Capítulo 39

12 1 0
                                    

Paula

Estaba fuera del restaurante, en un banco de enfrente mirando Instagram, cuando de reojo vi que alguien se sentaba a mi lado. Levanté más la vista y era Héctor.

- ¿Que haces aquí? Van a servir ya el postre.

- ¿Que haces tu aquí? - me replicó el.

- No estar ahí dentro.

- ¿Por qué no quieres estar ahí?

- Se respira tensión, además, prefiero estar aquí, apoyándote.

- Muchas gracias, Héctor, pero prefería estar sola.

- Lo que quieres es no estar con ninguno de ellos.

- ¿Y que te hace pensar que contigo si?

- Porque yo no tengo nada que ver.

- Ya... - dije - nadie tiene nada que ver, solo yo  y no entiendo porque...

- Eh Pau, no llores, no te pongas así - dijo Hector mientras me abrazaba.

- Es que si no hubiera estado con ese gilipollas... nada de esto habría pasado.

- Pero tu no tienes la culpa de nada, en ningún momento pensaste que podía hacer todo eso. Sé lo que se siente cuando ves a alguien a quien quieres sufrir y no sabes qué hacer para que deje de ser así.

- ¿Hablas de alguien en especial? - le pregunté.

- No, no...

- Eso es que si, ¿quien?

- Me da que voy a volver dentro...

- Vale, no me lo cuentes, pero si puedo ayudar en algo... házmelo saber.

- Gracias Pau.

- Gracias a ti, Héctor.

Héctor entró en el restaurante y cinco minutos después lo hice yo. Nada más sentarme en la mesa Diego me preguntó que como estaba, le dije que bien ¿que más le podría decir?

De repente vino Rosi con el móvil de Ángel.

- Pau, vamos a hacernos una foto - dijo.

Cuando estábamos posando y Rosi estaba a punto de darle al botón, a Ángel le llegó un mensaje, no se veía lo que ponía, pero si de quien. A Rosi se le cayó el móvil al suelo.

- Tio, Rosi, ¿para esto te dejo mi móvil? - dijo Ángel cogiéndolo del suelo.

-¿Que haces hablando con Alberto? - le dijo Rosi.

- ¿Como? - dijo Diego al instante.

- Pues no sé como habrá conseguido mi número ese pirado.

- Mentiroso de mierda - le respondí - fuiste tú quien le dijiste donde estábamos.

- Rosi, yo no... 

- Me voy a casa - dijo Rosi no dejando que acabara la frase.

- ¿Nos has estado engañando todo este puto tiempo? - preguntó David.

- Estoy bastante harto ya de este gilipollas - dijo Héctor pegándole un puñetazo, inmediatamente los camareros lo echaron del restaurante y yo fui con él.

- Es la primera vez que te veo así - le dije mientras andaba detrás de él.

- Ya ha hecho bastante daño y le hemos perdonado, y Rosi le ha perdonado. Pero esto ya era el colmo, se lo merecía. 

- Espera - dije poniéndome delante de él - ¿te gusta Rosi?

- Que mas da eso ahora.

- Pues bastante, no creo que tenga mas ganas de estar con Ángel. Vamos a buscarla, anda.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 17, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

IncapazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora