Back to December (Harry Styles a.u.)

I love you, baby.

Dejé la carta que le había hecho a Harry en mi almohada y sin hacer ruido dejé la habitación. Jack me había mandado un mensaje en el que decía ya estaba en la puerta de casa así que sería mejor no hacerle esperar.

No quise mirarle una última vez antes de irme porque sabía que si lo hacía nunca me marcharía y debía hacerlo, por él. Esta sería la última vez que Jack o alguien nos separaría.

Cogí el bolso que hice para llevarme algo de ropa que había dejado en la puerta después de que Harry se acostara y salí encontrándome a Jack en el porche.

-¿Lista preciosa? –dijo sonriendo.

-Creo que no hace falta que te responda.

Pasó un brazo por mis hombros y me empujó un poco para que caminase.

-Se le pasará, Beth. No te preocupes.

-Me prometiste que no le harías nada.

-Y no le haré nada siempre que tú no hagas el tonto. Nada de juegos –advirtió.

-Nada de juegos.

Uno de los guardias que iban con Jack normalmente no abrió la puerta trasera del coche negro y después de que pasásemos cerró la puerta con suavidad.

-Él es Rush, acostúmbrate a verle va a ser tu guardaespaldas.

-No necesito una niñera, Jack. No me voy a ir –mentí.

-Lo sé, nena. Es para que no te pase nada. Puedes arrancar ya, Rush.

El chico asintió y puso en marcha el coche. Yo le miré a través del espejo retrovisor.

Debía de ser nuevo porque no recordaba haberlo visto nunca en los años que estuve trabajando bajo la mafia de los Miller. Era de piel morena y ojos claros. Llevaba la cabeza rapada y cerca del ojo derecho en el pómulo tenía una cicatriz. Cuando nos abrió la puerta me di cuenta de que era alto y corpulento y la verdad es que intimidaba un poco.

Volví la mirada a Jack que estaba con el teléfono y de nuevo observé a Rush haciendo que ambos coincidiéramos en el espejo. Pensé que la primera vez que cruzáramos miradas me estremecería y medaría miedo, pero en lugar de eso, sentí todo lo contrario.

-Beth, -me llamó Jack- descansa. El viaje es largo y tardaremos en llegar.

Giré la cara hacia mi ventana y apoyé la cabeza en el respaldo del sillón, deseando que cuando me despertara esto fuera una pesadilla como las que solía tener antes.

Sentí que me movían el brazo y me daban un beso en la mejilla, parpadeé un poco antes de despertarme por completo y darme cuenta de donde estaba. La puerta del coche estaba abierta y un Jack sonriente me esperaba sujetando esta.

-Bienvenida a casa.

Cuando bajé, miré a donde me encontraba y al salir del coche una enorme villa se alzó sobre mí. Ya había estado aquí otras veces. Antes de que Harry y yo nos conociéramos, bueno, que nos hiciéramos amigos; desde el día que Jack decidió ofrecerme ser sólo suya por segunda vez, en ocasiones me traía aquí en lugar de ir al club.

Era una casa bonita y muy lujosa, llena de habitaciones, baños y hasta con piscina en la parte trasera. También contaba con un gimnasio y dos salones.

-¿Dormiremos en la misma habitación? –pregunté.

-¿Quieres?

Realmente no pensaba que me fuera a hacer esa pregunta, era obvia la respuesta.