Tras un largo viaje en metro llegué con el tiempo justo para subir a casa, coger las llaves de mi coche y partir hacia el apartamento de Camero, dónde habíamos quedado para hablar.
Esperaba no perderme por el camino, porque aunque la calle sí la conocía, nunca había ido en coche. Quedaba cerca de la casa de mi madre así que hasta allí sí me podría ser fácil llegar, el problema era después. Me dijo que tomara como referencia una tienda de golosinas y que a partir de ahí me sería fácil llegar. Y en efecto lo fue, no me costó nada, lo que sí que se me hizo más difícil fue el encontrar aparcamiento.
Cuando bajé del coche, y de camino al edificio de Cam hice una nota mental de comprar golosinas en esa tienda. Tan sólo de pasar por el escaparate y ver tanto dulce me había entrado un antojo increíble, sobre todo de unos chocolates que tenían una pinta deliciosa. Y bueno, volviendo a lo que tenía que hacer en ese momento, me dispuse a llamar al telefonillo que el chico de ojos negros me había dado. Me abrió en seguida y subí en menos tiempo todavía, ya que era un piso.
-Hola, Beth. Pasa, por favor -se hizo a un lado de la puerta con una sonrisa en su cara y cuando llegué a su altura dejó un beso en mi mejilla, no quedándome otro remedio que sonreír ante el gesto.- Me hubiera gustado que nos hubiéramos visto antes pero he estado muy liado con unos trabajos que tenía que entregar para la universidad y no he tenido tiempo. Lo siento.
-No importa, Cam.
-Oh, espera. ¡Casi se me olvida! Por favor, ponte cómoda. No tardo en volver.
Antes de que pudiera decir nada, salió hacia una de las habitaciones dejándome sola en el salón. Me senté en el sofá con cuidado de no tirar ninguno de los papeles que lo llenaban, al igual que la mesa.
-Perdona el desorden -se disculpó de vuelta al salón. Pude ver que traía algo entre sus manos, pero no lo mostraba ya que estaba a su espalda.- He estado estudiando y no sabía poner tantos apuntes y en mi habitación no me concentro, hay muy poca luz, la silla es muy incómoda y la luz del flexo me marea...
-Cam, Cam... -dije riendo.- No te disculpes.
Me dio una de sus tímidas sonrisas y se hizo un hueco junto a mí entre tanto papel.
-Uhg, em... Bueno, esto es para ti. Feliz cumpleaños.
No pude abrir más los ojos cuando vi que lo que traía entre sus manos era para mí, y que además, se sabía mi cumpleaños. Recuerdo que se lo dije en una de nuestras muchas conversaciones cuando nos estábamos conociendo, pero que se acordara y que además se hubiera ocupado de comprarme algo me hizo sentir miserable. Mientras él se entretenía buscándome algo, yo le engañaba y volvía con Harry. Que no me malinterpretéis, Harry era parte de mí, y lo amaba con todo mi corazón, pero había muchas formas de hacer las cosas y yo había escogido la peor y la más impulsiva.
-No puedo aceptarlo, Cameron -dije negando con la cabeza.- Te lo agradezco mucho, pero no puedo.
-¿Cómo qué no? No se cumplen diecinueve años todos los días -respondió aún con una sonrisa, la cual no tardó en desaparecer cuando continué hablando.
-De verdad, no puedo. Cam, -suspiré y tomé sus manos con las mías- tenemos que hablar.
-Eso no suena bien.
-No, no lo hace. Yo... Harry y yo hemos vuelto.
No fui capaz de mirarle a los ojos, y eso me hizo sentirme peor todavía. ¿Qué mínimo que mirarle a la cara cuando le dejaba?
-Pero... ¿cómo?
-Realmente, no lo sé. En la fiesta que me hizo María, él apareció de la nada, terminamos hablando y hemos decidido volver a intentarlo. Cameron, lo siento mucho, tendría que haberlo hecho de otra forma pero fue todo muy rápido y no sé que puedo hacer a parte de pedirte perdón.
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Back to December (Harry Styles a.u.)
Fanfiction"Daría lo que fuera por volver a diciembre" Secuela de Georgia Rose. Portada hecha por @drewfields