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Ya es de noche y todas están dormidas menos yo, que estoy mandándome mensajes con mi padre y con mi hermana. El campamento en Sydney de Line está siendo muy divertido con muchos juegos que la mantienen activa hasta las diez de la noche. A ella le cuesta quedarse dormida. Tiene un poco de insomnio, lo que provoca que de vez en cuando me dé pequeños sustos por las noches, levantándose para ir al baño o simplemente para beber agua. Mi padre se lo está pasando muy bien en Washington. Dice que le ha dado tiempo a pasear y que trabaja poco, pero que le pagan bastante bien para lo que hace. Podría decirse que son unas vacaciones con un poco de trabajo.

Escucho el crujir de una cama, y veo una sombra moverse, así que me incorporo para ver quién es:

- ¿Shinna? - susurro. - ¿Eres tú?

- Sii - contesta desde la puerta. - Tengo que ir al baño.

- Te acompaño, que no puedo dormir.

Me pongo las chanclas y una sudadera, y cojo las llaves de la cabaña.

Atravesamos los cincuenta metros del oscuro campamento con la linterna del móvil de Shinna, y al llegar a los baños, escuchamos unos pasos en su interior. China y yo nos miramos con los ojos como platos, y le hago una seña para que se quede donde está. Me acerco lentamente al ''epicentro'' del sonido y me encuentro a Dylan y Peter sentados en el suelo... Y están jugando a las cartas.

- Pero qué...?

Los chicos me miran y a Dylan se le caen las cartas de la mano. Shinna, impaciente se acerca hacia donde estoy, y se empieza a reír. Su risa es contagiosa, y raramente me río con ella. Dylan sonríe con inocencia y les pregunto, que qué están haciendo. ''No podíamos dormir'' se excusa Peter.

Mientras Shinna está en el baño, me siento con ellos, observando cómo acaba la partida. Al terminar, y tras unos segundos de silencio, Dylan observa mi pijama. En verdad no es un pijama, sino una camiseta grande de mi padre y bajo ella, un culot.

- ¿Qué? - pregunto, mientras pienso en qué se le puede pasar por esa nuez a la que le llama cerebro.

- Nada, nada, solo creo que esa camiseta no es muy ajustada a tu cuerpo. Quiero decir, que la camiseta de tu novio no debería ser para dormir. O eso creo -. Se sonroja.

- No es de mi novio, no tengo. El único chico de mi vida ahora mismo es mi padre -. contesto con firmeza.

- Pues no creo que dure mucho esa promesa -. contesta Peter, interrumpiendo la conversación. Los dos se echan a reír y en ese momento entra también en la conversación Shinna.

- ¿De qué habláis? - dice poniendo una sonrisa pícara.

- No finjas que no has escuchado nada tonti, que en estos baños se escucha hasta la respiración de una mosca -. Todos nos reímos, y al quedarnos en silencio, prosigo. - Y quiero irme, que es ya la una de la mañana. Mañana habrá actividades -. añado. Shinna asiente y abandonamos los baños. Una vez en cama repito mentalmente la conversación de los aseos con Dylan y recuerdo sus verdes ojos. Me recuerda al actor de mi serie favorita...

Teen summer lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora