Capítulo 24

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Paula

Me desperté, eran las siete y media de la mañana.
Me vestí e hice la maleta.
Busqué en todas las habitaciones. Alberto no estaba, asi que decidí dejarle una nota explicándole todo, pero... el ya se había adelantado.

"Te oí hablar sobre lo de irte ¿te piensas que te vas a escapar? ¿y tan fácil? No, mi niña.
Volveré por la tarde.
Hasta luego.
Alberto."

Mierda, mierda, mierda.
Fuí a abrir la puerta, estaba cerrada.
Busqué en mi maleta algun gancho para poder abrirla.
Nada. No funcionaba.
¿Que coño le habría puesto a la puerta?
Coji una silla y empecé a darle golpes. No dió resultado.
Pensé en escaparme por la terraza, pero tambien estaba cerrada.
Busqué por toda la casa las llaves, se las había llevado, obvio.
Eran las nueve. (Si, una hora, entre que me había vestido, hecho la maleta y todo...) una puta hora intentando salir de aquí.
Decidí llamar a Belén.
Saltó el contestador. Joder.
Diego...

- Ehhh ¿si? - dijo medio dormido.

- Diego, ayudame.

- ¿Paula? ¿Que pasa? ¿Estas bien? - dijo preocupado.

- Si, pero estoy encerrada en esta puta casa.

- Llamo a los chicos y vamos.

- ¿Que? ¡Estoy a dos horas!

- Pues me temo que tendrás que esperarte dos horas. Te sacaré de ahí.

Y colgó. No me dió tiempo de decirle nada mas.
Bueno, no habia nada mejor que hacer asi que me puse a ver la tele.
Media hora...
Una hora...
Hora y media...

Y me empezó a sonar el móvil.

- Dime Sara - dije.

- Nos queda media hora para aterrizar

- Espera espera espera ¿cuantos vais ahi? - la interrumpí

- Eeeso no importa, dame la dirección.

Se la di y colgó, madre mia... si iba Sara... iría Rosi... y si iba Rosi... iría Miriam y si iba Miriam... iría Belen, y si iba Belen... iría David... y si iba David... iría Diego... (obvio) y si iba Diego... iba Andrés.

Las once... y nada.
Once y cuarto.
Se oían ruidos.

- ¡PAULA! - grito... ¡David!

- ¡DAVID! - grité.

- Vamos a sacarte de ahí.

Me acerqué a la puerta para oirlos. ¡PUM! Dieron un golpe a la puerta, y luego otro.

- ¿Como vais? - grité.

- Pues mal, seguimos sin poder abrirla. Y eso que estamos aqui David, Andrés y yo. - explicó Diego.

- Anda, dejarnos a nosotras - dijo Rosi.

- ¿Seguras? A ver si os haceis daño... - dijo David.

Si, se les oía desde el otro lado de la puerta.

- A ver si te voy a hacer daño yo como no cierres la boca, cariño. - le respondió Belen.

Y yo me reí.

- A mandar... - dijo David.

- Venga chicas, a la de tres: una... dos... - dijo Sara - ¡y tres!.
Pegaron una patada entre las cuatro y derribaron la puerta.

- ¡Paula! - vino Diego corriendo y me abrazó - mi tontita.
Y le besé.

- ¡Que cuki! - dijo Rosi con una voz super aguda.

- Mis chicas - fui, las abracé y me las comí a besos.

- Mi David - dije y nos abrazamos.

- Paulita - dijo Andrés y me abrazó también.

- Muchísimas gracias chicos - les dije - y ahora... ¡Vamonos de aqui, ya!.

Salimos corriendo.
Cogimos el primer vuelo que había y volvimos a Valencia.
Llegamos al aeropuerto, sanos y salvos.
O eso pensaba...

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