tres delante. ¿La razón? Os la imaginareis. Mi padre era camionero.

-¿Crees que mi madre...?-Empezó y rompió a llorar. No me gusta que llore, nadie se merece las lágrimas de otra persona, menos yo y soy el que desde ayer la he hecho llorar.

-No te preocupes, seguramente estará bien. ¿Y tu padre?-Pregunté con intente pero sin mostrarlo. Ella me miró con los ojos cristalinos. Se tensó, se revolvió en su asiento y miró al frente gimoteando.