➤Capítulo 4.

8.3K 1K 976
                                    

No es como si le importara la distancia que se estableció entre él y Zayn luego de aquel día, es normal, casi completamente normal porque ellos apenas comenzaban a conocerse y Zayn se alejó sin decir nada y Liam comprende, porque probablemente a Zayn le aburre estar con él.

Liam sabe que para todos es alguien aburrido, lo comprende perfectamente, él mismo sabe que es un aburrido, alguien invisible que no merece ser si quiera visto.

Pero eso no quita que algo dentro de él repicotee con insistencia y que el peculiar nudo en su garganta arda.

Son las cuatro de la mañana de un domingo, ha pasado una semana, y ni siquiera se ha topado a Zayn en todo ese tiempo, Liam finge no ver más allá del portón de su casa y finge no observar con lentitud a todas las personas que caminan junto a él en los anchos pasillos del Instituto tanto como finge no echar rápidas miradas cuando pasa por la casa del moreno, casi gimiendo de exasperación.

Liam es bueno fingiendo, como Zayn parece serlo.

El castaño aprieta las sábanas en sus puños con fuerza, mordiendo sus labios, pensando a gritos que es lo que hizo mal.

Tal vez fue la forma en que sonreía, o las palabras que dijo, tal vez Zayn comprendió mal sus acciones o tal vez solo se alejó, sin alguna razón en particular. Porque según Niall, Zayn solo se aleja, se esconde, agacha la cabeza y finge que no está ahí.

Liam termina levantándose de la cama a altas horas de la noche buscando su celular, abriendo sus mensajes decide mandarle uno a Harry con una pizca de esperanza para que le pueda contestar, la idea es remotamente imposible pero cuando lo manda, finalmente un mensaje llega quince minutos después.

El número viene escrito seguido de un signo de interrogación y aunque Liam se sienta avergonzado sabe que Harry es el único que no comentara o pensara nada de él. Liam no suele ser insistente, pero la curiosidad está por toda su sangre, lo atrapa, lo envuelve, lo ahoga y simplemente cede con facilidad.

Mientras guarda el número y escribe un rápido -Gracias- a Harry, piensa en qué probablemente el rizado se tardó por estar buscando su petición. Su estómago se revuelve de culpabilidad, pero con un suspiro y un ceño fruncido, desecha todo para dejarse llevar.

El podría marcar el número pero sería estúpido y tampoco sabe como el chico vaya a reaccionar, así que termina mandando un mensaje, pero no consigue una respuesta.

No ese día y no el siguiente.

Tampoco la consigue después de una semana.

Y se siente estúpido, fatigado y quiere vomitar, pero una noche, cuando todos duermen y Liam lee un libro con la luz encendida, su celular vibra emitiendo cierto sonido que llena el frío silencio de la habitación.

Lo primera que piensa es que debe ser Niall, quien se acaba de acordar que hay tarea y que requiere que se la pase, sin embargo cuando toma el aparato, ve como la pantalla brilla con cierto nombre haciendo que se le corta la respiración.

Teclea con dedos torpes, abre el mensaje, leyendo en él algo que lo hace jadear.

"Lo siento mucho, Liam. Mi padre me castigó y me quito el celular, he estado ocupado estos días pero mañana podríamos ir juntos al Instituto. -Z."

Liam se sonroja furiosamente, aún cuando el mensaje es simple y no tiene nada más explícito, lo hace porque se da cuenta que Zayn no huyó de él.

"No te preocupes, solo estaba confundido. Claro :D"

Sintiéndose torpe terminando borrando la estúpida cara feliz, coloca solo un signo de admiración y manda el mensaje, con un suspiro apaga la luz, dejando el libro sobre la mesa de noche, recostándose mejor, cerrando los ojos consigue el sueño, junto con cierto comienzo de sonrisa que adorna su rostro.

Por la mañana el despertador lo aturde casi como todos los días, él es un lío de sabanas que termina arrojando al suelo para poder levantarse caminando por su habitación en busca de sus cosas cuando nota que la pantalla de su celular está parpadeando, casi con prisa lo toma, viendo un último mensaje, lo abre con cierta inseguridad, porque tal vez es Zayn quién cancela su... su lo que sea.

Su garganta pica y sus manos tiemblan, pero termina tranquilizándose sintiendo una opresión en su pecho, no sabe a qué se debe en sí.

Sí a las palabras que lee o a la persona que las escribió.

"Espero hayas dormido bien :) -Z"

A Liam le revuelca el estómago y lo hace morderse los labios, pero no consigue contestar algo coherente al mensaje.

〰〰〰

Cuando por fin consigue arreglarse, baja a despedirse de su madre, tomando una manzana en su trayecto de salida, Liam toma su abrigo colgado en la puerta antes de salir, el frío viento colándose por su cuerpo, estremeciéndolo.

El castaño camina por la vereda, viendo de lejos una alta figura parada con las manos dentro de los bolsillos de sus jeans, una chaqueta de cuero y un gorro de lana color negro.

Tal vez fue la forma en que Zayn estaba vestido o la forma en que le sonrió que hizo a Liam tambalearse, casi poniéndose en vergüenza frente al morocho.

—Hola—la voz de Zayn sale ronca y baja y a Liam lo hace entre abrir la boca.

—Hola.

Ellos comienzan a caminar, sus brazos chocándose en ocasiones que terminan sonrojando a Liam pero Zayn sigue con su misma expresión, una mirada baja que no dice nunca nada.

Por el rabillo del ojo Liam puede ver como tiene un moretón en su mejilla, casi morado, como si tuviera algo que cubriera el verdadero color, nota también el labio partido, una cicatriz en él.

Y aunque Liam se esfuerza por no preguntar, lo hace más por preocupación que por curiosidad.

—¿Quién te ha golpeado?—Zayn para de caminar en seco, traga visiblemente y se coloca tenso, su mente martillado, tratando de formar alguna respuesta útil y creíble.

—Fue un accidente, soy sonámbulo— Liam asiente comprensivo y aunque Zayn se ha salvado, siente el remordimiento carcomiendolo, le ha mentido a la única persona que ha creído en él, quién parece no temerle cuando le mira a los ojos.

Liam quien siempre lleva miradas llenas de sinceridad.

—Debes tener cuidado con eso—Zayn asiente lentamente a su lado.

—Lo hago.

—Hablo de más cuidado.

Zayn se estremece sutilmente, una corriente eléctrica paseando por su cuerpo.

La palabra preocupación y Liam suenan tan bien juntas.

Ellos llegan al Instituto, las miradas fijamente en ellos mientras se adentran al gran edificio, miradas llenas de sorpresa, murmullos y susurros que irritan a Zayn hasta la médula.

—Odio que hagan eso—Liam asiente cuidadosamente suspirando.

—Odio recibir atención.

—La tendrás siempre que te vean conmigo, deberías alejarse si no te gusta—el castaño niega parándose y jalandole la muñeca por el suéter.

—No es como si quisiera alejarme.

Zayn lo mira con fascinación, miradas clavadas entre ellas y él dice:

No es como si yo quisiera que te alejarás.














Habit | ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora