ESCONDIDO

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Aquella sonrisa
duró tres noches,
aquel pensamiento
toda la vida.

Tan claro el día,
tan oscura mi alma;
tan cálido el clima,
tan fría mi mente.

¿De quién huía?
Eso no importaba.
Me escondí
en lo más profundo
de mis frustrados deseos.

Construí mi refugio
con aquellas voces
que delirantes susurraban,
que a ciegas me guiaban,
¿de quién se trataba?

Llovía en silencio,
se desbordaba el cauce;
mis razones se ahogaban
sin sentido de existencia.

Me cansé de esperar
encontrar una salida,
derramé en tu oído
un mar de tristezas.

Me encontraste,
casi muerto, casi vivo.
Qué cobarde fui
al huir de mí mismo.

Polvo de EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora