ADIÓS

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Desenlacé nuestras manos,
despegué mi mirada,
me alejé por completo.
Seguí mi camino
y borré tus memorias.
Comí del fruto prohibido.

Aquel hermoso día
que pintaste para mí,
se oscureció...
se desvaneció ante mis ojos;
la noche cayó sin apuros.

Aun estando tan lejos
te sentía cerca,
pero preferí el orgullo.
Dudas y temores
desmoronaban mi pasado.
Por fin estaba solo.

Ahogaba cada pensamiento
que traía tu nombre,
los sumergía
en el río de mi soledad.
Con cada uno que moría,
una parte de mí también.

En medio de la plenitud
de una noche eterna,
elevé mi última oración,
pidiendo una oportunidad
para poder decirte... adiós.

Polvo de EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora