Capítulo 35

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-Paula

Llegué al chalet, la puerta estaba abierta y pasé.

- ¿Rosi? ¿Ángel? - grité, pero estaban todas las luces apagadas.

Subí a las habitaciones y nada, no había nadie.

Decidí salir del chalet e irme a la parte de atrás donde estaba la piscina, y nada más aparecer yo por ahí, un foco se encendió en frente de mi cara y...

- ¡SORPRESA! - gritaron todos - ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!

Y es que ya eran un poco más de las doce. Estaban todos allí, con una tarta en forma de unicornio, un cartel de "felicidades", globos, un fotomaton... era perfecto.

- Jope chicos, muchas gracias - dije y vinieron todos a abrazarme.

- Pero espera, Paula, que aún hay más - dijo Héctor cogiéndome del brazo y llevándome a la terraza de arriba donde se veía el escenario de la discomóvil y, es que, había una foto mia proyectada donde ponía "Feliz cumpleaños, Pau". Cuando bajé, me llevó a otra parte del chalet, donde ellos también habían montado un mini escenario con micros. Volvimos a donde estaban todos los demás.

- ¿Te ha gustado todo? - dijo David.

- ¿Que si me ha gustado? ¡No podía ser todo más perfecto!

- Pues casi todo ha sido obra de Ángel - dijo Diego rodeándole con el brazo por el cuello.

- ¿Que?

- Quería compensarte por lo de la casita, y también a los demás por haberme comportado como un capullo. Os pido perdón chicos, y espero que os lo paséis bien - dijo cogiendo una bolsa del suelo, en la que parecía que llevaba ropa.

- Ah, ¿pero que era verdad que te ibas? - dijo Rosi.

- No me queréis aquí, a parte, no me vais a perdonar tan fácilmente.

- Puede, pero te lo has currado - le dije - Anda, quédate, vamos a pasarlo bien.

- No chicos, mejor me v...

- Que te quedes he dicho - le dijo Rosi y se lanzó, le besó. Y él tampoco se apartó.

- ¡Que bonito, que bonito! - empezamos a gritar todos, mientras se separaban Ángel y Rosi de su beso tan... intenso.

- Ven aquí, anda - Ángel cogió a Rosi en brazos y se tiraron a la piscina.

- ¡ÁNGEL, QUE ESTA FRIA JODER! - gritó Rosi mientras los demás nos reíamos.

Salieron, se secaron, y nos comimos la tarta. Después nos pusimos a cantar en el escenario que habían montado. Empezamos a cantar "Yo contigo, tu conmigo" de Álvaro Soler y Morat, mientras que Hector, Ángel, Pedro y Sara hacían de jurado. Luego ellos cuatro cantaron la de Danza kuduro, y nosotros hacíamos de jurado.  Una de las últimas canciones fue "When I look at you" de Miley Cyrus, la cual cantamos Miriam y yo. Yo al cantar, miraba a Diego, ya que, si la entendías, la letra era preciosa. Aunque no es que cantáramos especialmente bien. La última canción fue "Me rehuso", todos nos la sabíamos. No me lo pude pasar mejor. Cuando, de repente, tocaron al timbre.

- Voy yo - dijo Miriam y al segundo vino, y como si nada.

- ¿Y bien? ¿Quien era? - preguntó Hector.

- Diana. 

- Espera, ¿le has cerrado la puerta en todas las narices? - dijo Rosi.

- Pues si - dijo Miriam con indiferencia - es que esa chavala ya me tiene harta, y estas que hoy iba a dar por culo.

- Si, en eso tienes razón - dijo Sara.

- Bueno... pues sigamos divirtiéndonos ¿no?

- Pues claro - dijo Pedro.

- Pau, ven - me dijo Diego cogiéndome del brazo y llevándome al fotomaton.

Nos hicimos todos un montón de fotos, menudos recuerdos íbamos a tener de esa noche, la noche de mi cumpleaños. Una de las mejores, sin duda.

Eran casi las seis y media de la mañana, Pedro, Sara, Hector, David y Belén se habían ido a dormir, los demás seguíamos fuera, sentados en las sillas, jugando a las cartas, hablando y demás.

- Ángel, estas muy callado ¿que pasa? - dijo Miriam.

- No sé que querría Diana - respondió.

- ¿Llevas toda la noche comiéndote el coco con eso? - dijo Rosi.

- No, a ver...

- Creo que me voy a dormir - dijo Rosi.

- Si eh, yo creo que también - dijo Andrés.

- Yo también - dijo Miriam.

- ¿Duermes conmigo? Es que tengo miedo de dormir solito... - dijo Andrés.

- Ya veremos - dijo Miriam yéndose ya para dentro del chalet.

- Bueno... yo creo que aquí no pinto nada... 

- No, Ángel, quédate si quieres - le dije.

- Claro, no te vamos a hacer vacío eh - dijo Diego.

- No es que yo a ti te caiga especialmente bien  - dijo Ángel.

- Bueno, te has disculpado y has montado todo esto, puede que ya me vayas cayendo mejor.

- Bueno - rió - aún así yo creo que me voy, y si no, veré el amanecer desde mi ventana.

- Como quieras - dije.

- Buenas noches parejita - y se fue.

Diego y yo nos subimos a la terraza de arriba, para ver mejor el amanecer. Él se sentó y yo estaba con la cabeza apoyada en sus piernas.

- ¿Te lo has pasado bien? - me preguntó.

- ¿Tu que  crees? - le dije.

- Que... es bastante obvio, estabas conmigo.

- Puede ser - me reí.

- Aún queda el resto el día.

- Y la mitad lo voy a pasar durmiendo.

- ¿Y la otra mitad? 

- En mi chalet, vienen mis abuelos y todo a celebrarlo.

- ¿Quieres que vaya? 

- Obvio que si, necesito a alguien allí - le dije - con todo lo que tendré que aguantar...

- Pues allí estaré - me dijo.

- Tampoco es que tengas nada mejor que hacer.

- Quién sabe...

- Oye, cambiando de tema...

- Dime.

- ¿Eres consciente de que no somos novios oficialmente? 

- Con todo... no me había dado cuenta hasta ahora. Pero, el hecho de que yo te lo pida, no va a cambiar nada.

- Ah, ¿que me lo vas a pedir?

- Puede que si, o puede que todo siga como hasta ahora.

- Ah vale... - demasiado me había emocionado.

- Oye que si quieres... - y sin dejarle acabar la frase, le besé.

Pasaron los minutos restantes para el amanecer, lo vimos y nos fuimos a la cama.

Aunque yo me quedé un rato pensando en lo de salir juntos, está claro que no va a cambiar nada, pero como dudo que me lo pida, y yo ya lo tengo todo pensado...






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