Diego
Me desperté sobre las once, Paula seguía durmiendo, yo me bajé a la cocina donde estaban David, Héctor y Rosi.
- Buenos dias, bro - dijo David.
- Buenos dias - dije sentándome al lado de Rosi y poniéndome leche en un vaso.
- Te noto feliz - dijo Rosi.
- Habrá follado - dijo David, a lo que yo no respondí, puse una cucharada de cola cao en mi leche.
- ¿Si? - dijo Rosi.
- Un poco - respondí.
- Madre mía Dieguin, te haces mayor - dijo David.
- Ni que fuera mi primera vez - le dije.
- ¿Ah no? - dijo él.
- Tonto - dije levántandome y llevándome el vaso.
- Va, no te vayas - dijo Héctor.
- Que os follen - dije.
- Como a ti Paula - dijo David y oí como los demás se reían.
Me subí al cuarto donde estaba con Paula, pero ella no estaba.
- ¿Pau? - grité.
- ¡En el baño! - me gritó ella.
- Ah vale, caga tranquila - le respondí sentándome en el borde la cama tomándome la leche.
- ¿Te habías asustado? - dijo ella acercándose y dandome un beso.
- A lo mejor no te gustó lo de anoche y decidiste huir por la ventana - le respondí.
- ¿Tu eres tonto? Claro que me gustó.
- ¿Sólo te gustó? dije cogiéndola de la cintura.
- Hmm... puede - dijo ella besándome.
- Chicos - dijo alguien tocando a la puerta - siento molestar, pero tenemos visita.
- ¿Quien? - dijo Paula.
- ¿No habéis oído el timbre? - dijo Rosi.
- ¿Han llamado? - dije yo.
- Si que estábais liados, si - dijo ella - pues si, han llamado y es Diana.
- Pero que pesada es - dijo Paula.
- Lo peor no es eso - dije yo - lo peor es como le empiece a comer la cabeza a Angel...
- Lo que tenemos se acabará - dijo Rosi terminando mi frase.
- Y nosotros hacemos mucha falta ¿no? - dijo Paula.
- Sí - dijo Rosi acercándose y cogiendo a Paula del brazo.
- Genial - dijo ella y yo fui detrás.
Bajamos las escaleras, y allí estaba ella, sentada en uno de los sofás con un vaso de agua en la mano.
- ¿A que se debe esta visita? - dijo Héctor.
- Quiero hablar con Ángel de... - miró de reojo a Rosi y luego volvió a poner la mirada sobre su vaso - ciertas cosas pendientes.
- Pues él no quiere hablar contigo - dijo Héctor.
- Pero yo si, y es importante - dijo ella.
- Me la suda lo que a ti te parezca importante, es mi chalet, así que te pediría, sin favor, que te marches.
-Tú antes eras un mosquito muerto - dijo Diana levántandose y yéndose hacía la puerta, Héctor fue detrás.
- Ah, y, Diana, antes de irte, te agradecería que me dieras el vaso.
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Incapaz
Novela JuvenilLa vida de Paula y Diego da un vuelco al conocerse pero... ¿será Paula capaz de sentir lo mismo que él? Y es que, ella se ve incapaz de sentir algo por alguien que vaya más allá de la amistad, ya que, anteriormente le hicieron mucho daño. ¿Pasará pá...